"¡Ah!".

La multitud estaba extremadamente nerviosa. Muchos de ellos exclamaron aterrorizados.

Todos pensaron que Fane seguramente moriría. Si se trataba de un tigre arremetiendo contra él, Fane podría luchar por un momento. Aunque fuera inútil luchar, seguía siendo la mejor opción enfrentarlos uno por uno.

Sin embargo, con dos tigres viniendo de ambos lados, cualquier otra persona solo se encontraría con la muerte.

¡Bam!

Inesperadamente, el siguiente instante sorprendió a todos. A todos ellos casi se les salieron los ojos de las órbitas por la sorpresa.

Los dos tigres siberianos que se abalanzaron sobre él fueron sujetados contra el suelo con sus manos en la cabeza de cada uno.

"¡Ruah!".

Los tigres rugieron profundamente y lucharon con todas sus fuerzas. Sin embargo, fue en vano. La fuerza de Fane presionando sobre sus cabezas los tenía completamente inmovilizados, incapaces de escapar.

"¡Ruah!".

Los Tigres continuaron luchando. Sus patas traseras patearon tanto que incluso c