Aunque el decano Eliot tenía un temperamento violento, tenía algunas cosas en mente. Si hoy no interviniera para detener el contrato entre esas dos personas, sin duda sería culpado por otros ancianos.

Este tipo de cosas relacionadas con la vida, una vez que una de las personas muriera, sería una pérdida para Valle Umbra y también aumentaría la gravedad del problema.

Sin embargo, el decano Eliot no era un decano común. Aunque no permitiría que firmaran el contrato, esto no significaba que el asunto se daría por terminado.

—Dado que son jóvenes y están decididos a apostar, si no los apoyo, parecería poco compasivo. Así que, aquí está mi propuesta: seré el testigo de su apuesta, no necesitan firmar ningún contrato de alma. Si alguno de ustedes pierde y no tiene la intención de cumplir la apuesta, me aseguraré de que esa persona no se vaya sin consecuencias.

Mientras el decano Eliot decía estas palabras, su emoción era evidente en su rostro. Fane no pudo evitar tirar de las comisuras de la