Aunque sabía muy bien que los de la secta de los Wilson me seguían, Marco y yo hacíamos nuestras vidas como si no pasara nada. Paseábamos por la ciudad cogidos de la mano o abrazados, cenábamos o comíamos en los restaurantes que queríamos, Una noche nos fuimos a un Club muy famoso que yo deseaba conocerlo, aunque no podía entrar cualquier persona ya que era muy selecto, pero Marco era muy amigo de mucha gente y el portero del Club al conocerlo nos dejó entrar enseguida. Una vez dentro del local, nos acercamos a la barra para pedir nuestras bebidas para luego buscar un sitio donde sentarnos. Estabamos hablando tranquilamente dentro del ruido que había, ya que la música estaba alta, cuando de pronto vimos como Cloe se acercaba a nosotros de la mano de un hombre que me recordaba al que todos en la organizacion llamaban El Líder.— Hola, qué casualidad no, ¿podemos sentarnos con vosotros? — preguntó Cloe— Hola, claro que os podéis sentar, me alegra que al final seamos amigas — le dije—
— Alice, ponte de pie — me dijo Devon— Dejalaen paz a ella, ni se te ocurra hacerle daño — le contestó Marco— Marco, ella debe de obedecerme, acepto cuando se casó con su esposo y Alice lo sabe muy bien ¿verdad Alice? — me pregunto— Si Líder, debo obediencia — le dije, mirándome Marco algo extrañado— Alice,pon tus manos en el sofá y enséñame tus nalgas, !!AHORA ¡¡ – me gritó— No Alice, por favor, no lo hagas — me dijo Marco— No tiene elección Marco, es mia y tu no eres nadie para ella — le dijo Devon(ZASH, dos, tres, cuatro) con su correa, abrazándome enseguida Marco, al escucharme gritar— Llevanos a nuestra casa, creo que ya te has divertido bastante, — le gritó MarcoDevon nos llevó al Club, donde Marcó dejó su coche cuando nos fuimos con él, nada más bajar, Marco empezó a andar sin darse cuenta de que Devon me había cogido del brazo, reteniéndome a su lado.—- No hace falta que te lo diga, sé todo lo que haces y cuanto más tardes en regresar, será peor para los que amas, pi
Pude ver que no había remitente ni nada, y el muchacho se había marchado sin poder preguntarle nada. Por un momento pensé que se trataba de una broma, pero no tenía ningún teléfono para ponerme en contacto con Marco, así que mire la hora dándome cuenta de que sólo tenía veinte minutos para llegar a la clínica. Me vesti lo mas rapido que pude ya que tambien tenia que parar un taxi porque la clínica estaba un poco alejada de donde vivían los padres de Marco. Me fui enseguida al dormitorio para vestirme sin dejar de mirar el reloj, una vez que ya me vesti y me peine, cogí mi bolso marchándome de la casa hacia la calle, parando el primer taxi que vi, diciéndole al conductor donde deseaba que me llevara, una vez que llegamos, le pagué al hombre, baje del vehículo entrando seguidamente en la clínica. Como ya sabía donde tenía Marcó su despacho, me fui hacia la zona de los ascensores, bajando en la primera planta, acercándome con temor al despacho de Marco ya que no sabía si seguía enfadado
Al día siguiente me levanté de la cama, entré en el cuarto de baño y me duche, volviendo al dormitorio, poniendome un pantalón corto y un top. Me marché del dormitorio hacia las escaleras para ir a la cocina, ya que tenía hambre y deseaba comer algo. Al entrar enseguida se acerco a mi Georgina abrazandome y dandome dos besos— Que alegria mi niña que ya estés en casa — me dijo- siéntate, ahora mismo te pongo tu desayuno—- ¿Sabes dónde está mi esposo? Georgina – pregunte— Se marchó temprano a trabajar, pero me ha dicho que a partir de hoy, te encargues de limpiar los baños y los cristales de la casa, y que no te tratemos como la señora de la casa — me dijo Georgina, algo triste— Muy bien, pues asi lo hare, pero necesito un telefono, tengo que hacer una llamada — le respondí— Hay mi niña, aquí nadie tiene, solo los señores tienen sus teléfonosDespués de desayunar, Georgina me dio todo lo que necesitaba para irme a limpiar los baños y los cristales como me dijo. Los primeros cuarto
