La noche había llegado y Alessia junto con Sonia se arreglaban en la habitación de los cabellos rizados, Fiodor se había arreglado antes para dejarles un poco de espacio entre ellas, Nikolai se terminó de colocar un saco azul marino y salió observando como su jefe estaba tomando un trago en la sala de estar, él se sentó al frente de él sin decirle nada.
— ¿Así que pintas?… — Nikolai desvía su mirada del suelo para verlo, era un poco extraño que ellos estuvieran hablando y más que Fiodor le sacara conversación. — Lo digo por el regalo que te dio Alessia.
— Sí… Es uno de mis pasatiempos… — Fiodor sonríe de lado, pero no era cualquier sonrisa, era una extraña como si supiera todo lo que hacía y eso a Nikolai lo incómodo.
— ¿A ti te gusta alguien?… — Fiodor no podía ser más directo y eso solo ocasiono la sorpresa de Nikolai.
— ¿Por qué la pregunta?… — Frunce su ceño.
— Curiosidad… — Se encoge de h
¿Cómo se intenta olvidar un rechazo que te ha dolido?… ¿Llorando?, ¿no levantarte de tu cama?, o la mejor opción de todas, ¿beber hasta olvidar todo?Eso era lo que hacía Sonia, había pedido una botella para ella sola tratando de eliminar todo rastro de despecho. Pero en realidad entre más bebía más sentía el dolor crecer en su cuerpo, sus sentimientos se hacían mucho más sensibles.Nikolai se había ido a su habitación junto con Alessia y Fiodor quienes no sabían que había pasado, pero asumían lo peor. Cada uno se fue a su habitación Fiodor comenzó a quitarse la ropa para acostarse en ropa interior, Alessia lo miraba sin ni siquiera moverse de la cama, estaba sentada. Fiodor se da cuenta de esto y se acerca a ella con una sonrisa.— ¿Quieres que te ayude, princesa? — Acaricia su rostro y ella quita su mano acariciándola. — ¿Qué pasa, cariño?— Estoy preocupada por Sonia la iré a buscar… — Se levanta para irla
21 de noviembre…Alessia anoche había regresado al hotel y había pagado una buena habitación, quería estar sola. Tenía tanto en la cabeza que le dolía y más con la resaca de la bebida, cuando intento levantarse se escuchó como algo pesado caía al suelo, era una botella de Vodka, olía completamente a alcohol y no le importaba.Sonia la había besado de la nada y ella extrañamente le correspondió, se sentía un poco culpable porque pensaba en Fiodor. Su mirada estaba apagada y la botella aún tenía algo, así que la tomo y la bebió de un solo sorbo. Alessia no había comido desde ayer en la noche y su cabeza daba vueltas, necesitaba buscar algo de ropa en su habitación donde se suponía que estarían todos, pero… no le importaba. Tomaría sus cosas y se quedaría sola, no podía estar con Fiodor porque habían peleado y ella no le tomaría ni una sola palabra, Nikolai le había roto el corazón a Sonia, y Sonia la había besado anoche.A
24 de noviembre…Alessia no había salido de la habitación por nada del mundo, comía allí y se quedaba viendo alguna serie en la televisión. Fiodor había reservado todos esos días para que ella se divirtieran, no para que su pareja por alguna razón no quisiera salir de la habitación, evitaba a toda costa el acercamiento de Sonia y claro, el ruso lo noto enseguida. Ninguna de las mujeres le quería decir nada, no quería hostigar a su pareja y la respetaba a toda costa. En cambio con Sonia si la hostigaba para que le dijera que tenía, pero siempre recibía las mismas palabras;“— No paso nada. No sé dé que hablas.”Todos sabemos que Fiodor no era un completo imbécil, cualquiera sabría que Sonia le había hecho algo a Alessia y que por eso no quería verla. Pero el ruso estaba más que cansado, quería que su pareja disfrutara de estas vacaciones y ni Sonia o Nikolai lo arruinarían. Veía como Alessia veía con atención los documentales sobre a
