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-Por eso actuabas tan extraño cuando te llamaba.

-No sabía cómo decírtelo y no es algo que se dice por llamada.

-No se que decirte- soltó unn suspiró- sabía que tarde o temprano iba a pasar, con tus acciones era lo más lógico, pero, ¿por qué no simplemente te cambiaste de ciudad? 

No era tan sencillo, si estaba en el mismo país, tendría que estar volviendo muy seguido.

-Bueno realmente si pensé en cambiarme, esa era la idea desde un inicio, pero conozco a mi madre, ella hubiera querido que viniera a verla al menos dos o tres veces a la semana y eso no haría ninguna diferencia. 

Lisa también sabía lo que había pasado, ella estaba conmigo ese día, además de que ella también sabe lo que se siente cuando tienes el corazón roto

-Ya es definitivo entonces.

-Si, ya es oficial, pasado mañana me voy y no pienso regresar en un largo tiempo. 

-Sabes que me encantaría irme contigo - me abrazó- pero mi familia no tiene dinero, apenas pueden pagar la escuela aquí.

-Lo se, y se que si le pedimos ayuda a mi madre, ella nos ayudaría, pero tu familia no te dejaría además de que se que a ti no te gustaría ir de caridad y si mi padre se enterará, ¡Dios! No se que haría. 

-No, realmente no me agradaría - soltó una carcajada- y en algún momento tendré que dejar de tenerle miedo a tu padre, ¿no lo crees? 

- Supongo que podrías solicitar una beca para el último año escolar-hice una pausa- y con respecto a mi padre, no sé si en algún momento acepte nuestra amistad y el amor que sientes por mi hermano.

-Esa es una buena idea, mis notas son muy buenas, posiblemente me ganaría una gran beca- y podrías estar en el mismo país que Dominic- y ya no quiero hablar de tu padre.

- Esta resuelto.

- Solo serán 8 meses separadas.

-Se escucha mucho tiempo, pero pasa muy rápido así que solo esperaremos, además nos mantendremos en contacto cierto?

- Obviamente, quiero enterarme cuando mi amiga encuentre a un tipo genial, que logre sacarle una sonrisa cada minuto, ya que otro solo la hacía sentirse mal.

-Mejor ya no toquemos ese tema.

-¿Terminaste de empacar?

-Casi,¿ me quieres ayudar?

- Vamos.

Después de ayudarme bajamos a comer y por un largo momento, nos olvidamos de todo, de mis espectáculos, de Dominic, de Dylan, de nuestros padres, solo éramos ella y yo, jugando, riendo, cantando, siendo las mismas de siempre.

Hasta que mis padres llegaron.

-¿Qué hace ella aquí Antonella?- mi padre como siempre muy amable.

- Vino a despedirse de mi, pero ya se va, así que no te molestes. - Le di la espalda a mi padre y le hice señas a Lisa para que no dijera nada. - Vamos.

Lisa se levantó de la mesa junto conmigo y estábamos a punto de salir cuando me hablo mi padre.

-Antonella

-¿Qué?- mi tono me dio un poco de miedo, si mi padre viene de malas, lo más seguro es que me de una bofetada por contestarle así.

- Ella conoce perfecto el camino, ven a mi estudio, tenemos que hablar.- El salió primero de la cocina y mi madre iba de tras de el.

Mire a mi madre, para que me dejara llevar a mi amiga a la puerta, pero ella simplemente se volteó.

Mi madre me dio la espalda y su expresión era imposible de leer y eso es lo que más me preocupa, Lisa también lo notó ya que me tomó del brazo para que la viera, solo me sonrió y me abrazó.

-Tenemos un trato, mantente en contacto.

- Regresa con cuidado- le dije a punto de llorar- Te las encargo mucho.

Ella sabía que me refería a mi madre y a mi nana.

-¡Claro! Ten buen viaje 

Me soltó y desapareció por la puerta de la cocina.

Una lagrima salió rebelde de mi cara, pero la limpie en seguida y caminé firme al estudio. 

Mis padres ya estaban esperándome, mi padre sentado es su silla ejecutiva y mi madre parada a lado de el. 

Me indicaron que me sentará frente a ellos, por alguna extraña razón sentí como si estuviera en un interrogatorio o algo similar, bueno he estado en muchos en los últimos meses y tal vez por eso esto se sintió de esa manera.

-En dos días te vas a ir a estudiar a Estados Unidos, sin ninguna objeción.

-Lo sé, no pondré resistencia, ni trataré de huir, de hecho ya están preparadas mis maletas, llevo mi ropa, libros y cosas necesarias.

Mi respuesta los tomó por sorpresa a los dos, supongo que pensaron que pondría alguna objeción o algo por el estilo. 

-Bien, en el aeropuerto te esperará un chófer de la sede de Estados Unidos, él te llevará al internado. 

