Los días fueron pasando y la casa se me caía encima, Marcó todos los días se iba a la clínica a trabajar, mientras nana aunque quería animarme, no podía ya que yo solo pensaba en cómo rescatar a mi bebe de las manos de Devon,ya que iba creciendo sin sus padres y temía que él se lo diera a algunos de sus fieles para que lo criara. Marco y yo no teníamos vida privada, porque cada vez que me tocaba me ponía a llorar y aunque me decía que estuviera tranquila que me comprendia, yo sabía que el tambien estaba sufriendo, Así que un dia decidi que tenia que hacer algo, ya que sentía que Marco que se iba alejando cada dia mas de mi con la excusa de que tenía trabajo, encerrándose siempre en su despacho. Devon gracias a Dios que no consiguió dejarme embarazada, aunque hubo unos días que Marco me preguntaba si tenía el periodo, que era lo que más preocupado le tenía. Un dia que vino Bianca a casa, nos fuimos de compras, ya que necesitaba salir y olvidarme un poco de todos mis miedos, Nos fuimos
Estuve una hora solo con mi pequeño en mis brazos acunando, besándolo y cantándole alguna nana, hasta que la niñera me lo quito cogiendolo ella en sus brazos.una vez que lo acostó en su cuna, me tuve que marchar con Devon, entrando los dos en su dormitorio, mientras mi cuerpo no dejaba de temblar, poniéndose Devon delante de mí, acariciando mi mejilla con su mano— Tranquila pequeña, esta noche no voy a hacerte nada, cuando ese niño ya esté fuera de mi casa, empezaremos a buscar a nuestro hijo — me dijo— Devon por favor, tienes más mujeres, ¿por qué, yo?¿porque tengo que ser yo la que te de un niño que no será querido ya que tendrá unos padres que no se aman? yo amo a Marco y no quiero estar aquí contigo — le dije— Alice por favor, no me hagas esto, puta (PLASH, PLASH) , dos bofetadas – Al día siguiente cuando me desperte, me levante enseguida acercándome al dormitorio de mi hijo pero cuando intente abrir la puerta, me pude dar cuenta de que estaba cerrado con llave— Si buscas a
Estuve contándole toda la penuria que tuve que pasar hasta que pude escapar, mientras lloraba, acercandome uno de los policías un cafe— Hemos llamado a su pareja, diciéndole que está usted aquí, la verdad que estaba muy preocupado por la manera en que usted desapareció, aunque el señor Torino ya viene hacia aquí para llevarsela a su casa— me dijo el inspector Pocos minutos después, la puerta de aquel despacho, se abrió de golpe viendo entrar a Marco. Me levanté enseguida, abrazandonos los dos, besándome Marco sin cesar, quedando el inspector mirándonos algo extrañado por el comportamiento de Marco, ya que me besaba de tal forma que parecía que estuviéramos solos Nos despedimos del inspector dándole gracias, marchandonos de la comisaría hacia donde la limusina de Marco estaba aparcada. Al llegar al edificio donde vivía Marco, el chofer aparco en el parking, bajando Marco y yo, para subir al ascensor. Una vez que entramos en casa, se acercaron a nosotros mi nana y Bianca que me estab
Pocos minutos después, escuchamos cerrarse la puerta de la casa, mirándonos mi nana y yo, sabiendo que acababa de llegar Marco, viendo como entraba en la sala. Aunque se acercó para darme un beso, rechace su caricia, en esos momentos no quería mimos de nadie Marco se sentó a mi lado, mirándome extrañado, pero por un momento no le dio importancia a mi rechazo, intentando otra vez cogerme la mano, acercando su cara a mi mejilla para darme un beso.— Buenos ya estás aquí, ahora quiero saber donde está mi pequeño — le dije muy seria— Nana, ¿se ha tomado la pastilla que te di para ella? — preguntó Marco, asintiendo mi nana— Alice mi amor, lo que te vamos a contar, se que no te va a gustar, pero necesito que estés tranquila por favor — me dijo Marco— Por favor, deja de dar rodeos y dime dónde está — le respondí— Yo estaba ese dia de guardia en la clínica, cuando me llamaron del hospital donde diste a luz, me dijeron que necesitaban verme por un caso que les había llegado, me fui hacia e
