Akem
La noticia me tomó desprevenido pero no voy a negar que me emociona. Me acuerdo perfectamente cuando ambos decíamos en la universidad que no tendríamos hijos, ni que andariamos detrás de una mujer y la saliva nos cayó en la cara. Ahora los dos somos unos desquiciados enamorados de unas mujeres extraordinarias.
— Pero qué noticia más bacana. — dice mi diosa en colombiano — No sabes lo felíz que me hace saber que voy a ser tía.
— Vamos a ser tíos — le corrige Franco — ahora solo falto yo. — sube y baja las cejas.
— Pronto se te cumplirá ese honor cariño. — Le dice Arabella y Franco sonríe.
Todo pasa en
OwenMi cabeza da vueltas con el pensamiento de que mi mujer está con el maldito de Akem. Se que no ha recuperado la memoria porque para que eso pase algunas de sus neuronas se quemaran y quizás quede en el limbo. Iván le suministraba un tratamiento para borrar su memoria a corto plazo pero no era para nada riesgoso ya que él siempre dijo que tarde o temprano ella recordaría absolutamente todo.Al principio estuve de acuerdo pero al pasar el primer mes de que supuestamente yo era su marido me encapriche más con ella, verla dormir profundamente en mi cama hacía que mi amor hacia ella creciera más.Un día cuando llegué de la Central Francesa escuché una conversación que tenían Iván y Valentín. Donde el doctorcito le decía q
ArabellaYa han pasado dos días desde lo ocurrido en las islas Maldivas. Akem y yo nos despedimos en el aeropuerto privado de París ya que tenía que recoger algunas cosas para poder irme a Marsella y él se fue a Estrasburgo. Nuestros hijos lloraron cuando vieron a su padre subirse nuevamente en su jet; mi corazón se removió. En este fin de semana él me demostró tantas cosas que en meses no he experimentado con Owen. Su manera de mirarme, tocarme, follarme, mimarme y sorprenderme me estremece.Estoy en el baño lavándome los dientes para poder irme a acostar, mañana tengo una reunión muy importante en mi fundación. Me doy una última mirada en el espejo y puedo notar que tengo leves ojeras, no le presto atención y salgo de allí. Me sorprende ver a Owen con dos copas de vino y
AkemLlegué a Marsella aproximadamente a las siete de la mañana. Fármacos Industry Ivanov tiene una sucursal en esta ciudad por lo que cambié a esta como la central; me sentí muy mal cuando mis hijos lloraban al verme marchar y mi pequeña tenía en sus preciosos ojos pura tristeza. Es increíble que nuestro reencuentro haya sido todo tan rápido, un viernes nos vimos después de casi un año donde logré notar que pueden pasar días, semanas, meses, años o hasta siglos y mi amor hacia ella jamás cambiará.Estoy esperando en mi coche unos trámites de suma importancia que me pasarán por correo para poder subir a la Junta que hará mi principessa, ella no tiene ni la más remota idea de que me mudé para acá. Mientras espero observo por la vent
AkemEse maldito infeliz me tiene alto con su inmadurez, el puede tener la mujer que quiera pero menos a Arabella, porque ella ya tiene alguien que la ame y la valore. Soy un mafioso frío pero jamás estaré de acuerdo con las violaciones, eso es una aberración. Cada mujer tiene el derecho de decidir con quien follar, Owen tocó lo más preciado que tengo en mi vida. Voy conduciendo con la máxima velocidad, me importa una reverenda mierda el tránsito; ese imbécil debe estar en el Cuartel Militar y no me importa matarlo ahí mismo.La corneta de un coche toca desde atrás de mi Ferrari, miro por el retrovisor y es el coche de mi pequeña. Si hablo con ella es capaz que con sus hipnotizantes ojos me convenza de no hacer nada así que hago caso omiso. Llego a la dichosa central, me bajo del coche, en la
ArabellaSiento un vuelco en mi corazón, me estoy volviendo loca no sé en qué creer o a quien creer; escucho voces en mi mente de ambos sexos. Estoy desesperada, tengo un vacío en mi mente. Necesito gritar para ver si así calmo estos demonios que me arrastran a la oscuridad, estoy agotada de fingir ser alguien que no soy.¿Dónde está la mujer dominante?¿Dónde está la mujer que hacía lo que quería?¿Dónde está la mujer que no se dejaba pisotear?No valgo nada, soy insignificante, primera vez en mi vida que siento que no sirvo para nada. Dicen amarme y me traicionan, dicen que me protegerán y me lastiman;
AkemComo extrañaba amanecer a su lado, ver las facciones de su rostro, sus pestañas largas y abundantes, esos labios carnosos que cuando lo besas te pierdes en su paraíso, esa nariz pequeña y perfilada; su melena negra esparcida por toda la almohada. Mi hogar, mi refugio es junto a ella y mis hijos; me enerva la sangre al ver a mi mujer decaída, sin prosperar un futuro, han destruido ese caparazón que tenía y han dejado que esa luz que resplandecía se llenara de una oscuridad a la cual ella no está acostumbrada.Para mí es algo normal porque nací y crecí en las tinieblas, represento la guerra, así que haya o no claridad sigo adelante como el guerrero que soy. Pero a mi pequeña no se lo permito ya que ella es ese punto de iluminación que guía en la tenebrosidad.
ArabellaBajé a desayunar para ver si así calmo el cabreo que tengo. Ese maldito idiota me ha dejado con las putas ganas dos veces y no crea él, que la tercera es la vencida; Jimena le está dando de comer a los mellizos en el gran jardín, mientras que yo estoy desayunando con la señora de servicio en la cocina. No comeré con él y ya verá como me las cobraré, la señora Andreina tiene un sentido del humor increíble, es una latina de nacionalidad mexicana.Es una morena de cabello negro y lacio, solamente he hablado con ella ayer en la noche y hoy, parecieramos comadres de toda la vida.— Andreina ¿has visto.... — entra Akem con el móvil en la mano que al verme corta lo que iba a decir — aquí estás peque&nt
Mientras que Arabella tenía sentimientos encontrados por el beso con Fabrizio; Akem estaba en Rusia colocando en su lugar a todos esos vejetes de la Bratva, muchos lo tachan como un hombre sin carácter ya que él es más pacífico a la hora de actuar. Esa hermandad está acostumbrada a que los líderes sean sangrientos, arrogantes y prepotentes, que con una sola mala mirada ya seas hombre muerto.Akem golpeaba la mesa cada vez que unos de los integrantes del comité contradecía sus palabras. Hay miles de reglas en la Bratva y una de ellas es reconocer a tus descendientes, ellos son de sangre fría, no les temblaría el pulso para asesinar a unos chiquillos. Él enfurecido, se levantó de su asiento, cogió su arma y le disparó en la cabeza a uno de ellos; el espacio se inundó de un silencio escalofriante, u