Noa no respondió. Era verdad que él la había salvado de ese loco. Ella había querido agradecérselo, pero siempre se enojaba por lo que le había hecho él después del asunto. Por eso todavía no le había dado las gracias cara a cara.Después de un buen tiempo, respiró hondo y explicó:—Ocurrió en el set. Si de verdad no podía defenderme, pediría ayuda. Además, en aquel momento todos estaban afuera. Si llevara demasiado tiempo ausente, ellos vendrían a buscarme.—¿Y si no? ¿Y si nadie había prestado atención a tu ausencia o si solo pensaban que te sentías cansada y habías ido a descansar al vestuario? ¿Has imaginado las consecuencias?En realidad, al pensar en las posibles consecuencias, Noa sintió miedo, pero resopló y, como si quisiera enojarlo a propósito, dijo:—Sí, sé muy bien cuáles serían las consecuencias, ¿y qué? Si de verdad me hubieran ocurrido, har…Alex la interrumpió:—¡Nunca permitiré que te ocurran tales cosas!—¿Por qué…?—Si algo malo te pasara, me volvería loco.Ante sus
—¡¿Qué dijiste?! —cuestionó Alex con una repentina frialdad.—¿No me has oído? ¿Entonces quieres que te lo repita? Bueno, escucha, prefiero estar con cualquier otro a estar contigo, ¿ya me entiendes? ¡No vuelvas a molestarme en el futuro, por favor!Antes de que Alex pudiera responder, Noa se dio la vuelta para irse de allí.Los tres guardaespaldas la seguían torpemente mientras la miraban incrédulos. No esperaban que tuviera tan mala actitud con el señor Hernández y lo tratara de esa forma. Tragaron saliva al mismo tiempo. Se sentían nerviosos, imaginando que Noa se desquitaría regañándolos.Pero ella no lo hizo, solo les lanzó una mirada y dijo con ligereza:—Váyanse y no me sigan, por favor.—Pero, señorita García… —dijo el líder con dificultad—. Hemos tomado el dinero y hemos tenido hecho el trato. Si no estamos a su lado para protegerla, tenemos que devolverle el dinero al señor Hernández… Quería decir que realmente necesitamos realizar este negocio.Como el líder ya lo había dich
Cuando reaccionó y giró la cabeza para mirar hacia atrás, vio la cara guapa pero desagradable de Alex.—¡¿Qué...?!Antes de que pudiera terminar sus palabras, Alex la cargó en el hombro.—¡Ahhh! —gritó Noa asustada—. ¿Qué estás haciendo? ALEX HERNÁNDEZ, ¡SUÉLTAME!Alex seguía con cara seria y parecía como si no la hubiera oído. Noa le golpeó pero parecía que no se lo tomaba en serio.Como no le funcionó lo que hacía, Noa se dirigió a los tres guardaespaldas:—¡Ayuda! Ya son mis guardaespaldas y tienen que protegerme. No conozco a este loco.Al escuchar esto, los tres se volvieron en sí y se adelantaron.—¡Párense! —ordenó Alex y los miró con seriedad—. Fui yo quien les ha contratado. Si se atreven a acercarse más a mí, ¡les dejaré sin trabajo!Ellos se detuvieron al instante.—No lo crean. Ahora él ya no es su empleador, sino que lo soy yo. ¡Ayúdenme por favor! —He rechazado su pago, además, fui yo quien les contrató. Si no estoy de acuerdo, no pueden cambiar de empleador. Es decir, y
Noa se quedó estupefacta y, después de un momento, volvió en sí. “¿Alex me ha golpeado en el trasero?”. Pronto Noa se sonrojó, apretó los dientes y gritó:—¡¿QUÉ HACES?!En realidad, Alex no lo había hecho a propósito. Solo había querido que ella se quedara quieta y no dijera más tonterías. Por eso, cuando le dio el golpe en su trasero, no se había dado cuenta de que era inapropiado. No reaccionó hasta que ella le cuestionó avergonzada, enojada y sonrojada.Miró la mano que la había golpeado. Aún tenía la sensación de suavidad de su trasero. Notó que esto había funcionado con Noa. Tragó saliva y dijo con voz ronca:—Porque eres muy indomable.Dicho esto, le dio otro golpecito en su trasero.Después de otro momento de silencio, Noa exclamó con furia:—ALEX HERNÁNDEZ, ¡DEFINITIVAMENTE TE DEVOLVERÉ LOS GOLPES EN EL FUTURO!Al escuchar esto, Alex se rio.—Bien, estaré pendiente —respondió y caminó a su auto con Noa en su hombro. En el pasado, él la había mimado y la había dejado hacer lo