Marco retiró la ropa de la cama, poniéndose de rodillas en mis piernas, no dejandome movimiento, aunque le pegue, le arañe, le mordí, pero nada pude hacer, solo que viendo que estaba bastante borracho— Eres mi mujer y como tal te vas a comportar esta noche, abre las piernas, te deseo y te voy a follar te guste o no — me dijo— Suéltame, estás borracho — le dije— Muy cierto Alice, pero la culpa es tuya, — me dijo atando mis muñecas con su cinturón a la cabecera de la cama— ¿Cuánto tiempo te creías que iba a estar sin hacerte mia? dime o prefieres que coja tu cuerpo como si fueras una puta, pagándote después, ¿es eso lo que hacía Devon contigo? follarte y luego pagarte, pues soy tu esposo y tengo mis derechos — me dijo— Marco suéltame, además no estamos casados, no le pertenezco a nadie — le grite— Alice cariño, ¿qué te pasa, te he escuchado gritar? — escuche a Nana mientras golpeaba la puerta— Nana no pasa nada, ella esta bien, acuéstate — le dijo Marco— Dime que no deseas que
Marco cogió su ropa, marchándose del dormitorio dando un fuerte portazo, entre en el cuarto de baño, me duche, vistiendome después, ya que mi amiga estaba a punto de llegar y yo aún tenía que guardar mis cosas.Cuando Bianca llegó, saqué mi equipaje ayudandome ella, mirándome nana con lágrimas en sus ojos— Alice ¿lo has pensado bien? — me pregunto mi nana— Si, necesito apartarme de él, necesito averiguar que debo de hacer, sabes que lo he pasado muy mal y necesito tiempo para mi — le dijeMi amiga y yo cogimos el equipaje, pero cuando fui a cerrar la puerta, crucé mi mirada con la de Marco que estaba junto a mi nana, haciéndo que me sintiera culpable por dejarlo, pero necesitaba vivir en mi espacio para saber si era verdad que lo amaba tanto como para pasar toda la vida con el. Nada más acercarnos Bianca y yo a su coche, me quede por un momento inmovil, viendo la limusina que estaba aparcada enfrente nuestra— ¿Qué pasa Alice? ¿se te ha olvidado algo? — me pregunto— Devon, — fue lo
Me levanté del sofá, acercándome al despacho, al estar la puerta abierta, entré sin tener que llamar, viendo a Marco con una rodilla en el suelo, y una cajita en sus manos que contenía un anillo, mirándome mientras me sonreía— Hemos pasado mucho los dos, pero tu me has hecho muy feliz muchas veces, te quiero y deseo que pases el resto de mi vida contigo, ¿qué me dices?¿te casarías conmigo? — me pregunto— ¿Qué hace Cloe aquí? — pregunte, viendo como se ponía de pie acercándose a mi– Por favor Alice, dime si me aceptarias como tu esposo — me dijo— Quieres que te diga que si, ¿para que?¿para tenerme segura y así poder acostarte con ella? — pregunte— Alice, mi avión sale en dos horas, Cloe está aquí porque nos tenemos que marchar a Italia, hay en Sicilia una conferencia de médicos y es necesario que vaya, deja los celos por favor, nada mas te amo a ti — me dijo rodeando mi cintura con sus brazos— Entonces me lo pensaré, no quiero ser tu segundo plato, lo siento — le dije marchándome
Primero despacio y cuando ya estuvo dentro hasta su base, se empezó a mover, volviendome aún más loca de placer al sentir aquello que era dolor y placer al mismo tiempo, dándome Marcó una preciosa experiencia, poniendo mis manos en su cadera atrayendo aún más hacia mí su cuerpo, lo necesitaba, necesitaba que me enseñara que el siempre mandaria con mi cuerpo, hasta que un atisbo de placer nos sacudió a los dos, llegando al clímax los dos al unísono. Después de ducharnos, regresamos al dormitorio para vestirnos, sentandome por un momento en la cama, ya que necesitaba que Marco me dijera lo que hasta ahora no me había dicho nadie ¿cómo murió mi hijo?, se lo pregunté, pero él quiso cambiar de tema, aunque yo no podia, queria saberlo y él me lo tenia que decir.— Marco quiero saberlo, necesito saber qué le pasó a nuestro bebe, por favor — le suplique cayendo unas lagrimas por mi mejilla, haciendo que él se conmoviera— Alice ¿porque te quieres hacer más daño, nada se pudo hacer por salvarl