Imposible. Definitivamente estaba mintiendo. Si él de verdad lo recordaba todo, ¿por qué nunca la había buscado? Incluso cuando se volvieron a ver, él ni la había reconocido.Para él, ella no era más que una niña que había encontrado en la calle. Había sido amable con ella, pero nunca había sido importante para él. En efecto, ella nunca había ocupado un lugar en su corazón.Al pensar en eso, Noa sintió que no tenía mucho apetito. Comió un poco y dejó el plato a un lado. Luego miró fijamente a Alex, quien había estado sirviéndole comida todo el tiempo sin tampoco comer mucho, y dijo:— Has pedido demasiada comida y no puedo comer tanto. Para evitar desperdiciar la comida, sería mejor que tú te la comieras toda.Viendo que ella no seguía comiendo, Alex también dejó de comer y preguntó:—¿Estás llena ya?—Sí —respondió Noa.—No has comido lo suficiente y tendrás trabajo por la tarde. Necesitas energía —se preocupó Alex.—Eso no tiene nada que ver contigo —añadió Noa mientras lo miraba—. P
—¡Suéltame!Noa retrocedió unos pasos intentando liberar su mano y mantenerse alejada de él. Al ver que ella insistía, Alex se mostró triste y pronto la soltó.—Está bien. Entiendo que no puedes aceptarlo por el momento, vamos despacito —comentó Alex.—¡Búscate a otra para ir despacito y no me molestes! —Noa retiró la mano. Echó una mirada hacia la muñeca que estaba roja por su fuerza y le regañó—: ¡Qué violento eres!Su muñeca era delgada, con la piel delicada y blanca, lo que destacaba mucho la marca roja. Alex también lo vio y gruñó un poco avergonzado:—No lo he hecho con fuerza.—¡¿No sientes vergüenza al decir eso?! Si no fuiste tú quien lo hizo, ¿acaso hay alguien más aquí? —cuestionó Noa con enojo y levantó la mano para mostrarle la marca roja.Alex quería contradecirla, pero, mirando su muñeca, no lo hizo. Se limitó a acercarse a ella y susurró:—Discúlpame, Noa. La próxima vez no lo haré con tanta fuerza.Dicho esto, tiró sus dedos de esa mano hacia sus propios labios y dio u
Noa cerró los ojos, aguantando la ira. Ya no quería hablar con él. El Alex de ahora era totalmente diferente al que ella había conocido. ¿Acaso otro hombre se había reencarnado en su cuerpo?Sin embargo, lo que Noa no sabía era que, después de que ella se fue, la expresión del hombre en el auto cambió bruscamente. Sus ojos parecían decir que iba a matar a alguien. Sacó el celular para hacer una llamada.—Averigua quiénes han hablado mal de Noa en el set —ordenó Alex.Después de colgar la llamada, Alex apretó con fuerza el celular con las puntas de los dedos y se dijo: “Como les gusta cotillear, ¡les daré más tiempo para hacerlo y además ya no tienen que filmar!”Mientras tanto, Noa, que no sabía nada sobre lo que planeaba Alex, se dirigió al set. Cuando llegó, se encontró con un grupo de personas que se habían reunido para cotillear.—Acabo de ver a Noa bajarse de un auto de lujo. ¿Lo saben? —Es muy normal que tome un auto de lujo, ¿no? Después de todo, es noble de nacimiento.—Tambié
El que las dos le pidieran perdón no había sido nada agradable para Noa, sino que le había hecho sentir aún peor.Sacó el celular para advertir a Alex de que no se metiera más en sus asuntos. Sin embargo, conociéndole, ella imaginaba que al final adivinaría lo que había pasado y haría algo más para castigarlas… Noa suspiró. Se aguantó las ganas de decírselo y cerró los ojos para que la maquilladora le delineara los ojos.Esa tarde, la filmación de las escenas de Noa marchó viento en popa, por lo que salió del trabajo temprano. Cuando iba a irse del set, se encontró con Alice.Las dos se saludaron.—¿Ya terminaste el trabajo de hoy? —preguntó Alice con una voz un poco cansada.—Sí. ¿Tú aún no?—No. Uff. El director decidió de repente despedir a dos actrices, así que estoy esperando mi turno para filmar mis escenas.—¿Qué actrices? —preguntó Noa sorprendida.Alice no sabía lo que había pasado entre Noa y esas dos actrices, quienes le habían pedido perdón, pero luego se habían enojado con