Ya estaba de siete meses de embarazo y todo fue a mejor, aunque Adrian seguía teniendo sus relaciones con Gabrielle y Lucia cuando no estaba con ninguna de las dos, conmigo era amable, y muy cariñoso, aunque Devon le prohibió hacerme el amor, hasta que el castigo que me iban a imponer se hiciera efectivo Cuando nos visitaba Devon, yo debía de servirle en todo lo que el Gran Jefe necesitará. Aunque Gabrielle no se apartaba de su lado, sin importarle si Adrian le hablaba o la tocaba, para ella solo existía el Gran Jefe. Yo seguí siendo la criada de la casa, aguantando a que Gabrielle, me pidiera esto y aquello, sin dejar que me sentara ni un momento, marchándome a mi dormitorio por la noche, con las piernas hinchadas y muy cansada, pero me hacía un vaso de leche caliente para poder dormir bien ya que todos los días a las cinco de la mañana tenía que levantarme para ayudar a Georgina en la cocina. Una noche Adrian entró en mi dormitorio tumbandose a mi lado en la cama, abrazandonos los d
Cuando nos marchamos de la empresa de Adrian, bajamos en el ascensor hasta el garaje donde estaba la limusina, subimos a ella, dándome cuenta de que el chofer no iba por el camino que llevaba a la casa donde vivía con Adrian, Como no podía preguntar ya que era una de las órdenes que dio el Gran Jefe, me quede mirando por la ventanilla del coche, parando el chofer delante de unas grandes puertas de rejas, entrando por un camino cuando estas se abrieron. El chofer paro el coche delante de una gran mansion, donde nos estaban esperando dos hombres y una mujer, vestidos con traje negros, llevando una cofia las mujeres en sus cabeza. Bajamos del coche, cogiendo mi mano Devon, para entrar en la casa, saludando primero a sus criados.Una vez dentro de la casa, él me hizo acompañarlo hasta su despacho, cerrando la puerta cuando entramos, sentándose Devon en un gran sillon que habia detras de su mesa de despacho— Por favor Alice siéntate — me dijoHice lo que me dijo, esperando a que me dijera
Dias despues, Sara volvio a la casa, sacando de una bolsa grande, un vestido de color negro, con los tirantes cruzados en el cuello y una pequeña capa, que caia por la espalda, disimulando mi vientre algo, aunque quien me viera, sabria perfectamente que estaba embarazada, pero el vestido dimisumalaba muy bien mi estado. El día que teníamos que ir al evento, Marta, la criada, me ayudó a vestirme y peinarme, pintándome la cara con colores claros, llevando un rojo pasión en mis labios. Abrí la puerta de mi dormitorio para bajar al salón, cuando empecé a escuchar como Devon estaba hablando con otro hombre, cuya voz me pareció conocer, cuando llegué al salón, pude ver que el hombre que hablaba con Devon era mi exesposo, era Adrian. Nos quedamos los dos mirando fijamente a los ojos, mirándome el después de arriba abajo y viceversa.— Querida estás impresionante — me dijo Devon, acercandose a mi, dandome un beso en la frente— Hola Alice, estás preciosa — me dijo Adrian— Gracias señor, eso
De momento toda la sala quedó a oscuras y en silencio, encendiendo solamente las luces que habia detras de una tarima, subiendo a ella, mujeres y hombres, pujando por ellos gente de la sala, quedándome algo anodina, ya que no había escuchado nunca lo de las pujas para pasar un fin de semana o una semana con una mujer o un hombre, siendo las pujas que hacen millonarias. Cuando la última mujer bajó de la tarima, Devon subió enfocandolo a él la luz, cogió el micrófono, dando las gracias a todos los presentes, diciendo que ese dinero sería destinado a Beneficencia. Me hizo subir con él después, rodeando mi cuerpo con su brazo, mirando yo a todos lados por la vergüenza que tenía— Señoras y señores, en estas pujas siempre buscan los hombres alguna mujer virgen o algún hombre que tenga experiencia y que hagan disfrutar a sus dueñas, pero esta noche, quiero decirles que hay una puja sobre esta mujer y se que ustedes dirán, !! Está embarazada ¡¡ ¿quien pujaria por ella?, pero debo decirles qu