-¿Tendré que vivir en el internado todo el tiempo que este en el extranjero?

-Si tu comportamiento mejora en tu estancia ahí, tomaremos en cuenta la probabilidad de dejarte vivir en tu propio departamento- esta ves la que hablo fue mi madre, su tono no era el siempre, pero con el simple hecho de que me hable me basta por ahora.

-Gracias.-  no sabia si tenía posibilidad de pedir algo y a mi padre lo más seguro es que no le agrade. 

-Se nota que quieres pedir algo- le digo o no- Dime que es. 

-Quisiera vivir ahí con el apellido Stone y no con el Astori.-antes de que a mi padre se le ocurriera gritarme- Sería muy fácil para mi conseguir todo si ando por ahí con un apellido que imponga autoridad, en cambio, el apellido de mi madre solo es imponente en el mundo de la música, sería más difícil darme a conocer por el apellido e incluso si llego a cometer un error, el apellido Astori ya no estará manchado, al contrario, te felicitarían por poder controlar a tu hija y así Dominic no sabría que estoy ahí y no tendríamos que encontrarnos, además pues la abuela se ha encargado de que no se sepa en apellido de tu esposa y gracias a su arreglo, nadie conoce mi verdadera cara.

Mi madre cambio su expresión, parecía preocupada, como si quisiera decirme algo importante, pero mi padre le tomo la mano y ella se contuvo. 

-¡Esta bien! Cambiaremos tus documentos al nombre de Antonella Stone, pero tendrás que llevar también los de Astori, por cualquier cosa, y espero que no manches el nombre de tu madre, por si en algun momento se me ocurré declarar la identidad de mi familia.

-Claro, muchas gracias papá- por primera vez en años, le doy una sonrisa sincera a mi padre y lo llamo de esa manera, lo que lo toma por sorpresa nuevamente, su cara por primera vez dejo de tener esa dura y fría expresión de siempre. 

-Ve a terminar de alistar tus cosas, mañana mismo tendrás los papeles nuevos.

-Gracias, con permiso. 

Salí con una sonrisa enorme y me encontré con mi nana en el pasillo. 

-¿Qué ocurrió mi niña?- a ella igual le extraño que saliera tan feliz del estudio de mi padre, normalmente lo hago azotando la puerta y maldiciendo a todos en la casa. 

-Nada nana, solo ¡estoy feliz!- camine por el pasillo y empecé a subir las escaleras cuando recordé algo- ¡Oye nana!

-¿Si mi niña? - ella ya estaba por entrar a la cocina

-Mañana me puedes acompañar a una estética- Hace mucho tiempo que no voy y la ultima vez me pinte mi cabello castaño, por un azul y me lo corte demasiado, ahora es un estropajo y esta completamente maltratado-Creó que es tiempo de un buen cambio. 

-S...si claro a la hora que me digas. - hoy a sido el día de sorprender a todos.

El resto del día paso sin contratiempos.

A la mañana siguiente mi madre entró para dejarme los documentos de mi estancia y del vuelo.

-Aquí esta todo como pediste. - ella estaba a punto de salir pero me levante muy rápido y la abrace por la espalda.

-Perdóname mamá.

Por tercera vez escuche el llanto de mi madre.

La primera vez cuando mi padre mando a Dominic a Estados Unidos, la segunda cuando casi me mato hace más de un año y ahora. 

-Estoy bien- ella se soltó de mi abrazo, se giro hacia mi, me dio un beso en la frente y salió. 

-¡Mamá!- le grite pero no regreso. 

Baje a desayunar pero solo estaba mi padre, quien se estaba terminando su café y se levantaba de la mesa. 

-Hola hija- me quede estática, la cocinera y mi nana voltearon a vernos a ambos. 

Mi padre no me dirigía la palabra desde hace mucho, a no ser que fuera para un regaño y jamás me llamaba "hija", solo lo hacía por mi nombre, supongo que mi actitud de ayer lo cambió, que lastima que fuera ya que no lo veré durante bastante tiempo.

-¡Hola!-él se encaminaba a la salida tras haber dejado su periodico en la mesa- Buenos días papá.

Yo me moví para que pudiera pasar pero me tomo del brazo y me dio un beso en la frente y salió. 

No se cuanto tiempo me quede parada viendo hacia la puerta, ni cuanto tiempo me observaron las dos personas que presenciaron el momento, porque lo siguiente que recuerdo es a nana y a la cocinera corriendo para ventilar la cocina, ya que se les había quemado lo que estaban preparando. 

Ninguna de las tres dijo nada, yo tomé mi desayuno en silencio y regresé a mi cuarto. 

Mis padres si que saben sorprenderme, uno me vuelve a querer y la otra me rechaza.

Por la tarde me fui con mi nana a la estética, tardaron horas en arreglar mi desastre de cabello. 

