❝♡ Leah ♡ ❞
La mañana era bastante calurosa, a pesar de tener aire por toda la casa era más que notable con el fuerte sol que estaba fuera. Suspiré con pesadez y me puse en pie para así tomar una ducha y prepararme para otro torturador día en dónde debía fingir ser feliz delante de los nuevos invitados. En primer lugar, y como ya había tenido mi cita anteriormente con el médico por temas del embarazo solo vendría por ahora la maestra de yoga en embarazo. Había un cuarto que había sido reservado exclusivamente para dichas clases y luego de vestirme adecuadamente, con ropa cómoda entre y espere en total silencio mientras jugaba con mi móvil.Durante lo que me quedaba del tercer mes de embarazo solo podía hacer ejercicios de respiración, ya que, según me habían explicado, era un tanto peligroso los estiramientos, por lo que suponía que solo haríamos ejercicios de relajación, por una hora al menos. Cuando llegó la maestra Samuel no se encontraba aquí, por lo que alguien más fue a llamarlo para qué se integrará, pero una de las empleadas informó que se había ido desde bien temprano a caminar por el viñedo y no sé habían podido comunicar con él, más, sin embargo, si algún empleado lo veía le informaría que debería venir de inmediato para participar con nosotros. Por lo que comenzamos nosotras solas, ella comenzó a explicarme cómo mantenerme relajada para evitar el estrés y disminuir los síntomas que me daba el embarazo, aunque, gracias al cielo eran muy pocos y no tan frecuentes por lo que podía disfrutar un poco más del embarazo que otras mujeres las cuales si pasaban por muchos síntomas que a veces no las dejaban ni respirar.—Alguien debería ayudarla, pasaremos a los masajes, por lo que si, alguien puede acudir a usted, ya que su esposo no se encuentra…Le miré en silencio mientras me explicaba y asentí inconscientemente, ¿no quería apoyarme en esta etapa de embarazo? Entonces tendría que ver cómo alguien que sabía que no le estaba cayendo del todo bien lo hacía por él. Llamé a Dante para que fuera mi soporte y este acepto sin dar mucho problema.—Muy bien, siéntese detrás de ella por favorObservé a la maestra la cual comenzó a darle instrucciones de cómo masajear mi espalda y mis brazos, haciendo que comenzará a relajarme mientras cierro mis ojos y suspiro bastante cómoda por la situación que estaba sintiendo en el momento.—Ahora procederemos a los masajes en el área de los senos, debe posar sus manos encima de cada pecho y…Ella fue interrumpida por una voz que muy bien y conocía.—Creo que de eso sí que debería encargarme yo —levanté la mirada notando a Samuel entrar descalzo al lugar, con la ropa adecuada para el momento y una sonrisa de oreja a oreja —Perdón por la demora cariño, uno de los trabajadores tenía un problema en cuál me ocupe en solucionar.Se acercó y me beso los labios haciendo que quedará sorprendida por su cambio de actitud, no entendía por qué carajos actuaba así, pero algo me decís que debía corresponder por así lo hice.—Gracias por concederme el permiso Dante —habló en el momento que se posiciona detrás de mí y posaba sus manos sobre mis pechos, notando por primera vez en mucho tiempo nuestra argolla de matrimonio en su mano.—¿Por qué actúas así? —le susurré muy bajo sin entender aquel actuar que tenía, pero este solo sonrió mientras miraba al frente y captaba las instrucciones de la maestra.—Entre más rápido vean que nuestro matrimonio está progresando, podremos irnos igual de rápido de este viñedo, por eso lo hago, ahora, solo presta atención a la clase.Me beso en la nuca haciendo que me estremeciera y continuó con los siguientes masajes hasta que la instructora acabó la hora diaria de clase que tendríamos por los meses que faltaban.—Muy bien, como tarea diaria les dejaré caminatas de treinta minutos, a diario, la otra semana implementaré una nueva actividad, por ahora es todo, tengan una agradable tarde jóvenes, que la pasen de maravilla.—GraciasSonreí tranquilamente mientras le observaba alejarse y cuando por fin salió de la habitación me aleje de Samuel con fastidio mirándole.—Bien, acabo la actuación, puedes lárgate a lo que era que en realidad estabas haciendo —suspire poniéndome en pie lista para marcharme.—¿Por qué tan molesta, primor? —dijo con burla mientras se ponía en pie igual y suspiraba —Lamento llegar tarde, cuando dije lo del empleado es en serio, estaba algo ocupado, y cuando me informaron que había llegado la maestra de yoga vine rápido, créeme que lo que menos quiero es molestar un poco más a mi padre de lo que ya está y que nos encierre aquí a vivir de por vida.