¿Preparaste esto para todos?

Al escuchar eso, Noa suspiró aliviada y finalmente tomó el frasco de ungüento.

—Gracias.

Resultó que se había imaginado lo que no era. Si lo pensaba bien, él era el protagonista masculino y ella solo un pequeño personaje secundario. No había forma de que se interesara por ella.

Noa podía estar segura de que Diego era una persona muy amable.

—No te preocupes, todos pasamos por momentos difíciles. Cuidar de los nuevos también es parte de mi deber. Cuando recién ingresé a la industria, algunos veteranos también me cuidaron.

¿Era así? Entonces, al ver que ella era una recién llegada, ¿él se había acordado de cuando también lo fue en su momento?

Si pensaba de esa manera, parecía tener sentido.

—Después de regresar, puedes aplicar una toalla caliente en las zonas doloridas y luego aplicar este ungüento. Mañana te sentirás mucho mejor, aunque el olor de este medicamento es un poco desagradable y puede resultar incómodo.

—No importa, gracias.

Diego quería