Arabella
Me quedo ahí parada incrédula de lo que estoy escuchando, siempre me ha llamado la atención la mitología griega pero nunca pensé que un tema de alto calibre me éste pasando en estos momentos. La psíquica me señala un banquito del parque para que me siente con ella.
— Por el amor de Dios Arabella esto son puras mentiras. — dice Akem con los niños entre sus brazos.
— Tu cállate envidioso — le saco la lengua — estas así porque me dijeron fue a mí y a ti no. — él ríe y se sienta en el banco de enfrente.
La señora me coje mi mano derecha y empieza a decir cosas que no entiendo absolutamente nada. Pero al cabo de unos minutos ella abre los ojos sobres
POV VALENTÍNSentado en la sala de emergencia con el corazón roto en mil pedazos. Mi reina la luz de mis ojos se ha ido, perdí a mi primera sobrina y ahora también a la última; Mi pequeñuela estaba feliz por ser madre, por conocer a esos dos bebés que estaban creciendo en sus entrañas y le han quitado esa oportunidad.¿Como una persona que ha ayudado a la humanidad puede acabar así?Esta vida tiene muchas cosas inexplicables, mi hermana anda echa un mar de lágrimas. Todavía Massimo no sabe que Arabella falleció ya que le andan saturando la herida; Akem viene en silla de ruedas con Boris. Su brillo en los ojos se ha apagado, su mirada está perdida llena de lágrimas, siempre lo he visto como un hombre frío y prepotente p
AkemJamás sacearé estas ganas que le tengo a mi pequeña, algunos me podrán tachar de que solo estoy con ella por su forma de follar pero la verdad es otra. Estoy enamorado de su alma tan humanitaria, es una mujer decidida, arrogante, creída y sensual pero así quedé prendido desde el momento que coincidimos en la calle. Sus ojos azules zafiro te hipnotizan y ya no puedes echarte para atrás, su sonrisa irradia pura luz, sus labios pareciera que fuera la fruta prohibida porque te incitan a pecar.Ella ahorita se encuentra en la pequeña recámara de mi jet privado, me preocupa los mareos que ha tenido. Primero fue en la gala y ahora hoy; algo en mí dice que son los efectos del coma pero...¿Y si está embarazada? ArabellaAl escuchar el grito de Franco hace que mi corazón se acelere, siempre busqué la manera de contactar con él y Chiara pero Owen me tenía vigilada. Le entrego a mi hijo a Jimena y salgo corriendo a sus brazos, él me ataja en el aire; nuestra alegría es tan notoria que empezamos a llorar.— No sabes la falta que me hiciste. — me susurra al oído — Te amo tanto mi muñeca. — Chiara se acerca, me bajo y me dirijo hacia ella.— ¡Parce! — gritamos las dos, nos damos un efusivo abrazo cayendo a la arena.Nos quedamos abrazadas por un buen rato allí chillando como Magdalenas. Se acerca un hombre moreno de una dentaCapitulo 10
AkemLa noticia me tomó desprevenido pero no voy a negar que me emociona. Me acuerdo perfectamente cuando ambos decíamos en la universidad que no tendríamos hijos, ni que andariamos detrás de una mujer y la saliva nos cayó en la cara. Ahora los dos somos unos desquiciados enamorados de unas mujeres extraordinarias.— Pero qué noticia más bacana. — dice mi diosa en colombiano — No sabes lo felíz que me hace saber que voy a ser tía.— Vamos a ser tíos — le corrige Franco — ahora solo falto yo. — sube y baja las cejas.— Pronto se te cumplirá ese honor cariño. — Le dice Arabella y Franco sonríe.Todo pasa en
OwenMi cabeza da vueltas con el pensamiento de que mi mujer está con el maldito de Akem. Se que no ha recuperado la memoria porque para que eso pase algunas de sus neuronas se quemaran y quizás quede en el limbo. Iván le suministraba un tratamiento para borrar su memoria a corto plazo pero no era para nada riesgoso ya que él siempre dijo que tarde o temprano ella recordaría absolutamente todo.Al principio estuve de acuerdo pero al pasar el primer mes de que supuestamente yo era su marido me encapriche más con ella, verla dormir profundamente en mi cama hacía que mi amor hacia ella creciera más.Un día cuando llegué de la Central Francesa escuché una conversación que tenían Iván y Valentín. Donde el doctorcito le decía q
ArabellaYa han pasado dos días desde lo ocurrido en las islas Maldivas. Akem y yo nos despedimos en el aeropuerto privado de París ya que tenía que recoger algunas cosas para poder irme a Marsella y él se fue a Estrasburgo. Nuestros hijos lloraron cuando vieron a su padre subirse nuevamente en su jet; mi corazón se removió. En este fin de semana él me demostró tantas cosas que en meses no he experimentado con Owen. Su manera de mirarme, tocarme, follarme, mimarme y sorprenderme me estremece.Estoy en el baño lavándome los dientes para poder irme a acostar, mañana tengo una reunión muy importante en mi fundación. Me doy una última mirada en el espejo y puedo notar que tengo leves ojeras, no le presto atención y salgo de allí. Me sorprende ver a Owen con dos copas de vino y
AkemLlegué a Marsella aproximadamente a las siete de la mañana. Fármacos Industry Ivanov tiene una sucursal en esta ciudad por lo que cambié a esta como la central; me sentí muy mal cuando mis hijos lloraban al verme marchar y mi pequeña tenía en sus preciosos ojos pura tristeza. Es increíble que nuestro reencuentro haya sido todo tan rápido, un viernes nos vimos después de casi un año donde logré notar que pueden pasar días, semanas, meses, años o hasta siglos y mi amor hacia ella jamás cambiará.Estoy esperando en mi coche unos trámites de suma importancia que me pasarán por correo para poder subir a la Junta que hará mi principessa, ella no tiene ni la más remota idea de que me mudé para acá. Mientras espero observo por la vent
AkemEse maldito infeliz me tiene alto con su inmadurez, el puede tener la mujer que quiera pero menos a Arabella, porque ella ya tiene alguien que la ame y la valore. Soy un mafioso frío pero jamás estaré de acuerdo con las violaciones, eso es una aberración. Cada mujer tiene el derecho de decidir con quien follar, Owen tocó lo más preciado que tengo en mi vida. Voy conduciendo con la máxima velocidad, me importa una reverenda mierda el tránsito; ese imbécil debe estar en el Cuartel Militar y no me importa matarlo ahí mismo.La corneta de un coche toca desde atrás de mi Ferrari, miro por el retrovisor y es el coche de mi pequeña. Si hablo con ella es capaz que con sus hipnotizantes ojos me convenza de no hacer nada así que hago caso omiso. Llego a la dichosa central, me bajo del coche, en la