Evil Temptation
Evil Temptation
Por: Mary Ishakov ❤️
Prologo

Beso sus labios con devoción mientras sentía aquel pequeño cuerpo temblar, se enterneció y la abrazó más fuerte. Alexandra se separó de sus brazos mientras miraba aquel hombre que siempre los separaba, esta sonrió con tristeza pero luego beso su mejilla rápido.

- ¡Mañana vendré por ti mi amor!. - Habló Félix con la esperanza en su voz.

Alexandra jugó con sus dedos y negó con la cabeza.

- Mañana "El" viene por mi. - Habló en voz baja, se dió la vuelta y salio de la habitación en donde se encontraba, Félix se levanto y salio de aquel burdel.

Hacia seis meses atrás que habia conocido Alexandra, aquella joven de ojos color café el cuál le transmitía aquella paz que tanto necesitaba, en ella habia encontrado a la mujer perfecta y a su compañera ideal, solo habia un problema. Ella no era libre. Sus padres la habian vendido a Dino un Italiano quienes se lucraba de la desesperación de algunas personas, prestándole altas sumas de dinero para luego arrebatarle aquello que más queria, pero ese no fue el caso de Alexandra ya que sus padres quienes eran adicto a los juegos de azar la habían entregado a los brazos del demonio. Con tan solo 18 años ella ya habia sufrido la humillación de ser menospreciada por lo demás, pero aunque todo el mundo la miraba como un juguete para divertirse para mi era la joya más linda del mundo. Intente varias veces mediar para que ella fuera libre pero este siempre se nego, y la razon. El se habia encaprichado con ella, y no la dejaba estar con nadie. Pero eso no me impedia hacer lo que sea por liberarla de su jaula de oro.

Llegó al apartamento que compartia con su mejor amigo Sean, un chico que habia conocido en una juego de carreras ilicitas donde habia apostado más de $4,000 dólares de que yo iba ganar, y la verdad el fue de buena suerte porque termine ganando. Ambos teniamos muchas cosas en común. No teniamos familia y nos habia recogido el mismo hombre. Raphael o León como era conocido por algunos de sus hombres, era un hombre de carácter fuerte pero de un gran corazón aunque era mejor tenerlo de buena que de mala. Sean al igual que yo nos encargabamos de la distribución de la mercancia asi como de cerrar algunos negocios, todos decian que Sean iba ser el sucesor de Raphael pero este siempre le restaba importancia y le dejaba todo a Christian y su hermano Dylan.

Me tumbó en el sofá mientras Sean me ofrece una cerveza, este no dice nada y se lo agradezco al cabo de unos minutos me enderezo y bebo todo el contenido de la cerveza, este rie y me bebo otra de golpe.

- ¿Acaso te fue mal con ella?.- Pregunta con ironía.

- No, pero mañana no la vere porque el cerdo de Dino se la llevara quien sabe donde y despues que se aburre de ella, no la deja salir por unos dos dias. - Hablo molesto. - Ayudame Sean, quiero estar con ella.

Sean se levanto mientras me mostraba algo en el telefono.

- ¿Que es esto?. - Pregunte confundido.

- En este restaurante estara Dino con otros inversionista Holandese, nos haremos p***r por mesero y nos raptaremos a la novia. - Me guiño el ojo emocionado.

- ¡Hagamoslo!.

.......

Observé el lugar mientras buscaba el momento exacto para fingir que se habia caido la bebida, y llevarmela. Sean dio la señal y llegue hasta la mesa donde ella se encontraba con aquel infeliz, fingía que me tropezaba y deje caer mi copa de vino en su vestido de color beige, esta se sorprendió y se levanto de la mesa, la tome de la mano mientras la llevaba con la excusa de que la llevaria al baño. Esta se resistio hasta que la abrace esta se puso rigida y luego me quite la peluca rubia que llevaba puesta, esta abrio los ojos como plato y sonrió.

- ¿Que haces aqui?. Dino te va matar.

- Vengo a llevarte, para que por fin puedas volar.

Los ojos de Alexandra empezaron a llenarse de lágrima, mientras besaba mis labios y saliamos corriendo por nuestra libertad.

¡Grave error!.

.......

7 meses después.

Jamás habia experimentado lo que era felicidad, pero por primera vez podia decir que era Feliz. Después de haber escapado nos habiamos mudado a un pequeño estado en Minnesota, habia dejado aquel tetrico mundo de las drogas y ahora me estaba dedicando a trabajar en una tienda de repuesto de auto, mientras que ella cuidaba al perro de la vecina de a lado. Tal vez no teniamos los mismo lujos pero lo que nunca faltaba era el amor y la comida. Fue en una navidad que le propuse ante la nieve y algunos árboles que habia en parque donde ella me esperaba para irnos juntos a casa, que estuviera conmigo hasta que la muerte nos separara. Y vaya que la muerte lo hizo.

Una mañana Alexandra estaba nerviosa y algo inquieta a tal grado que casi llamo para no ir al trabajo, pero esta me pidio que fuera y en contra de mi voluntad fuí.  Me sentía desperado asi que le pedi al jefe salir temprano algo me decia que saliera corriendo y lo hice. Llegue jadeando a mi casa y abri la puerta habia un silencio sepulcral en eso escuche llorar al perro de la vecina en la cocina, entre y lo que vi quedo grabado en mi mente para siempre. Alexandra estaba mutilada y con las piernas abierta, me acerque a ella y vi que en su pecho tenia escrito un: "El que juega con fuego se quema". Grité con todas mis fuerzas hasta quedar sin voz.

Nadie le dijo adiós, el cementerio estaba vacio, el sacerdote me dio palabras de aliento pero lo senti mas bien como ruido. Llore mientras besaba el suelo donde ella se encontraba, grite desesperado y deje que mi alma se vaciara de aquel dolor que sentia. Deje su rosa favorita y camine hacia la salida con un nuevo propósito en mente.

- ¡Ahora yo te enseñare que es realmente jugar con fuego!.

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