En ese momento de intensa ansiedad, el sonido de los rugidos del viento llenó sus oídos. Cualquiera sería capaz de darse cuenta de que algo iba a suceder.

Fane se armó de valor, concentrando toda su atención a su alrededor. En cuanto ocurriera algo extraño, reaccionaría de inmediato.

El viento se hizo más fuerte, arrastrando el polvo del suelo, lo que le bloqueó la vista a Fane. Las ropas de Fane se movían con el viento.

El viento no solo bloqueó su vista, sino también cualquier sonido a su alrededor. Fane se había sumergido de repente en un reino en el que no percibía nada. Soltó un largo suspiro, ¡no podía seguir así!

Otra ráfaga de viento pasó de largo, haciendo que Fane perdiera el equilibrio y su cuerpo casi fuera arrastrado por el rugido del viento.

¡¿Qué estaba pasando?! No sabía cuánto tiempo duraría el viento ni el peligro que podía traer. En ese momento, no sabía qué hacer.

Justo cuando estaba a punto de entrar en pánico, el viento se detuvo de repente. La repentina par