El ambiente estaba muy tenso todo el camino estuvieron en silencio, ya que querían tener privacidad absoluta para poder hablar libremente, Emir las llevó directamente a su casa, el lugar más vigilado para su privacidad.—Dime entonces todo lo que sepas— Emir hacia un férreo esfuerzo para concentrarse en el tema principal de la situación y no en el sabor de los labios de Romina.—Tenía una serie de preguntas, que para que fecha era conveniente el parto, las características de mi esposo, las características de los padres de mi esposo, el tipo de sangre, que tipo de cabello quería, incluso me preguntó si el tono de piel del bebé sería un inconveniente, el sexo deseado del bebé. – Eve estaba repitiendo todo tipo de preguntas recordando la gran mayoría. —No recuerdo mucho más.—No te preocupes lo tengo grabado, quería saber si habías visto algún detalle que se pudiera haber pasado— Comento Emir de manera despreocupada— El problema aquí es que necesitamos adelantarnos a la fecha próxima de
Romina no había visto a nadie que estuviera tan roto, que tuviera la mirada tan llena de dolor como la de Emir, acercarse a él era una necesidad que brotaba desde lo más profundo de su ser.Mina creía entender esa clase de dolor, después de perder a Ángela no sabía qué hacer, o si sería correcto destruir todo a su paso, para hacerlos comprender su propio dolor, pero toda esa incertidumbre del mañana, que ella sintió en ese momento Emir lo tenía retenido en esos ojos que la veían pero realmente estaban enfocados en otro tiempo.¿Qué dolor tendría oculto, que verlo así la hacía necesitar quitar de cualquier manera todo el dolor que el pudiera estar sintiendo en ese momento?¿Qué pasaría si se acercaba a él y le arrancaba un suspiro?Romina decidió seguir sus instintos y sus deseos, más profundos, negados desde hacía tanto tiempo ya que al estar en negación en lugar de desaparecer lo único que había conseguido era que tuvieran raíz más fuerte.Con delicadeza Romina se acercó al rostro de
Emir estaba complacido al ver la cara de circunstancias de la doctora Lombardo, por personas como ella era que había tanto dolor en el mundo.Personas que se creían inmunes a las reglas terrenales y por sobre todo a las reglas divinas, el lo sabia, no era ni de cerca un dios ni mucho menos, pero sí que podia hacer valer la justicia.La doctora estaba estupefacta ante la situación tenía mucho tiempo haciendo lo mismo y nunca se había filtrado la información.-Me darás la información -continuo metiendo presión Emir- o verémos qué tan real y profundo es el amor que dices tenerle a tu hija. Se mira muy feliz disfrutando del dinero sucio que gana su madre.Emir lo sabía, estaba dandole dónde más le duele a cualquier padre, pero ¿ella no hacía lo mismo con las demás personas? Eso disminuía el castigo que ya tenía preparado para el en el infierno.-No te daré la información, no sé que es lo que quieres pero tengo gente que me respalda.La doctora no estaba dispuesta a dar su brazo a torcer,
Emir había revisado toda la información que la doctora le había dado.Emir no se sentía cómodo pensando en esa mujer como doctora, para él esa persona sería la cigüeña y así seguiría siendo, decidió.En el archivo que tenía frente a él, había mucha información toda muy bien ubicada.Nombre de los compradores de los bebés, cantidad de bebés, además de la cantidad cobrada, poder adquisitivo de las familias receptoras, fechas y los nombres de las mujeres que habían perdido a sus bebés y el hospital dónde habían extraído al menor.Todo lo que estaba mirando era prácticamente oro, la información era clara y concisa, hasta el país en el que estaban actualmente esos bebés, posiblemente tenerlos rastreados les daba seguridad para que nadie abriera la boca, porque claro los únicos que tenían esa información eran los receptores.Emir desesperado buscó el nombre de Romina, y a un lado encontró el nombre de la persona que odiaría el resto de su vida Samuel Ortiz. ¿ Quién sería este hombre? y ¿po
