Cuando el grupo de Magno regresó a su alojamiento al terminar todo, los miembros del otro grupo ya cenaron y volvieron a sus habitaciones para descansar.

Las tres personas no dijeron nada al saberlo, porque sabían que ellos se tardaron mucho.

Rozana tenía mucha energía sin sentir nada cansancio después de un día de rodaje, porque la ducha ya le quitó el agotamiento. Tan pronto como salió de la ducha, se movió al lado de Noa y murmuró:

—Noa, ¿ya podrías decirme sobre tu relación con el guapo Alvaro? —casi moría de tanta curiosidad que quería preguntarlo en el día, pues Noa no le había dejado clara la respuesta.

Ahora estaba cerca de Noa y preguntó mirando fijamente su hermoso rostro:

—¿Son pareja? No, por tu parte parece que no. Es que ¿es él tu pretendiente? wuuu, Dios mío, ni siquiera puedo imaginar la escena que mi ídolo le pide la mano a una mujer —Noa mantuvo el silencio sin saber qué decir—, ¿es cierto? ¿Lo acerté verdad?

—No —Noa negó con la cabeza—, es mi hermano.

—¿Hermano? —R