Capítulo87
Incluso cuando vino a recoger a Noa al aeropuerto hoy, el conductor todavía sentía que el señor Hernández había venido por el bien de Camilo.

Pero ahora ......

Vio la mirada en la cara de Noa y la forma en la que no prestó ninguna atención a su señor Hernández después de sentarse, y pensó que las cosas podrían no ser lo que pensaba.

Efectivamente, Alex habló primero.

—Es difícil para usted hacer el viaje.

La voz de Alex era un poco ronca y teñida de un poco de agotamiento; había vigilado al abuelo toda la noche y se había apresurado a la empresa para ocuparse de las cosas durante el día sin descansar un momento, y fue al aeropuerto después.

En ese momento, los ojos oscuros de Alex aún estaban un poco irritados.

Noa se recostó en su asiento y miró por la ventanilla, resoplando ligeramente, —No tiene nada que ver contigo, es por el abuelo…

Al darse cuenta de que el tratamiento era incorrecto, Noa lo cambió.

—Hice un viaje por culpa del abuelo.

Los ojos de Alex se hundieron ligeramente.
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