Por la noche, entre en el cuarto de baño para ducharme, ya que tenía que acompañar a Devon a una especie de evento, después volví al dormitorio mientras me secaba el cuerpo y el pelo para poder vestirme con el vestido que el eligio para mi, viendo encima de la cama, un conjunto de lenceria negra precioso, lo cogí sintiendo lo suave de la seda del sujetador y del tanga. — ¿Te gusta? lo he escogido especialmente para que te sintieras guapa con el puesto — me dijo Devon, poniendo sus manos en mi hombros, besando mi cuello— Es, es precioso señor, gracias — le dije— Acabemos con todo eso Alice, eres mi mujer y yo tu hombre, no quiero que vuelvas a llamarme señor, solo haz que cuando te desee no encuentre impedimentos en ti, tu ya sabes cuanto te amo — me dijo— Gracias, pero sin_____— Preguntas, sin decirme !! NO ¡¡, sólo puedes decir si, cuando te desee — me dijo — Esta bien Devon, seré la mujer perfecta que deseas que sea, no tendrás que volver a castigarme, te lo prometo— le dije—
Ni por un momento, pensé en ir a buscar a Devon, una vez que me fui corriendo de la fiesta, empecé a andar por el arcén de la carretera, como me dolían los pies por culpa de los zapatos, me paré un momento para quitarmelos, mientras lloraba. Una vez que me los quité seguí andando con ellos en la mano sin tener ni idea de adonde me iba a dirigir. Aunque escuché una sirena y varias luces que se movían, parando el coche al lado mio, me dio lo mismo y seguí andando perdida en medio de la noche.— Señorita ¿que hace por aquí a estas horas? ¿no sabe que es peligroso? — me dijo un policía, que bajó de su coche, cogiéndome del brazo para que me parara— Déjenme en paz, ya soy mayorcita — le grite, siguiendo andando por aquella zona— Vamos señora, suba al coche, la llevaremos a su casa — me dijo el policia, cogiendo mi brazo, intentando obligarme a entrar en el coche—- No quiero, ya le he dicho que me deje tranquila, marchense — le dije al darme cuenta que eran dos los policías— Vamos seño
Cuando salimos de comisaría, lo primero que vi enfrente fue la limusina de Devon, que al verme con mi amiga, con Marco y con dos policías que nos acompañaron hasta la puerta, arrancó enseguida su chofer el vehículo marchándose de aquel lugar. Andamos un poco, subiendo a la limusina de Marco, que aunque yo no estaba de acuerdo, ya que deseaba irme con mi amiga, pero en parte me daba lo mismo ya que estaba muy cansada y quería dormir, para recuperar las fuerzas y así poder al día siguiente ir a la casa de Devon y recuperar a mi hijo.— Alice ¿dónde está Junior? — me pregunto mi amiga— Lo tiene Devon en su casa, mañana iré a por mi hijo, quiero recuperarlo — le dije— Yo iré contigo, tiene a mi hijo y ese cerdo es un asesino, a menos que quieras tu tambien ser una delincuente y vuelvas junto a él — me dijo Marco—- Fui al hotel para hablar contigo y me abrió tu novia, asi que si me quiero quedar a vivir con Devvon y ser suya, a ti te tiene que dar lo mismo — le dije— De eso hablaremos
Después de desayunar Marco se marchó a su despacho para trabajar, quedándome yo en la cocina para ayudar a mi nana a recoger y preparar la comida. Una vez que ya no tenía nada que hacer, me fui al despacho, toque la puerta con los dedos entrando después mirándome Marco mientras me sonreía.— ¿Puedo quedarme un rato contigo? — pregunte— Ven aqui, sientate en mis piernas — me dijoUna vez que ya me senté, me rodeo la cintura con sus brazos, pegando nuestros labios en un suave y sensual beso— ¿Te ha llamado la policía? necesito que hagan algo, nuestro bebe está en peligro sin mi – le dije— No se nada, si quieres, podemos ir a la comisaría y preguntamos, esta noche me acercaré a la casa de ese payaso, y si veo que está, yo mismo me encargare de traer a nuestro hijo a nuestra casa — respondió— Marco es peligroso que vayas tu solo, no quiero que a ti también te haga daño — le comente— Tranquila mi amor, anda vístete y vamos a preguntar a la policía —— No tengo ropa Marcó, ¿como no qu