—Ni que eso fuera posible ¿Acaso no tienes libertad tú? —dije con fastidio acomodándome el cabello fastidiada.—Sabes lo complicado que es —se excusó —mi padre no es de juegos y lo sabes, tiene todo el poder para mantenernos recluidos aquí hasta que muera.—Y tú le tienes suficiente miedo a él como para cumplir la mayoría de sus caprichos, ahora, no quiero hablar, iré a explorar los viñedos y hacer la caminata de hoy.—Tenemos que hacerlo juntos —me sujetó por la muñeca intentando que no saliera rápido de ahí.—Para lo que te importa —suspiró fastidiada intentando alejarme de él.—Lo hace, me importa, además, quiero seguir implementando los masajes en tus pechos, es relajante para mí tocarlos —sonrió con maldad, haciendo que levantara la mano para golpearlo, pero él fue más rápido y me sujeto deteniéndome.—Si tanto te relaja no debiste cambiarlos por otros—hago cara de asco —o bueno, lo entiendo, uno hace cosas tontas por amor, después de todo me dejaste en claro que la amabas y por eso te querías divorciar de mí.—No la amaba, amar es una palabra muy fuerte… podría decir que me daba buenos polvos, pero no la amaba, solo eran palabras para herirte —sonrió con tranquilidad ¿Acaso no entendía que prefería creer que me había cambiado por amor que por un polvo?❝♡ Leah ♡ ❞—Entonces me cambiaste por un polvo — suspiré con asco mientras lo alejaba de mí sintiéndome más que herida, empujándolo —iré a caminar, sin ti, así que deja de fastidiarme la puta vida por un momento.—No lo haréIntento seguirme, pero me gire y le mire con los ojos llenos de lágrimas, no dije nada, pero entendió el mensaje, por lo que solo me dejó alejarme de él.Cuando me encontraba lo suficientemente lejos de la mansión, entre el viñedo suspiré tranquila observando los cultivos y sonriendo con calma ante lo hermoso que era el lugar. Lo verde que era todo, los colores preciosos de la naturaleza y respirar aire fresco me hacía bien, bien para pensar cómo fue que me terminó diciendo que no valía nada, que no era buena para satisfacerlo, que al parecer todo lo que había sentido durante los primeros dos años fueron viles mentiras y eso me hacía querer rendirme, olvidarme de todo sus maltratos psicológicos, de todo lo que luche para poder estar con él y ahora estaba que eso
❝♡ Leah ♡ ❞Cuando me dieron acceso a la habitación de Samuel me sentí más tranquila, ya no estaba tan hinchado como antes, aunque sabía que con tantos medicamentos se sentiría bastante mal en el momento que despertara, al menos eso fue lo que me explico el doctor que lo atendió antes de permitirme ingresar a la habitación. Luego de mirarlo durante un momento dormido sobre la camilla tome asiento junto a esta y al notar que movía mucho los dedos tome su mano entre la mía para darle calor y mantenerlo calmado en caso de que se tratara de alguna pesadilla.—Susana —balbuceo abriendo los ojos, haciendo que sintiera un fuerte dolor en el pecho, a pesar de todo, a pesar de lo que aquella chica le tuvo que haber ocultado él seguía pensando en ella, tal vez lo que me había dicho en lo que parecía una discusión en la mañana fue mentira, solo que no quería admitir su amor por ella.—No, soy Leah — suspiré mientras deslizaba delicadamente mis manos de la suya para dejar el contacto que tenía con
❝♡ Leah ♡ ❞Al regresar a su habitación él se encontraba entretenido en la televisión frente a él, en la pared, supuse que notaria mi presencia, pero apenas ingresé giro a observarme y su mirada parecía como si le fueran quitado un peso de encima. Apreté mis labios algo avergonzada por haberlo dejado sola, aunque era algo necesario y me acerque a él con el pay de limón entre las manos y los extendí entregándolo en silencio.—Fui a comer algo, y bueno, pensé que si te traía algo que te gustaba si pensarías en comer.Le sonreí intentando ser lo más amable posible, ya que en su situación a mí me gustaría que fueran así conmigo. —Estaba preocupado por ti —fue lo único que soltó mientras me atraía a él y me abrazaba haciendo que me quedará atónita.—Lo lamento, solo necesitaba algo de aire fresco, pero ahora sí me quedaré aquí contigoDije tranquila separándome de él, se sentía extraño que fuera tan cariñoso conmigo.—¿Me das? —sabía que hablaba del pay, así que asentí y me senté en la ca
