Las colchas eran grandes y era normal que tres colchas encima le parecieran pesadas. Noa se limitó a quitarle una, pero pronto volvió a escuchar los gemidos de frío de Alex. Por eso solo pudo elevar más la temperatura del aire acondicionado. Después de todo eso, Noa empezó a sudar por todo el cuerpo. Pero llevaba poca ropa de la filmación y no podía quitarse más. Se paró al lado de la cama, abanicándose las mejillas con las manos.—¿Todavía sientes frío? Si es así, ya no sé qué hacer. Solo puedo pedir al médico que venga a verte. Creo que es por tu enfermedad.Después de un tiempo de silencio, Alex le respondió:—Ya me siento mejor.—Está bien —dijo Noa y luego se dio media vuelta para ir al sofá.Al ver que ella volvía a alejarse, Alex estaba un poco decepcionado. “Al parecer, no le funciona que finja sentir frío.”Sacó el celular y le contó a Nicanor toda la situación. Pronto recibió respuesta de él: «¡Qué raro! No esperaba que Bolita no supiera nada del romanticismo. Fingiste tener
“Pues la idea de Nicanor es de verdad muy buena”, se dijo Alex.—Aún tengo un poco de frío y no quiero dormir —Alex volvió a actuar. Le temblaban los labios como si sintiera mucho frío y agregó en voz ronca—: Me duele mucho la garganta, ¿de verdad no puedo beber nada?Noa no había esperado que insistiera y se sentía impotente.—¿No puedes contenerte unas horas más?Bajo la mirada de cansancio y debilidad de Alex, Noa se limitó a sacar el celular y dijo:—Espera. Lo consulto con Nic primero.Ella volvió a usar “Nic”, el trato tan cariñoso. Alex se sintió disgustado. Después de que ella enviara el mensaje, no pudo evitar preguntar:—¿Por qué lo llamas Nic?—Porque somos viejos amigos. ¿Hay algún problema? —respondió Noa con ligereza sin tomarse su pregunta en serio.Al escucharla, Alex pensó un rato y gruñó:—Pero tú y yo tenemos una relación más cercana.Noa hizo una pausa, pero no le hizo caso, y, después de un tiempo, dijo:—Nic me respondió que aún no puedes beber nada.Alex miraba f
El agua del vaso se vertió sobre la ropa de Alex y los dos se quedaron atónitos.Alex miró la ropa que estaba mojada y luego levantó la vista hacia Noa.—Perdón, me tembló la mano —dijo Alex.Noa sospechaba que él lo había hecho a propósito, pero después de que él le pidiera perdón, sintió que lo había malinterpretado. Después de todo, estaba gravemente enfermo y ahora no podía comer ni beber nada, así que era normal que le temblara la mano.No quería regañarlo a él, un paciente, y se limitó a decir que no se preocupara y a quitarle las colchas mojadas. Luego fue a buscarle un nuevo juego de bata de hospital y se lo entregó.—Cámbiate —ordenó Noa.—Gracias —agradeció Alex mirando la camisa de hospital. Después de un momento de silencio, la tomó.Noa se dio media vuelta y caminó hacia la puerta. Alex se puso nervioso y preguntó:—¿Adónde vas?Noa notó sus nervios y se detuvo.—¿No vas a cambiarte? Espero afuera y cuando estés listo, volveré.Al escuchar esto, Alex respiró aliviado y dij
Pensando en esto, Noa simplemente se dio media vuelta, fue al sofá y se sentó.Ante su indiferencia, Alex se limitó a suspirar en silencio. Al parecer, ella de verdad estaba muy enojada y no le hacía caso incluso en una situación como esta. ¿Pero qué podía hacer él? No le quedaba más remedio que hacer eso para llamar su atención y dejar que se preocupara por él. “Como no me ayuda a cambiarme, no lo haré”, se dijo Alex, que estaba sentado en la cama esperándola. Gracias al aire caliente en la sala, aunque su ropa estaba mojada, no sentía nada de frío. Por el contrario, debido a que Noa le había cubierto con dos colchas antes, había sudado por el calor. Por eso, ahora se sentía más cómodo.Noa no se movía y él tampoco. La sala estaba en silencio.Ella miraba el celular, pero de manera discreta prestaba atención a Alex. Sin embargo, pasaba el tiempo y Alex aún no se cambiaba de ropa.Apretó los labios y frunció mucho el ceño. “¿Qué le pasó? Acaba de decir que tenía frío. Ahora su ropa es