Noa no respondió. Era verdad que él la había salvado de ese loco. Ella había querido agradecérselo, pero siempre se enojaba por lo que le había hecho él después del asunto. Por eso todavía no le había dado las gracias cara a cara.Después de un buen tiempo, respiró hondo y explicó:—Ocurrió en el set. Si de verdad no podía defenderme, pediría ayuda. Además, en aquel momento todos estaban afuera. Si llevara demasiado tiempo ausente, ellos vendrían a buscarme.—¿Y si no? ¿Y si nadie había prestado atención a tu ausencia o si solo pensaban que te sentías cansada y habías ido a descansar al vestuario? ¿Has imaginado las consecuencias?En realidad, al pensar en las posibles consecuencias, Noa sintió miedo, pero resopló y, como si quisiera enojarlo a propósito, dijo:—Sí, sé muy bien cuáles serían las consecuencias, ¿y qué? Si de verdad me hubieran ocurrido, har…Alex la interrumpió:—¡Nunca permitiré que te ocurran tales cosas!—¿Por qué…?—Si algo malo te pasara, me volvería loco.Ante sus
—¡¿Qué dijiste?! —cuestionó Alex con una repentina frialdad.—¿No me has oído? ¿Entonces quieres que te lo repita? Bueno, escucha, prefiero estar con cualquier otro a estar contigo, ¿ya me entiendes? ¡No vuelvas a molestarme en el futuro, por favor!Antes de que Alex pudiera responder, Noa se dio la vuelta para irse de allí.Los tres guardaespaldas la seguían torpemente mientras la miraban incrédulos. No esperaban que tuviera tan mala actitud con el señor Hernández y lo tratara de esa forma. Tragaron saliva al mismo tiempo. Se sentían nerviosos, imaginando que Noa se desquitaría regañándolos.Pero ella no lo hizo, solo les lanzó una mirada y dijo con ligereza:—Váyanse y no me sigan, por favor.—Pero, señorita García… —dijo el líder con dificultad—. Hemos tomado el dinero y hemos tenido hecho el trato. Si no estamos a su lado para protegerla, tenemos que devolverle el dinero al señor Hernández… Quería decir que realmente necesitamos realizar este negocio.Como el líder ya lo había dich
Cuando reaccionó y giró la cabeza para mirar hacia atrás, vio la cara guapa pero desagradable de Alex.—¡¿Qué...?!Antes de que pudiera terminar sus palabras, Alex la cargó en el hombro.—¡Ahhh! —gritó Noa asustada—. ¿Qué estás haciendo? ALEX HERNÁNDEZ, ¡SUÉLTAME!Alex seguía con cara seria y parecía como si no la hubiera oído. Noa le golpeó pero parecía que no se lo tomaba en serio.Como no le funcionó lo que hacía, Noa se dirigió a los tres guardaespaldas:—¡Ayuda! Ya son mis guardaespaldas y tienen que protegerme. No conozco a este loco.Al escuchar esto, los tres se volvieron en sí y se adelantaron.—¡Párense! —ordenó Alex y los miró con seriedad—. Fui yo quien les ha contratado. Si se atreven a acercarse más a mí, ¡les dejaré sin trabajo!Ellos se detuvieron al instante.—No lo crean. Ahora él ya no es su empleador, sino que lo soy yo. ¡Ayúdenme por favor! —He rechazado su pago, además, fui yo quien les contrató. Si no estoy de acuerdo, no pueden cambiar de empleador. Es decir, y
Noa se quedó estupefacta y, después de un momento, volvió en sí. “¿Alex me ha golpeado en el trasero?”. Pronto Noa se sonrojó, apretó los dientes y gritó:—¡¿QUÉ HACES?!En realidad, Alex no lo había hecho a propósito. Solo había querido que ella se quedara quieta y no dijera más tonterías. Por eso, cuando le dio el golpe en su trasero, no se había dado cuenta de que era inapropiado. No reaccionó hasta que ella le cuestionó avergonzada, enojada y sonrojada.Miró la mano que la había golpeado. Aún tenía la sensación de suavidad de su trasero. Notó que esto había funcionado con Noa. Tragó saliva y dijo con voz ronca:—Porque eres muy indomable.Dicho esto, le dio otro golpecito en su trasero.Después de otro momento de silencio, Noa exclamó con furia:—ALEX HERNÁNDEZ, ¡DEFINITIVAMENTE TE DEVOLVERÉ LOS GOLPES EN EL FUTURO!Al escuchar esto, Alex se rio.—Bien, estaré pendiente —respondió y caminó a su auto con Noa en su hombro. En el pasado, él la había mimado y la había dejado hacer lo