La cena había trascurrido mejor de lo que había pensado Fiodor, podía notar la mirada de felicidad en los ojos brillosos de Alessia, ahora mismo caminaban devuelta hacia el penthouse, y a ella se le había olvidado todo su estrés… Pero cuando las puertas del ascensor abrieron lo primero que vieron fueron a Nikolai y Sonia… Nuevamente la culpa cayo en sus hombros, soltó un suspiro y avanzaron hacia dentro bajo la atenta mirada de ellos.— ¿Cómo les fue?… — La primera en hablar fue Sonia, no le importaba mucho como la pasaron, más bien quería saber si Alessia le dijo algo, ella dudaba porque si fuera así no hubieran regresado a esa hora.— Nos fue de maravilla… — Alessia le respondió de manera suave y sin llegar a mirarla, ella se fue rápidamente hacia su habitación y camino hacia el baño para darse una ducha. Aún no quería hablar con ella, pero sabía que en cualquier momento tendría que hacerlo, detrás de ella vino Fiodor que le comenzó a quitar el tr
La relación de Sonia y Alessia se había roto con las palabras que le dedico aquella noche la de cabello rizado, la de cabellera negra se sentía traicionada por su propia amiga. Pero seamos sinceros, Sonia se preocupaba más por ella misma que por los sentimientos de culpa que tenía Alessia. Y es que era verdad, eran muy pocas personas que se preocupaban por los sentimientos de alguien más y no se preocupaban por ellos mismos.La amenaza que le había dedicado a Sonia sí que la jodió, durante esos días Alessia se divertía con su cara pálida y de terror que mostraba Sonia cada vez que Alessia decía;“— Oye amor… Hay algo que necesito que sepas y espero que no mates a nadie. — Fiodor la miraba frunciendo su ceño sin comprender nada, pero la mirada de Alessia siempre estaba en la de Sonia… Su corazón lat&ia
¿Qué hacían los observadores viendo a sus jefes?…Uno de ellos deseaba ser Fiodor para poder estar con su diosa, ese era el famoso Nikolai.¿El otro observador acaso se arrepentía de no estar con su amiga?… un poco, pero sabía que era la mejor opción. Ella se lo había dejado en claro, Alessia tenía ahora el poder en ellos y Fiodor no le importaría lo que hiciera con ellos contar de ver feliz a Alessia.Su tan deseado protagonismo en su historia de amor lo había arruinado y ahora el único protagonismo que tenía en su historia era el miedo.¿Cómo Alessia podía deslumbrar pureza como un verdadero ángel?… Cuando en realidad las manchas negras de la impureza rodeaban su cuerpo, muchos pensaban que había sido la culpa del mismo demonio que tenía a su lado, pero en realidad no era así. Aquella impureza había estado dentro de ella desde hace mucho, que de casualidad el mundo de Fiodor haya hecho que salga, era otra cosa muy diferente. 
La venganza…Un sentimiento que puede llegar hacer el más fuerte de todos, el que no dormirá hasta conseguir lo que quiere hasta poder sacia su sed. Una semilla que a causa de un trauma va creciendo con rapidez cada año. Un sentimiento que puede llegar a herir o incluso hasta matar si se lo propone.¿Quién era Matthew Jhon´s en esta historia?…Matthew Jhon´s, era un hombre que estaba consumido por el rencor. Había estado preparando su plan durante tantos años que sabía que lo lograría, con el tiempo aprendió a ser paciente y que el karma no existía en este mundo, él era el propio karma de la familia Volkóv y la destruirá hasta saciar su sed de venganza.¿Pero por qué quería destruirlos?…La respuesta era sencilla, ellos habían causado la muerte de sus padres. Iván Volkóv había decapitado a Adolfo Jhon´s quien era amante de su esposa, Deniska Volkóv… Eso quería decir que Fiodor y Matthew eran hermanastro
“El nerviosismo se apoderaba del cuerpo de la hermosa rusa que sin poder controlarlo movía su pierna constantemente, se imaginaba todo tipos de escenarios intentando prepararse para lo que venía, pero todo lo que estaba haciendo era inútil. Aunque repitiera el mismo diálogo en su cabeza una y otra vez el nudo en su garganta se hacía cada vez más grande. Su hijo Matthew estaba durmiendo en la otra habitación, el bebé ya tenía dos años. La puerta de la habitación que casi siempre compartía con Adolfo se abre y el moreno entra cerrando la puerta detrás de él.— Hola, mi reina… — A Deniska le encantaba aquel apodo que le decía y mucho más el acento con que pronunciaba. Adolfo se quita el saco y lo deja en la cama, la rubia presta atención a cada movimiento que hacía, pero no lo veía porque le gustaba verlo quitarse la ropa o por otra cosa, lo hacía para intentar acobardarse y no decirle nada, aunque de todas maneras lo sabría. — ¿Pasa algo?… — Adolfo había sentido