—No, no pasa nada, estoy bien.

Hubo varias toses violentas consecutivas después de las palabras.

Mientras tosía, Camilo hizo un guiño agudo a Alex, que estaba sentado frente a él, pero Alex se quedó sentado como si estuviera ciego, sin mover un músculo.

Quería que Alex le acompañara en un drama amargo, pero no esperaba que cooperara.

¡Este mocoso!

Al final, fue Adrián quien se apresuró a cooperar con su mejor amigo y cogió el teléfono.

—Noa, tu abuelo está tosiendo demasiado, es mejor que me dejes hablar, esto es lo que ha pasado…

El tono de Adrián era pesado, y se inventó una pequeña historia, pero no le avisó de que Camilo estaba enfadado y enfermo porque sabía lo de su divorcio. Mientras hablaba, Camilo tosía de vez en cuando a su lado y suspiraba varias veces más, los dos trabajando juntos para que Noa pudiera volver a visitarlo.

Alex se quedó sentado en silencio observando la actuación de ambos.

—Tu abuelo no está en un buen momento, y espero que puedas venir a verle.

Tan pronto c