Romina ama estar caminando en el amplio jardín de la mansión, el sol está en lo alto así que calentar su cuerpo y su alma la hacen sentir mejor.Al ver la imponente fachada de la construcción, se da cuenta que de un costado hay más cosas, curiosa se dirige directamente ahí, para encontrarse con varios miradores y balcones de habitaciones supuso ella, pero hubo una especie de cúpula totalmente de cristal que se veía hermosa desde afuera, aunque no alcanzaba a distinguir lo que había dentro si se veía llena de alguna especie de colores, adornos o flores tal vez.Romina pensó que se vería increíblemente bella la noche desde ahí y después de tantas excursiones nocturnas se le hizo extraño que no hubiera dado con ese lugar antes, contó los balcones y se adentra en la mansión para localizar el lugar, así en la noche sería más sencillo para ella dar con el lugar.Por dentro todas las puertas eran iguales, y era un pasillo largo que lo único que diferenciaba un lugar de otro era un pequeño j
En el comedor se encontraban Emir, Romina y Evelyn, cada uno pensando en sus propios fantasmas y en la manera de sobrellevar sus propios tormentos, cuando el teléfono de Emir suena por una llamada entrante.Él toma el teléfono y al quién era el que estaba llamando, se levanta de la mesa dejando de comer y disculpándose con las chicas.Necesitaba contestar el teléfono con total privacidad, salió del comedor y se fué a la oficina.-Así que están enojados. -Eve ya estaba cansada de verlos voltear la mirada y no dirigirse la palabra directamente.- No quiero ser la única que no se entera de nada.-No es eso- Mina quería ver la manera más sencilla de explicarle a su amiga sin tener que escupir todos sus sentimientos e inseguridades respecto a lo que tenía con Emir.- Él nos oculta algo, no sé si tiene que ver con nosotras pero se ha mantenido demasiado distante.Mina esperaba que fuera por algo ajeno a ellas, escuchaba que Emir manejaba sus negocios por vía telefónica y por correo, pero a ve
Emir estaba desesperado por verle la cara al maldito que había deshecho la vida de Romina, al llegar al almacén donde lo tenía Loyola, estaba furioso y necesitaba desquitarse con algo.Al entrar Loyola lo detuvo antes de llegar a ver al sujeto.-Emir necesito que te tranquilices- Loyola conocía muy bien a Emir, tenía muchos años trabajando para él y esa mirada no presagiaba nada bueno para el hombre que estaba amarrado en una silla- necesitamos sacarle información.-Sólo necesito que me diga dónde está la niña y dejarle unos cuantos recuerdos.-No Emir, este hombre no tiene el dinero necesario para pagar por la niña, según la investigación él se encarga de hacer trabajos para terceras personas, la niña no está con él, si lo matas jamás sabremos dónde fue a dar Ángela.-Si lo golpeamos un poco seguro que abre la boca.- Emir se negaba a aceptar que no podría tocar la escoria dentro del almacén.-Necesito que lo comprendas - Loyola estaba igual de furioso que Emir pero su trabajo era ma
Romina se encontraba completamente impactada, el hombre que se encontraba frente a ella, era el mismo con el que había despertado esa tarde en que lo había perdido todo, ese mismo día que había dejado de ser una mujer casada para volverse una madre y huérfana, porque no solo había desaparecido el apoyo que tenía de parte de su en ese entonces esposo, sino que también había perdido a su familia. Había perdido a su padre, lo único que la unía además de su dije, a su amada madre, ése hombre la había hecho quedarse sóla y salir de las cenizas para poder dar vida a su pequeña luz. Pero era algo inhumano saber que el mismo que le había arrebatado su vida completa, también le había robado la única cosa que sintió sólo suya. -Dime ¿por qué?- Romina estaba llorando de rabia- Dime ¿ por qué me robaste absolutamente todo? Samuel estaba sorprendido, esa era la mujer con quien había hecho un trabajo para Aranza, ¿era la misma a la que le habían quitado la bebé? ¿Qué clase de obsesión tenía Ara