"Corazón roto"

Brenda 

Mi corazón empezaba a latir tan rápido porque temía a que las puertas ya se cerraran. Debía llegar al gran festival SunsetSound pero cuando lo hice ya era muy tarde, así es, las puertas ya estaban cerradas, pero había una solución porque mi gran lamparita se prendió y recordé que en el studio Lodyssion hay una salida por detrás que da hacia el patio, lo cuál sería muy fácil escalar por ese lugar. Inmediatamente llegué y sin dudarlo empecé a escalar cómo todo un príncipe, al hacerlo con cuidado toqué el piso y ya había aterrizado, por suerte no salió nada mal…

Hasta que me detuve a mirar desde lejos por la ventana que daba al lugar de la fiesta y sin darme cuenta tropecé con una gran piedra que hizo que resbalara y cayera a la piscina.

M****a.

Una enorme piscina qué para mi maravillosa suerte no sabía nadar.

Gritaba para que alguien me escuchara pero nadie lo haría ya que todos estaban adentro. Trago mucha agua porque intento nadar pero es inútil, mi respiración desacelera cada vez más.

Voy a morir.

¡Y siendo virgen!

¡Sin haber explorado el mundo!

Sin embargo luego de unos instantes tratando de luchar con todas mis fuerzas, y la esperanza por ser olvidada siento unas manos que rodean mi cintura, alguien me carga y me saca  de la piscina, unos brazos muy fuertes y quien seguidamente me habla:

—¡Oye! abre los ojos por favor — exclama una voz masculina.

Trato de abrir bien los ojos e intento ver mejor porque solo puedo observar todo borroso a mí alrededor, pero cuando vuelvo a respirar mejor y tratar de analizar lo que me acaba de pasar, segundos después me fijo en quién es.

Pero me llevo una gran impresión porque no es la persona que esperaba ver.

—¿Ya estas mejor? no esperes una respiración de boca a boca — sonríe con ese famoso gesto de conquistador sexy.

—Lo estoy, y gracias pero eso sería una pesadilla — me limito a responder y me levanto con cuidado.

—Sería el sueño de toda chica — se encoje de hombros.

—No soy de esas chicas. Gracias por ayudarme a salir de la piscina, pero ahora quiero ir a la fiesta — trato de darme media vuelta pero él me detiene.

—Oye — me habla haciéndome girar para verlo —, prefiero que me agradezcas de otra manera — añadió, pero yo tan solo lo observo, y ahí está él.

Hansel Grozzi, el chico más codiciado por las chicas —menos yo obviamente— Un gran idiota con mayúsculas que camina por los pasillos del studio como si el mundo tan solo girara en él, viviendo con su algodón de sueños, jamás crucé palabras con él hasta hoy, para mi mala suerte.

—Gracias Grozzi, esa es la única forma — comenté, y con una gran sonrisa estúpida me respondió:

—¿Así es cómo agradeces a tu salvador princesa? — demuestra una pequeña sonrisa maliciosa.

¿De qué otra forma quiere que le agradezca?

—Así es Grozzi, y no me llames por ese estúpido apodo — le lancé una mirada de esas que aniquilan.

—No es para que te pongas tan ofensiva — se pasa una mano por su desordenado cabello castaño.

—Es que yo no sé hablar con personas egocéntricas. Y te doy un ejemplo, ese eres tú.

Sus ojos cafés sólo me observan y yo a él. También estaba muy  empapado, algunos mechones de su cabello caía en su rostro muy varonil, pude notar que traía una camisilla blanca donde se veía perfectamente marcado todo sus abdominales, tuve que apartar mi vista tan rápido como pudiera, y para completar, unos tatuajes en sus dos brazos lo cual no podía distinguir que dibujos eran.

—¿A ti no te educan? — pregunta mirándome detenidamente, como si con su mirada quisiera intimidarme.

—¿Qué es lo que quieres? — enarqué una ceja —. Yo me quiero ir y tú me estas deteniendo.

En estos momentos desearía estar disfrutando de la fiesta pero estoy completamente hecha un desastre y hablando con un idiota que no puede hacer más grande su ego.

—Es que te acabo de salvar la vida, y ahora gracias a ti estoy un poco mojado — se encoge de hombros muy orgulloso de lo que hizo.

—Pues si no te gusta bañarte, entonces no me hubieras salvado y punto final, así que deja de quejarte — defiendo.

—Para tu gran información sí soy un caballero, no podía quedarme y ver a una dama ahogarse en una piscina — me sonríe burlándose.

—Yo no necesitaba ayuda y menos la tuya.

¿Quién se cree? Superman o Batman.

Idiotaman le queda mucho mejor.

—Sí que lo necesitabas — sigue con esa sonrisa de ''yo consigo siempre lo que quiero''

Me da tanta rabia su actitud.

—Pues entonces gracias pero ya me tengo que ir, quiero disfrutar de la fiesta y dejar de estar hablando con un chico cómo tú —espeté perdiendo la poca paciencia que me quedaba.

—Me sorprendes y me hieres con esas palabras — susurra haciéndose el ofendido.

