FUEGO
FUEGO
Por: Gaby González
Prologo

Pronto se cumplirá un puto año de su partida y no logro olvidarme de ella. Me duele solo vivir de recuerdos en mi memoria y no hacer nuevos junto a ella; no hacer recuerdo junto a nuestros hijos.

Kaem y Saskia Ivanov Duarte, mis angelitos. Mis hijos no pudieron conocer este mundo, no pudieron conocer a sus padres que los esperaban con tanto anhelo.

Me encuentro en el aeropuerto de Estrasburgo <Francia>. Me fui de Rusia al mes de la muerte de Arabella, no quería estar en el mismo sitio donde fue mi ruina. Iba a irme en mi jet privado pero tenía unas fallas técnicas por lo que compré un billete a primera clase.

Todavía falta una hora y media para mi vuelo así que recorro dicho sitio para pasar el rato. Cuando voy caminando veo a una mujer igualita a Arabella, tiene su melena más larga. Está sentada hablando por teléfono. Parpadeo varias veces y ahí todavía se encuentra, me encamino hacia ella pero varias personas se me atraviesan.

Cuando llego a su dirección el asiento estaba vacío. Maldigo al mundo por estar en esta situación, no es la primera vez que me pasa; aunque me duela tengo que sacarla de mi mente y corazón porque así jamás podré avanzar.

Cuando vaya a Italia iré a su tumba y me despediré con el corazón hecho pedazos.

No seré el mismo hombre de antes pero si uno mejor a mi conveniencia. Un hombre al que no le volverá a entregar su corazón a ninguna mujer, un hombre que tendrá sexo cuantas veces quiera pero sin una relación de por medio. Siento que tengo una maldición y si cada vez que tenga a alguien querido me lo arrebatan; prefiero mil veces quemarme en el fuego del infierno que ser lastimado.

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