CAPÍTULO 19. Alas rotas

Alan salió del dormitorio llevándose a Michael y se dirigió a su propia habitación. No sabía explicar aquel dolor oscuro que lo invadía por no poder estar ahí para ayudar a Mar, pero entendía que el niño estaba primero y se veía realmente agitado. No podía dejarse arrastrar por el miedo y la incertidumbre porque de lo contrario no lograría calmar al pequeño.

—A ver campeón, ya no llores. La mami va a estar muy bien...

—No no no no no —negó Michael con las lagrimitas corriendo por su rostro—. ¡El mostgo moldio a la mami! ¡El mostgo enfemó a la mami...!

Alan respiró hondo varias veces y le limpió las lágrimas mientras lo invadía un sentimiento de amor y protección. Haría lo que fuera necesario para mantener a aquel niño feliz, costara lo que costara.

—Escucha, campeón, la mami enfermó porque no toma mucha agüita, solo eso, te lo prometo. Pero quiero que sepas que estoy aquí y, pase lo que pase, no dejaré que nadie le haga daño a la mami. Te lo prometo.

—¿Y el mostgo...?

—¡Lo atacaremos
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP