Mino era mi pareja desde hace tres años ya.
Era un chico dulce, bajito y delicado, de piel blanca y lindos ojos grises que no mostraban mas que inocencia pura. Mino tenía 19 años, siendo 10 años menor que yo, pero aún así, aparentaba tener mucho menos, quizás apenas 15 o 16.
Nos habíamos conocido en el centro comercial mientras lo había pillado mirándome por una rendija de los probadores y con una erección entre las piernas, cosa que me hizo darme cuenta de que su dulce apariencia no era más que eso: una apariencia.Desde entonces gustábamos de tener encuentros sexuales rudos durante la mayor parte de las veces, aunque eso no restaba el amor que yo sentía por él.Me gustaba complacerlo y hacerlo sentir bien, pero a Mino le complacía más complacerme, siendoMino se sienta sobre mis piernas juntas y le cojo de la cintura pegándolo más a mi y atrayendo a besarlo, y al momento siento como me corresponde de manera experta, tan delicioso como siempre lo hace.Cuando veo que cierra los ojos le muerdo los labios sin previo aviso y le hago sangrar, el líquido corre por su mandíbula y yo recorro el camino que sigue con la lengua. Mino gime de dolor apenas reacciona, así que me alejo y en ese momento le miro a los ojos para mostrarle que ed un castigo, y que el que manda soy yo.– De rodillas - le ordeno.Él obedece al instante y se deja caer en sus rodillas poniendo las manos sobre sus muslos. Después agacha la mirada a su regazo y yo hago lo mismo, mirando la erección que se le ha formado. Quiero probarlo, quiero hacerlo pero también quiero que él me pruebe.
Cris era un chico que vivía a unas casas de la mía y había sido mi vecino de toda la vida. Vivía con su madre únicamente y la gente siempre solía hablar de ellos dada la forma en que Cris actuaba en público. Era "el mal ejemplo" de la cuadra.Era un chico amanerado de ademanes delicados, vestía siempre prendas muy entalladas y si bien no tenía muchos atributos, su cuerpo era esbelto y fino, casi tanto como el de una chica; para rematar, tenía una larga cabellera castaña y de suaves rizos.A mí siempre me había llamado la atención la manera de ser tan particular que tenía, era seguro de él mismo pero al mismo tiempo un tanto tímido, además la forma en la que caminaba contoneando las caderas siempre me resultóprovocadory era lo que m
- Linda - completó él mirándose en el espejo.Me acerqué a pararme tras él y no pude evitar tomarle por la cintura mientras ambos contemplábamos su reflejo, y después acerqué mi nariz a su cuello aspirando su aroma. Cris suspiró ante mi tacto y se dejó hacer, poniendo sus manos sobre las mías.Me sonrió tan feliz y tan agradecido, que en ese momento me prometí mentalmente que haría todo lo posible para mantener esa sonrisaA partir de ese día todas las tardes íbamos a su casa y entre los dos la dedicábamos a cambiarle ellook, la ropa que había en el armario de su madre era más extravagante y colorida que la ropa que había en mi casa, así que pasábamos horas y horas armandooutfitsque Cris me
A las 3:30 ha estábamos llegando al hotel más cercano, nos alcanzaba apenas para una habitación sencilla pero al menos era bonita. Era un cuarto de paredes blancas con techo y piso color crema, había una ducha, un armario, un televisor, y una enorme ventana que daba hacia la calle, estábamos en el segundo piso así que la vista no era tan mala.En medio la habitación había una cama matrimonial, porque claro que dormiríamos juntos, porque ahora éramos una pareja. Sobre la cama estaba Cris comenzando a desvestirse, y y yo lo miraba desde la ventana. Me acerqué a él por la espalda, dejando que sintiera mi cuerpo caliente por el alcohol.«Y por otra cosa»Besé su cuello con delicadeza, haciendo a un lado su cabello largo para
[Secuela del capítulo anterior]Habían pasado algunos meses desde que Cris y yo nos habíamos hecho novios oficiales, día con día construiamos una relación más... Particular.Después de conocerlo un poco más, le ayudé a aceptarse como él era, y con el tiempo comenzó a mostrarse más a su manera en público, al principio de manera sutil, con pequeños detallitos femeninos, u últimamente saliendo a la calle con faldas y vestidos que enmarcaban su hermosa silueta. Por otro lado él me había ayudado a trabajar mi autoestima ayudándome a ver y sentir que mi heterocromia era algo que me hacía especial, por lo menos a sus ojos.En cuanto al sexo... A mí
Sonreí.Sin más preámbulo liberé su pene y lo llevé a mi boca, él soltó un gritito un poco sorprendido y se removió sensualmente en la cama, empujando sus caderas más dentro de mi boca, y yo lo recibí gustoso al tiempo que buscaba la colita entre sus piernas. Cuando la encontré, tiré de ella suavemente.- Mmmmgh, si, si - gemía él. Cuando la pieza salió de su cuerpo la tomé en mis dedos y busqué volver a guiarla a su entrada.Todo eso causaba en Cris una curiosa reacción de gemidos, jadeos, gritos, ligeros temblores, haciendo de todo un espectáculo para mí. Me encantaba verlo de esa forma.Una vez
Cuando traje a Dorian a casa jamás imaginé llegar a ser lo que somos.Dentro de toda la mafia que mi familia controlaba había ciertas "reglas" para mantener la convivencia entre distritos, y es por eso que cuando supe que el distrito vecino había jugado sucio me enfadé y decidí enfrentarlos.Nuestros negocios se limitaban a traficar drogas y armas, pero ellos habían comenzado a secuestrar gente para ganar más dinero y claro, poder comprar más acciones y negocios. Un trabajo sucio. Y la primera víctima de ello había sido Dorian.Recuerdo haberlo rescatado del sótano después de haber matado a mi supuesto socio en la planta alta de su casa.Dorian estaba encadenado al suelo, desnutrido y ojeros
El resto de la tarde continúe en la oficina trabajando: números, finanzas, dinero, negocios, llamadas, discusiones, era el trabajo de todos los días que ciertamente comenzaba a hartarme ya.Así solían ser todos los días para mí, a excepción de los domingos quizás, cuando pasaba el día con Dorian y salíamos a pasear a lugares alejados del centro, eran los únicos momentos que realmente disfrutaba porque el chico me hacía reír y... Me hacía feliz, sobre todo cuando reía y me agradecía por cosas pequeñas que hacía por él.Dorian había sido para mí el regreso de la alegría a mi vida después de que perdí todo como él. Mis padres murieron de la misma forma: a manos del negocio que ellos mismos habían ini