AnásNunca pensé que volvería a ver a Ibrahim, para ser completamente honesto hasta lo daba por muerto o en todo caso en serios problemas financieros, ya que si bien la cantidad de dinero que obtuvo por parte del abuelo fue lo suficiente como para cubrir la mitad de su vida, él está acostumbrado a lujos y viajes alrededor del mundo. El que se haya ido nos marcó permanentemente, prácticamente nos cuesta confiar en la gente y si lo hacemos dentro de nosotros vive ese permanente miedo a que nos abandonen. Me lamenté enormemente por llorar como un mocoso delante de María, temía que no vieran mí un verdadero hombre y también se largara de mi vida. Vaya sorpresa me llevé cuando ella se acostó junto a mí y acarició mi cabello hasta qué me dormí, no quise hacerlo porque al despertar posiblemente ella no estaría más ahí, qué equivocado estaba, al abrir los ojos lo primero que enfoque fue su hermoso rostro sereno, dormida y respirando tranquilamente con su mano sobre mi cabello. La observé
María IsabelLas sorpresas no son algo de mi agrado, odio no tener idea de adónde ir o qué es lo que me espera, me siento insegura en todo momento y por eso no disfruto del trayecto. Cosa que me está sucediendo ahora mismo ya que los Abad me han invitado a una cita, claro que acepté, quiero ver hasta dónde son capaces de llegar con tal de que sea oficialmente su mujer. Todo iba sobre ruedas hasta que me dijeron que era una sorpresa y que no lo sabría hasta llegar.La emoción que se albergaba en mi corazón se convirtió rápidamente en temor e indignación, traté de sacar roles en las respuestas a la fuerza incluso, estuve muy cerca de volver a marcar las nalgas de Baruk con mis dientes, mi técnica perdió ante su previsión.Debo comenzar a pensar en cosas nuevas para no aburrirme, ese truco ya está viejo y posiblemente lo deseche. Cómo no sé a dónde iremos eligiré ropa no tan formal pero tampoco informal, unos pantalones de vestir negros junto con un crop top rojo y tacones bajos blanco
AbdilLa verdad creo que María atrae la mala suerte, pasamos tanto tiempo con ella que incluso eso se nos puede pegar, voy a pensar en apartarme unos cuantos días hasta que mi buena racha regrese. Nah, mentira, me encanta su cercanía. La cita estaba en su mejor momento, en medio de ese bello paisaje que muestra lo esplendorosa que es nuestra ciudad. El mirador está en lo más alto parecía dejarnos casi tocar la luna. Admito que le pedí una muy sincera disculpa a mi hermano Burak, era uno de los que no aseguraba que su comida podría ser digerida por nuestros organismos sin tener que ir al baño o en todo caso despedirlo por la boca, la cena estuvo más que deliciosa y entiendo porque es uno de los mejores de su clase. La cara de Baruk y Amin antes de darle el primer mordisco era de miedo total, María los miraba y no entendía del todo a qué se debía esas expresiones que en un momento casi les hace ganar un regaño. Pasó la mayor parte de su tarde en la cocina preparando nuestros platil
IbrahimSabía que no sería fácil, volver luego de tantos años y ver a mis adorados hermanos me hizo reconocer lo que antes temía, sí soy el hijo de puta que Amin decía, no con palabras, sus ojos lo expresan todo con lujo de detalle. Éramos los mejores amigos, nos contábamos todo, desde los sucesos felices hasta los tristes. Nos llevábamos tan bien entre los dos que teniendo una mansión dormíamos en la misma habitación, eran algo así como pijamadas diarias dónde los demás se unían cada tanto. Arruiné eso por culpa de mi inseguridad y un deseo de libertad que no me llevó a ser feliz, no fue como lo imaginé y ahora lo estoy pagando con intereses. Los extraño, hice mal en irme y creo que también en volver. Mis padres lo remarcaron en la cena, no expresaron la alegría de mi madre al verme llegar y sentarme nuevamente en la que una vez fue mi silla seleccionada. Hablaron tan contundentemente que por un leve instante no los reconocí, no me odian como mis hermanos, pero sí tienen rencor