Cuando Alex dijo esto, se inclinó un poco hacia Noa. Ya estaba muy cerca de ella.Al escucharlo, a Noa le tembló la mano. Después de un momento, volvió en sí y le dio un empujoncito para alejarlo.—No necesito que te entregues a mí.—Ahh… —Alex soltó un gemido de dolor al recibir su empujoncito y se cayó hacia atrás. Se veía más pálido y más débil.Esto asustó mucho a Noa. Pero pronto reaccionó y pensó que él solo estaba fingiéndolo como un sinvergüenza. Se limitó a decir:—Deja de fingir. Soy actriz y sé muy bien que estás actuando.Dicho esto, lo ayudó a ponerse la nueva camisa y la abrochó rápido sin paciencia.—¿Sí? Si te has dado cuenta de que estoy fingiéndolo todo, ¿por qué viniste a ayudarme?Al escucharlo, Noa apretó los labios y se preguntó: “¿Por qué? Sé que estaba fingiendo, pero no pude contenerme y tomé la iniciativa de venir a ayudarlo. Creí que lo había dejado de amar, pero, inesperadamente, me es muy fácil caer en sus trampas. Cuando está enfermo, estoy más nerviosa y
A Noa le parecía un poco divertido el comportamiento de Alex, pero también se sentía enojada con él y le cuestionó:—Alex Hernández, ¿no dijiste que no tenías fuerza?—Sí —respondió Alex con su cabeza hundida en el cabello de Noa. Olía su fragancia como un adicto a su cuerpo.Noa no solía usar perfumes y su fragancia provenía del gel de ducha y de la loción corporal que usaba. Era ligera, pero olía bien. La última vez que ella estaba borracha y él la tenía en sus brazos, ella también tenía la misma fragancia, que olía dulce.Los labios de Alex estaban muy cerca del cuello de Noa. No pudo contener más su deseo y le dio un besito allí. Luego no se movió e incluso habló con la boca casi pegada a su cuello:—Sí, es cierto que ya no tengo fuerza.Noa se puso rígida al instante. Podía sentir la suavidad de sus labios en el cuello, lo que le hacía cosquillas en el corazón. —¿Qué… qué estás haciendo? —tartamudeó Noa tratando de evitar el toque de sus labios.Alex se alejó un poco la cabeza de
Su voz había sido suave, ronca e incluso un poco tentadora. Noa, aturdida, casi le dijo que estaba bien. Pero de repente pensó en algo y apretó los labios.—No me parece nada bien. ¿Por qué tengo que hacer lo que dices? —cuestionó Noa y resopló.Al escuchar esto, Alex se sorprendió un poco. En realidad se había imaginado que lo rechazaría. Pero ahora ella le prestaba más atención, lo que implicaba que él aún tenía la oportunidad de estar con ella.—Entonces, ¿cómo hago para recuperarte? ¿Quieres castigarme? Puedo hacer lo que quieras —preguntó Alex con paciencia.—Ahora dices que puedes hacer todo lo que yo quiera. Pero antes, cuando te pedí el divorcio, aceptaste con ligereza, ¿no? Obviamente, no te importaba nada del divorcio, ni siquiera sabías en qué habitación vivía. ¡Idiota desgraciado!—Todo ha sido mi culpa, perdóname, Noa —Alex no lo negó, porque de verdad había hecho muchas tonterías—. Pero, en cuanto a lo que dijiste cuando estabas borracha la última vez, eso de que yo habí
Noa tenía una mezcla de muchas emociones y apretó los labios sin decir nada.Aunque no recibió su respuesta, Alex había notado el cambio de su actitud y sonrió. —Si no dices nada, lo tomaré como que estás de acuerdo.Dicho esto, bajó la cabeza para besarla. Sin embargo, no pudo, porque antes de que lo hiciera, Noa lo evitó y bajó de la cama a toda prisa.—Como ya tienes cambiada la camisa, descansa.Aunque Alex estaba un poco insatisfecho porque no había logrado besarla, no quería obligarla. Se sentó en la cama y se inclinóhacia atrás. Sonrió mientras la miraba fijamente. “Mereció mucho la pena que se me cayera el vaso.”De repente le sonó el celular. Era un mensaje de Nicanor: «Amigo, ¿qué tal todo? ¿Ha funcionado la manera de fingir estar incómodo?»Al ver que Noa había ido al baño con la ropa mojada, Alex le respondió con cautela: «Te recompensaré.»Después de enviarle el mensaje, dejó el celular a un lado directamente sin mirar las respuestas de Nicanor. Ahora estaba muy feliz.Pr