—Pues vine por el festival, no para quedarme y hablar contigo. Además de seguro tu novia te estará buscando ¿por qué mejor no vas con ella? — menciono disgustada, sin dudas ya me puso de malhumor.

—Ya, tranquila — alza sus dos manos en forma de paz —. Pero acuérdate de que me debes una princesa — expresa con una voz pícara guiñándome un ojo.

—Yo no te debo nada a ti — suelto y salgo de ese lugar sin detenerme.

Que por cierto, voy a hacer el ridículo por estar toda empapada.

Mis amigas de seguro estarán buscándome, y yo mientras aquí tratando de que no me vea nadie y se asuste alguien. Mi pecho sube y baja con calma y lentitud, necesito tranquilizarme y tratar de ver que hago con mi ropa mojada. En el fondo, muy en el fondito de mi testarudo corazón estoy agradecida con Hansel, por más que se comporte como siempre.

Un idiota.

Es que en verdad ¿qué es lo que le ven las chicas? Es el chico que deja suspirar y mojar bragas a cada hormonada por donde va, y es que es tan estúpido e inmaduro que no sabría ver con facilidad lo que otras sí. Tan solo se fijan por lo físico, porque por más de que parezca todo un dios griego ¿la cara o cuerpo bonito te ofrecerá apoyo, confianza o al menos te escuchara siempre? No si tan solo le importa él mismo.

En fin, dejo de pensar en lo sucedido y me apresuro por hacer algo con mi desastre descuido.

Busco tan rápido algo con que secarme la cara y el cabello. Seguidamente corregí el poco maquillaje que tenía, y tan sólo me puse un labial rosa que llevaba en mi bolso, por supuesto todo mojado.

Al salir del baño me encontré de nuevo al fastidioso de Hansel.

¿Otra vez él?

—¿Qué haces aquí? — pregunté molesta por su presencia.

—Te estoy esperando — respondió y al darse cuenta de que yo no entendía, añadió: —. Me debes una por salvarte hoy — informó sacudiendo su cabeza mojado que por lo visto él ya se había cambiado.

Sigo sin poder entender porque sigue empeñado con eso.

—Yo no te debo nada, con que me hayas salvado no significa que lo deba hacer ¿no te basta con haberme sacado de la piscina y ya? — pregunté molesta.

¿Acaso no tenía otra cosa más que hacer que molestarme y seguir con lo mismo?

—Tranquila, no es para que me odies — su expresión sólo demostraba diversión —, tan sólo te pido que bailes conmigo ahora, sería una buena manera de pagar tu deuda — expresó con picardía.

— ¿Disculpa?, pero si tú estás con tu novia y no creo que le agrade mucho que su chico baile con otra — me encojo de hombros —. Además, ya te dije que no.

—Te crees inteligente pero no te debes preocupar por ella — me guiñó un ojo.

¿Y a este que le pasa? ¿Se le cayó el tornillo?

—Adiós Grozzi — Rodé los ojos, no podía continuar con esta conversación rara y estúpida así que fui a la  fiesta, de seguro ya me había perdido lo mejor y Leah y Aziara lo están disfrutando sin mí.

Camino tan rápido para llegar al lugar de la fiesta, hasta que miro alrededor y no encuentro a mis amigas por ninguna parte. Había muchas personas desconocidas que no eran solo del studio. La música sonaba tan alto al punto de quedarme sorda y la gente bailaban mientras que otros solo gozaban de sus bebidas. Camino entre la multitud hasta que mi cuerpo choca con alguien.

¡Y es que no sé qué hice para que la vida pusiera en mi camino al detestable de Hansel!

Por todos los benditos santos. Éste chico no me iba a dejar en paz por hoy.

Hansel me mira a los ojos con esa sonrisa que hace derretir a todas menos yo por supuesto, de la cual reconozco su reputación, que es lo único que le importa.

—Por lo visto el destino quiere que nos encontremos — responde divertido.

¿Nunca se cansa de sonreír?          

—Por lo visto no me dejarás tranquila hoy — le respondo y él solo mantiene su vista clavada en mí.

—¿Ya puedes dejar de odiarme por un segundo? que mala chica eres — comenta haciéndose el muy ofendido.

—¿Por qué me sigues a todas partes? — ya estaba harta de lidiar con él.

—¿Por qué no me tratas mejor?— preguntó haciendo caso omiso a mi pregunta.

—Disculpa, no soy igual que todas las chicas de aquí que se derriten por ti— le sonreí falsamente— sólo aléjate de mí.

—Eso es imposible, tú ya eres cómo un chicle pegada a mí — me observó con detenimiento.

Cuando estoy a punto de decirle que es al revés, la música y las luces paran de repente. Todos quedan callados hasta que una voz se hace presente y es de una chica. Me volteo para ver de quien se trata, y es nada más qué Helen Hanston, la novia del tonto que tenía a mi lado.

—Muy buenas tardes para todos, tan sólo quiero robar un minuto de su tiempo para luego seguir con la fiesta. Quiero expresar algunas palabras que reflejan mis sentimientos hacia una persona, y que quiero que sepan todos — dice muy segura, ya me imagino de quién hablará.

