Al escucharla, Alex miró su cara y preguntó con esperanza:

—Llevas la pulsera. Esto significa que ...

No terminó la frase creyendo que ella sabía lo que él quería decir. Pero Noa no lo adivinó ni tampoco quería hacerlo.

—Esto significa que eres leal a tu palabra. Porque lo has recuperado después de prometérmelo —dijo Noa.

Alex estaba un poco perdido. Noa se aprovechó de la situación para retirar la mano y retrocedió un poco para mantenerse alejada de él. Luego agradeció:

—Gracias —luego se le ocurrió algo y siguió—: Si no recuerdo mal, has gastado mucho dinero en comprarla en la subasta, ¿no? Te devolveré el dinero, aunque se me olvidó la cantidad exacta, ¿podrías decir...?

Antes de que Noa pudiera terminar la pregunta, Alex se burló diciendo:

—Entonces, ¿no solo no has visto lo que estaba escrito en la caja, sino que tampoco recuerdas el precio? —Noa se quedó confundida y levantó la cabeza para mirarlo con dudas—. ¿Tanto me odias?

Noa no respondió. Aunque ya se habían divorciado, le