—Nunca te he calumniado. ¿No me has amenazado para que no me baje del auto? ¿Y en el baño, no me has besado sin mi permiso? ¡Qué sin…!Antes de que pudiera terminar sus palabras, Alex le dio un beso en los labios.Noa se quedó atónita. "Efectivamente, mi sexto sentido tenía razón. ¡Idiota!". Se volvió más enojada y le regañó:—¡Sinver…! Hum…Alex no dejó que terminara de hablar y, con la mano apoyada en el respaldo de su asiento, inclinó más su cuerpo hacia ella y volvió a besarla, e incluso intentó abrir su boca con la lengua. Noa se limitó a esforzarse por cortar el beso, pero su otra mano la obligaba a estar inmóvil. Entonces, solo pudo dejar que él la besara a su voluntad.Después de un buen rato, los labios de Alex se separaron de los de Noa y luego le dio un besito en el frente.—¿Qué querías decir? —preguntó Alex, haciéndose el tonto."Olvídalo, no tengo nada que decir", le dijo en silencio Noa. Pero Alex seguía mirándola fijamente a los ojos y dijo:—No te dejaré escapar.—¿¿Q
Cuando Noa estaba perdida en sus pensamientos, Simón tomó la iniciativa de darle una explicación.En el elevador, Noa estaba inexpresiva, mientras los otros dos se lanzaban miradas asesinas. Ella se sentía impotente, pero no lo mostró.El elevador se detuvo en cierta planta. Las puertas se abrieron y entraron muchas personas.Simón se apresuró a bajar la cabeza y presionó hacia abajo la visera de su gorra. No esperaba encontrarse con tanta gente. Cuando salió, no había pensado en esto y solo había llevado una gorra, sin mascarilla ni gafas de sol. Estaba un poco preocupado de que lo reconocieran.Noa se había quedado atónita al ver a tantas personas entrar al elevador. Cuando reaccionó, vio que Alex estaba frente a ella, con las manos apoyadas a ambos lados de la pared, para protegerla con su cuerpo del posible contacto de los otros.Como había mucha gente en el elevador, a nadie le extrañó la posición de Alex, pensando que eran pareja. Siempre veían escenas semejantes en el elevador,
—Oye, ¿por qué lloras?Al ver los ojos llorosos de Noa, los compañeros de cuarto de Alex, que no tenían ninguna experiencia consolando a las chicas, se sintieron nerviosos. Uno de ellos extendió la mano para secarle las lágrimas, pero, sus dedos eran demasiado ásperos y, cuando le limpió las lágrimas, hizo que la delicada piel de Noa se pusiera roja, y esta lloró de dolor. Los chicos se quedaron impotentes y se limitaron a buscar a Alex.Después de saber que Noa estaba llorando, Alex se apresuró a venir. Al ver que las lágrimas corrían en sus mejillas, se le hizo pequeño el corazón.—¿Qué ha pasado? —preguntó Alex preocupado.Pero Noa no le hacía caso y se dio la vuelta directamente para no verlo. Alex estaba más confundido. Después de un buen rato de silencio, levantó la vista y los miró.—¿La han hecho algo malo?Ellos lo negaron con la cabeza a la vez.—No fue nuestra culpa y deja de lanzarnos las miradas tan terribles, por favor. Ella es tu princesa y nunca nos atreveremos a ofend
Alex se limitó a suspirar. Luego acarició su cabeza y negó:—No, no lo haré, nunca. No te preocupes, Bolita. Tranquila.—¿En serio? Entonces, ¿de verdad no buscarás novia en el futuro? —Alex no sabía qué decir y Noa siguió—: ¡Efectivamente me estás mintiendo!Al ver que ella estaba a punto de llorar nuevamente, Alex se apresuró a decir:—No te estoy mintiendo. Te prometo que no buscaré novia en el futuro, ¿bien? —Alex se vio obligado a hacerle la promesa. Pero al pensarlo bien, sintió que no era gran cosa. Después de todo, era verdad que aún no planeaba conseguir novia. Además, después de graduarse tendría que trabajar y no tendría tiempo para encontrar una.Al escuchar su promesa, la chiquita por fin se puso alegre y sonrió.Fin de flashbackEn aquel momento, Noa realmente creía que él no la abandonaría. Pero las cosas no habían marchado como lo había imaginado ella. Él, como lo habían hecho sus padres, la había abandonado.Noa estaba perdida en sus recuerdos. De repente, un grito hiz