Los días fueron pasando y la casa se me caía encima, Marcó todos los días se iba a la clínica a trabajar, mientras nana aunque quería animarme, no podía ya que yo solo pensaba en cómo rescatar a mi bebe de las manos de Devon,ya que iba creciendo sin sus padres y temía que él se lo diera a algunos de sus fieles para que lo criara. Marco y yo no teníamos vida privada, porque cada vez que me tocaba me ponía a llorar y aunque me decía que estuviera tranquila que me comprendia, yo sabía que el tambien estaba sufriendo, Así que un dia decidi que tenia que hacer algo, ya que sentía que Marco que se iba alejando cada dia mas de mi con la excusa de que tenía trabajo, encerrándose siempre en su despacho. Devon gracias a Dios que no consiguió dejarme embarazada, aunque hubo unos días que Marco me preguntaba si tenía el periodo, que era lo que más preocupado le tenía. Un dia que vino Bianca a casa, nos fuimos de compras, ya que necesitaba salir y olvidarme un poco de todos mis miedos, Nos fuimos
Estuve una hora solo con mi pequeño en mis brazos acunando, besándolo y cantándole alguna nana, hasta que la niñera me lo quito cogiendolo ella en sus brazos.una vez que lo acostó en su cuna, me tuve que marchar con Devon, entrando los dos en su dormitorio, mientras mi cuerpo no dejaba de temblar, poniéndose Devon delante de mí, acariciando mi mejilla con su mano— Tranquila pequeña, esta noche no voy a hacerte nada, cuando ese niño ya esté fuera de mi casa, empezaremos a buscar a nuestro hijo — me dijo— Devon por favor, tienes más mujeres, ¿por qué, yo?¿porque tengo que ser yo la que te de un niño que no será querido ya que tendrá unos padres que no se aman? yo amo a Marco y no quiero estar aquí contigo — le dije— Alice por favor, no me hagas esto, puta (PLASH, PLASH) , dos bofetadas – Al día siguiente cuando me desperte, me levante enseguida acercándome al dormitorio de mi hijo pero cuando intente abrir la puerta, me pude dar cuenta de que estaba cerrado con llave— Si buscas a
Estuve contándole toda la penuria que tuve que pasar hasta que pude escapar, mientras lloraba, acercandome uno de los policías un cafe— Hemos llamado a su pareja, diciéndole que está usted aquí, la verdad que estaba muy preocupado por la manera en que usted desapareció, aunque el señor Torino ya viene hacia aquí para llevarsela a su casa— me dijo el inspector Pocos minutos después, la puerta de aquel despacho, se abrió de golpe viendo entrar a Marco. Me levanté enseguida, abrazandonos los dos, besándome Marco sin cesar, quedando el inspector mirándonos algo extrañado por el comportamiento de Marco, ya que me besaba de tal forma que parecía que estuviéramos solos Nos despedimos del inspector dándole gracias, marchandonos de la comisaría hacia donde la limusina de Marco estaba aparcada. Al llegar al edificio donde vivía Marco, el chofer aparco en el parking, bajando Marco y yo, para subir al ascensor. Una vez que entramos en casa, se acercaron a nosotros mi nana y Bianca que me estab
Pocos minutos después, escuchamos cerrarse la puerta de la casa, mirándonos mi nana y yo, sabiendo que acababa de llegar Marco, viendo como entraba en la sala. Aunque se acercó para darme un beso, rechace su caricia, en esos momentos no quería mimos de nadie Marco se sentó a mi lado, mirándome extrañado, pero por un momento no le dio importancia a mi rechazo, intentando otra vez cogerme la mano, acercando su cara a mi mejilla para darme un beso.— Buenos ya estás aquí, ahora quiero saber donde está mi pequeño — le dije muy seria— Nana, ¿se ha tomado la pastilla que te di para ella? — preguntó Marco, asintiendo mi nana— Alice mi amor, lo que te vamos a contar, se que no te va a gustar, pero necesito que estés tranquila por favor — me dijo Marco— Por favor, deja de dar rodeos y dime dónde está — le respondí— Yo estaba ese dia de guardia en la clínica, cuando me llamaron del hospital donde diste a luz, me dijeron que necesitaban verme por un caso que les había llegado, me fui hacia e