La joven se sorprendió por la belleza impactante de Noa, pero rápidamente se recompuso.

—Hola, ¿eres la señorita Noa? Soy la asistente de Manuel. Me pidió que viniera aquí para recoger...

—Sí, lo sé. ¿Dónde está él ahora? —interrumpió Noa.

—Hay demasiada gente por aquí. Ven conmigo —respondió la joven. Sin esperar respuesta, la joven tomó la iniciativa y agarró el equipaje de Noa. Noa pensó en decirle que no era necesario, pero una vez que la joven tomó el equipaje, se sumergió en sus propios pensamientos sin prestarle atención.

Para evitar ser reconocidos, el coche de Manuel estaba estacionado lejos, lo que implicaba un largo trayecto. Durante ese tiempo, Noa notó cómo la asistente de su segundo hermano la observaba furtivamente una y otra vez. Sin embargo, cada vez que sus miradas se cruzaban, la asistente desviaba rápidamente la vista, temerosa de ser descubierta. Noa encontró esto bastante divertido. ¿De dónde había sacado su hermano a esta linda asistente?

La asistente de Manuel l