Hansel me mira con una sonrisa, para luego posar su mirada en la de su hermosa novia rubia oxigenada.

—Hansel ¿puedes subir? — habla y él sin dudarlo lo hace —. Bien, quiero decirte que lamento el tiempo que pasamos juntos, debes saber que solo eres un chico tonto que no vale la pena. Ya no seremos la pareja perfecta porque tú no encajas en mi mundo, y el que sí lo merece es… Ramiro — suelta sin dudar con una sonrisa de satisfacción.

Hansel parece imaginar que todo se trata de una broma, pero esas palabras que sonaron duras también parecían muy real.  

—Y si gente, jamás quise a Hansel Grozzi, jamás te amé Hansel — se dirigió al castaño.

Todos nos quedamos muy impactados con el discurso de Helen, quiero pensar que todo se trata de una broma —y de muy mal gusto— pero no es así. La mirada de la chica recae hacia donde está el chico, lo miré y en su  rostro se notaba mucha confusión y rabia, vi en como apretó sus manos haciendo puños y su mandíbula tensa. Hasta creo que estaba a punto de romperse a llorar al ver como casi se le cristalizan los ojos.

Pero de pronto él hace un movimiento que me deja más estupefacta. Se acerca hasta la rubia y le saca de las manos el micrófono que tenía.

—Oh, gracias Helen por tu hermoso discurso — volvió a recomponerse con su habitual sonrisa, pero una más débil —, pero no eres la única que tiene algunas palabras que decir… Yo también te engañé y hasta ahora no se como estuve con una novia tan hueca que se está pudriendo con su veneno, sabía que lo nuestro no era esa palabra a la que todos llamaban ¿amor? — expresó muy seguro —. ¿Quieres saber con quién estoy ahora?

Desde aquí lo sentía muy tenso, estaba calculando las palabras exactas para decirlas.

—Bien, pues esa hermosa chica que si vale la pena es Brenda Hewitt— responde y yo me quedo helada sin saber reaccionar, me olvido como respirar porque todos posan su mirada en mí, soy el centro de atención. Sigo quieta, me congelo como una estatua.

¿Yo?

—Ella es increíble, y no quieran llamarla de otra manera, es diferente a todas las demás y por primera vez puedo decir qué, estoy enamorado.

¿Qué diablos está haciendo?

—Pues hacen una hermosa pareja — añadió la rubia —, esperemos que enserio dure su relación —comentó con una mirada gélida y seguidamente ella se bajó del escenario dejando a un Hansel muy vulnerable.

Había un incómodo silencio, hasta que nuevamente comenzó a sonar la música.

—Espero que Ramiro tenga la suficiente paciencia para aguantarte — contradijo gritando ya bajándose del escenario.

—Una hermosa pareja de perdedores — la oí claramente por que los dos estaban abajo del escenario y yo estaba cerca de ellos —. Eso es lo que son y serán juntos, no te preocupes por tu amigo, él y yo disfrutaremos mucho.

—Ella es más que eso, y si crees que esa ridícula declaración hizo algo conmigo te equivocas.

—Pues, entonces ¿porque siento que quieres llorar y golpear todo lo que se te atraviese? — ella sonríe y luego se va.

No puedo decir nada, tan sólo estoy ahí sin omitir ninguna palabra, de verdad estoy muy sorprendida por la reacción de Hansel. Se dirige junto a mí, se acerca tan cerca hasta que pronuncia algunas palabras:

—Cambio de planes princesa, el baile ahora puede esperar — dice con una voz tan suave y delicada.

¿Creo que quiere llorar? no lo sé y no es mi asunto pero ahora estoy en un lío. No entiendo absolutamente nada de lo que acaba de pasar.

Hansel toma mis manos y reacciono al sentirlo, me lleva con él fuera del studio.

—No digas nada ahora, sólo ve y cámbiate o tendrás un resfrío princesa — pronuncia esas palabras y yo lo miro detenidamente.

Por alguna razón no quiero insultarlo ni nada entonces decido marcharme y aceptar lo que dijo. En otro momento deberemos hablar de lo que ha ocurrido hoy.

Sinceramente no sé cómo se estará sintiendo en estos momentos, de porque actuó de tal forma y dijo todas esas mentiras refiriéndose a mí, pero de lo que si estoy segura es que duele que te destrocen el corazón de una manera tan horrible como lo hizo Helen, decir todo eso en frente de millones de gente era una locura.

Es que uno jamás llega a estar preparado para que te rompan el corazón en mil pedazos, sin piedad alguna. Ver como todo se desvanece y cae ante ti, jamás me ha pasado y espero no hacerlo, pero es lo que uno sabe cuando se enamora. Nos arriesgamos entregando todo por amor aun sabiendo que podemos salir heridos de algo tan hermoso.

Todo lo que alguna vez viste y amabas de esa persona se oculta, como las nubes grises tapan al sol, este se derrumba y te quedas preguntándote de como pudiste enamorarte y entregarle tu corazón a esa persona que se suponía que debía cuidarlo y amarlo, no golpearlo y romperlo en miles con la intención de que jamás sanara.

Dicen que el tiempo lo cura todo, pero muchas veces no siempre lo hace…