Aunque la evaluación aún no había comenzado, la atmósfera ya había alcanzado su punto máximo. Después de que los dos hombres acordaron la apuesta, la gente a su alrededor se emocionó. Todos comenzaron a hablar y discutir, preguntándose de dónde sacaba Fane tanta valentía.

Incluso empezaron a investigar de dónde era Fane y cuál era su origen, pero las preguntas no obtuvieron respuestas claras. Después de todo, Fane no había estado en la Provincia Media durante mucho tiempo, y el único que lo conocía bien en ese momento era Benedicto.

Sin embargo, Benedicto en ese momento estaba completamente concentrado en acercarse a Fane. Realmente quería saber por qué Fane tenía tanta confianza. A pesar de conocer el talento y la fuerza del otro, aún se atrevía a hacer algo así e incluso apostar con él.

Si estas cosas todas recayeran sobre él, parecía que no se atrevería a hacer nada. Benedicto bajó la voz y dijo:

—¿Qué pasaría si pierdes más tarde? No te estoy maldiciendo para que pierdas, solo est