Rosa llevó a Selena a una esquina.

"Selena... Dijeron que tu esposo era un bruto descerebrado y yo realmente les creí", susurró Rosa. "No esperaba que supiera tocar el piano, y también lo tocó muy bien".

"Ya no creo que sea un soldado de infantería... ¡Cualquiera que sepa tocar el piano nunca podrá ser un bruto descerebrado!", ella añadió. "¡Creo que es una persona muy versada, ya que sabe pelear y tocar el piano!".

"Hmm... ¿Se ha vuelto como un dios para ti ahora?".

Selena se rió entre dientes con humor, ya que parecía que este cambio de actitud había sido demasiado rápido.

Rosa suspiró. “Después de pensarlo antes, tiene que ser una tontería que Rachel inventó. Hombre, esa mujer ha ido demasiado lejos ya que parece que nunca le agradaste, ni siquiera en nuestra época universitaria. Ella siempre asumió que le estabas robando el centro de atención".

"Todos nos hemos graduado y ha pasado muchísimo tiempo. Pensé que todo había quedado atrás ahora y no nos importaría mucho el pasado.