❝♡ Leah ♡ ❞Samuel seguía con su tontería pesar que intentara hacer hasta lo imposible para que dejara de tontear y mejor se cambiara para poder irnos rápido de dicho lugar, no quería estar mucho tiempo más aquí, odiaba el lugar, nunca, como la mayoría tuve buenas experiencias en este lugar y la única que podría llegar a tener sería el nacimiento del niño que ahora esperaba.—No me parece justo que yo sea el único que estuvo desnudo, así que consideró pertinente desnudarte al llegar a casa —negué mientras lo sujetaba del brazo y ayudaba a que subiera a la silla de ruedas —¿no me crees? puedo desnudarte aquí mismo y demostrarte que estoy hablando en serio.—No necesito esa demostración, pero gracias —sonrió suavemente mientras empujo la silla de ruedas —ahora solo cállate y volvamos a la mansión, tengo los pies hinchados y quiero dormir, tú también lo necesitas, así que deja los juegos tontos.Este se quedó en silencio por lo que suspire agradecida, en todo el camino parecía un niño pe
⸃୭⇁◡̥ Samuel ⸃୭⇁◡̥Siempre me había gustado estar sobre su pecho, sentía una calidez la cual podía describir cómo simplemente perfecta que me daba ganas de no alejarme nunca de ella. Siempre fue así, desde que nos casamos, cuando disfrutamos el uno del otro, siendo buenos amigos, los cuales disfrutamos de cada pequeña cosa que tuviéramos, eso era lo mejor, como cuando luego de un largo día de trabajo nos sentábamos a cenar juntos, a hablar y reírnos de las cosas buenas o tontas que nos ocurrió durante el día, a reírnos de todo y de nada, de personas que ni siquiera conocíamos y solo vimos pasar una vez frente a nosotros, pero que a pesar de ser tonterías nos divertíamos al charlarlo.—¿Samuel? ¿Te dormiste?Su suave voz me hacía recordar a aquellos días, pero ahora me hacían sentir melancolía, la había cambiado, por miedo, miedo a enamorarme de algo que comenzó de una forma que no debió ser, un matrimonio falso, un papel que confirmaba que éramos esposos, pero nada más aparte de ello,
⸃୭⇁◡̥ Samuel ⸃୭⇁◡̥En el momento que la maestra comenzó con sus explicaciones, sobre los masajes que debía realizar hoy supe el porqué se encontraba de tan mal humor, su espalda estaba bastante tensa, eso pude notarlo con solo comenzar a masajear, aparte que desde donde me encontraba podía notar lo hinchado que se encontraban sus pies, había vuelto la hinchazón y con eso seguramente dolor e incomodidad. En el momento que se hizo el cambio de masajes y tocaba sus pechos, sonreí con maldad, le apego a mi pecho y suspiro a gusto al sentir su dulce aroma nuevamente contra mí, acomode mis manos en sus pechos y comencé los masajes, acariciando con delicadeza, mientras me preguntaba qué era lo que la tenía de tal forma.—¿Estás mejor? —sabía que aquella pregunta sutil me daría una amplia respuesta, por lo que estaba esperando saber más.—Sí, solo tenía náuseas, pero ahora me encuentro mejor.Asentí ante lo dicho observando como reposaba su cuerpo sobre el mío y mientras más tiempo pasaba más
ෞ ༊*·˚ Cristina ෞ ༊*·˚Mi llegada a la mansión del viñedo no había Sido muy conmovedora y linda que dijera, aunque tampoco era que me importará o algo que siquiera esperara, sabía que mi hijastra y su esposo me odiaba y lo único que quería era cumplir con mi cometido y eso era, justo en este momento que el matrimonio que mi no muy amada hijastra tenía con su muy rico e importante esposo se acabará lo más rápido posible. No es que me importará su felicidad, ni mucho menos, ni pensara si ese hombre la merecía o no, porque eso en esta vida no era lo importante, lo importante es, el poder, el dinero y lo que le quiero exprimir a Samuel Russo, el hijo heredero de las empresas y tierras Russo, nada más aparte de eso importaba tanto.Mientras uno de los empleados me guiaba a una de las habitaciones de huéspedes del primer piso, observaba con atención los mensajes que me había dejado mi buena amiga Susana, aquella que conocía desde hace un buen tiempo y a quien quería ayudar a conseguir lo qu
ෞ Susana ෞMi mirada se fijó en el mensaje que había llegado a mi móvil, luego de ser manipulada por la esposa del hombre que ahora me importa, tenía que buscar otra solución para volver a su vida, para conseguir lo que desde un principio desee: Fortuna, un buen título y un futuro asegurado.Eso era lo importante, y ahora entraría a esa mansión, haría el show más grande de mi vida y le quitaría a esa pobre e ingenua Leah a su muy amado esposo y tal vez a su preciado hijo, el cual espera en este instante.Me puse en pie relamiendo mis labios mientras observaba el atuendo con el que llegaría a su casa, el hermoso y extremadamente corto vestido rojo quedaba perfecto para resaltar ante los ojos de Samuel, siempre le había gustado mi cuerpo, por lo que dejarlo a su vista de tal forma sería lo indicado. Luego de admirarme por un momento más, a mi cabeza llegó el recuerdo de Leah, y como me vio la cara cuando le di la información que necesitaba en el hospital y no cumplió con su parte, por l