"Girasoles y encuentros"

Brenda

Debía entrar a mi casa y hablar de una vez por todas con mi padre. No entiendo que es lo que pasa, pero parece no ser nada bueno.

De sólo pensar en cómo reaccionaría si ya sabe mi secreto hace que mi cabeza de vueltas y los nervios se apoderen de mi cuerpo, tan asustada por lo que puede pasar.

Pero de todas formas tomo fuerzas y entro en la casa.

—¿Brenda? — escuché la voz de mi padre que provenía desde la sala.

—Ya llegué — contesté con poca emoción.

—¿En dónde te metiste? ¿y por qué no contestabas mis llamadas y mensajes? — se paró inmediatamente del sofá y me miro con una expresión seria.

Diablos, no sé por donde empezar para explicarle todo ¿Debía seguir minti&eac