María IsabelSalgo de este hotel de cinco estrellas para ir con mis hombres, si saben que lo ví van a matarme, no deciden o inciden sobre mis decisiones sin embargo no buscaré un problema en dónde solamente pueden existir soluciones, la más plausible y obvia es alejar al ser que más daño les causó. No soy nadie para intervenir en una disputa familiar, pero me tomo atribuciones que no me corresponden ya que nadie saca de mi cabeza como los gemelos lloraban y Burak desquitaba su furia en el gimnasio hasta el punto de que casi se rompe la pierna dando una muy mala patada al saco de boxeo. Por eso ahora está en cama y lo cuidamos entre todos, aunque le cumplo el capricho de dormir junto a él todas las noches hasta que se sane. También llevo muy bien el tiempo en el que debe tomar sus medicamentos, el dolor es muy fuerte y para ayudar a soportarlo me dedico enérgicamente a desviar sus pensamientos del dolor. Pude llegar al lugar gracias al abuelo, me costó una teta y la mitad de la otra
BurakSostengo a María en el mismo instante que sus rodillas tocan el suelo, la impresión es tanta que sus ojos se cierran momentáneamente, se desmayó al ver a su padre frente a ella. Maldito bastardo, acabo de conocerlo y ya lo odio. El escándalo que se formó después de eso fue tanto que Amin llamó a tres guardias para que lo saquen de la mansión, ha intentado acercarse a María pero su abuela no lo permite.Los cinco la rodeamos, sigue con sus hermosos ojos cerrados, la preocupación del abuelo lo incita a llamar al doctor mientras que Anás va por un poco de alcohol para despertarla. Yo la sostengo con cuidado de no lastimar más mi mano o ella no va a perdonarme.Baruk ayuda a la señora Simmons, está pálida y le tiemblan las manos. Hace años que ese hombre no aparece, eso lo sabemos por boca de la propia mujer que ahora respira entrecortado. Me duele verla así, sigue sin despertar y su respirar es muy pausado, me asusta pensar que la llegada de su padre no augura nada bueno, aparec
María Isabel No tengo fuerzas para levantarme de la cama, hace meses que no me sentía derrotada, nunca me permití estarlo porque sencillamente nadie en el mundo merece influir en mi ánimo o deseos de seguir, pero mi padre es un caso único y especial. Es que no puedo creer que tenga la cara para volver, años pasaron desde que le rogué de rodillas que no se fuera. Era una niña que amaba a su padre, uno que nunca le demostró amor pero que ingenuamente creyó se trataba por lo cansado de su día, trabajar hasta muy entrada la noche era lo que yo misma usaba de excusa para justificar sus palabras hirientes. Cientos de mis dibujos paraban en el fuego de la chimenea por su cabreo, gritaba tan fuerte que en dos ocasiones recibimos la visita de los policías que me veían con lástima, sabían de que él era violento aun así no hacían nada. Esa es la justicia que mira para otro lado ante lo que debería combatir. Dolia, el que tu propio padre te ignore o insulte, es tan traumático que hasta
María IsabelMis pulmones se queman, mis labios se encuentran resecos y mis ganas de seguir no son precisamente las mejores.Son muchos globos, el suelo está lleno de ellos desde el color más oscuro al más claro, los neon son mis favoritos y seguro los que más odiara Amin ya que va en contra de su propio ser ¡Antipático! Hay días en que deseo gritarle en su cara que reír no es malo de vez en cuando, es sumamente atractivo sin reir que apuesto el salario que no gano que será un jodido dios si las comisuras de sus deliciosos y formados labios se elevan aunque sea un poco.Quiero hacerlos felices, los últimos acontecimientos no son los mejores con la llegada de Ibrahim y de Esteban Ortiz, alias “mi padre”. Se me ocurrió hacerle una fiesta sorpresa para distraer no solo su mente de las responsabilidades sino las nuestras, todos estamos muy mal emocionalmente desde que esos dos aparecieron en escena, nadie dice nada porque temen que el otro reaccione mal. Nos tragamos lo que duele y eso e