Ahora lo elegí base negra con decolorado gris, se veía muy lindo y podré pintarlo del color que quisiera, ahora lo tengo a la altura del pecho, lo cual lo hace verse más bello y llamativo. 

Después del cambio de look, nos dirigimos a comer y ya que no pensaba volver en un buen tiempo fuimos a comer pasta y pizza. 

Regresamos a casa bastante tarde y yo fui directa a darme un baño muy largo y me metí a las cobijas, solo que no pude conciliar el sueño para nada. 

Pasadas las 12 escuché que la puerta de mi cuarto se abrió y mi madre entro sin hacer ningún ruido, era muy raro que mi madre entrará en mi habitación y sobretodo a esta hora, por eso decidí hacerme la dormida.

-Mi pequeña niña- ella hablo tan bajito que apenas la pude escuchar- mañana te iras de mi lado, como querías- ella hizo una pausa muy larga, pero yo no podía abrir los ojos, ya que si descubría que estaba despierta se iría y no tendría otra oportunidad de escuchar lo que me tenía que decir- Me preocupa lo que vaya a pasar contigo, no se si estas preparada para lo que viene, tu padre insiste en que te vayas a esa escuela, pero yo se que no serás feliz- nuevamente se quedo callada- Es hora de que te cuides a ti misma y aprendas a vivir la vida que te toco y que nada logré lastimarte como antes, tu eres muy fuerte y sabras poner a cualquiera en su lugar.

Después de eso escuche como cerraba la puerta. 

¿Qué querrá decir con eso? 

¿Qué tiene de malo la escuela? 

Definitivamente no podré dormir gracias a las dudas que mi madre puso en mi cabeza con su visita. 

¿Por qué ha estado evitándome? 

¿Qué sabe ella? 

Ayer que mencione lo de estar oculta de Dominic ella se puso muy tensa, ¿será que...?

¡No! Imposible, mi padre no me quiere cerca de mi hermano, él lo ha dicho muchas veces, bueno no solo mi padre, Dominic se encargo de dejar claro que yo solo soy una molestia para él. 

Somos gemelos, él es el menor y él más frió de los dos, se parece mucho a mi padre fisicamente, en cambio yo soy más relajada, soy idéntica a mi madre fisicamente. 

Afortunadamente no nos parecemos, bueno solo un poco en el color de piel, el cabello natural y los ojos, de ahí en fuera no tenemos nada en comun, ni la estatura, el es más alto que yo. 

Siempre peleábamos por cosas sin sentido, no recuerdo que fuéramos muy unidos, salvo por Lisa, de ahí en fuera no teníamos nada en común, pasatiempos y eso eran distintos, a él le encantaba escribir canciones y yo amaba nadar, pero como siempre mi padre se encargo de que eso tampoco lo tuviera él y pues yo hace unos años que no pondo un pie ni el la orilla de la alberca

Tal vez por eso me odia, a el le prohibieron todo y a mi me lo daban. 

Por eso dudo mucho que mi padre me enviará a estudiar en la misma escuela que él. 

Haciendo a un lado esos pensamientos, me levante y me senté en la ventana, tome mi cuaderno y las palabras fluyeron solas. 

Algún día todo cambiará

En algun punto ambos nos iremos

Nadie pertenece a un solo lugar

Mi mundo cambia y tu no estas

Agradece por conocerme

Ruega por no perderme

Suplica por olvidarme

Y llora por abandonarme

Por la mañana ya estoy lista, saco mi pasaporte, mi visa, todo lo necesario lo dejo en mi bolsa de mano, lo demás lo meto a mi maleta y bajo. 

El chófer ya esta listo para meter mi equipaje en el auto y mi nana lista para ir a dejarme y tal como pensé, mi madre no se va a despedirse de mi. 

-Vamos, ¡es hora!- le digo a mi nana sin mucho animo. 

Subimos a la parte trasera del auto y cuando esté ya esta por salir de la entrada mi madre parece, estoy a punto de gritarle al chófer que espere, pero decido que no es lo más apropiado así que finjo no verla, ella solo se queda en la puerta, no me grita, ni nada. 

Al salir al vecindario la veo.

La madre de Dylan estaba esperando en la entrada de la casa, no me bajo, pero si me hago que el chófer se detenga a un lado de ella.

-Hola Antonella

-Hola señora , ¿cómo ha estado? 

-Bien gracias, escuche que te vas a Estados Unidos.

-A si es señora.

-Espero que encuentres una vida mejor ahí- se queda callada y noto que duda mucho al decir sus siguientes palabras- me hubiera gustado mucho que las cosas hubieran sido diferentes.

-Lo se- ella siempre me consolaba cuando su hijo me rompía el corazón, supongo que era muy masoquista ya que siempre seguí ahí-  a mi también.

-No te entretengo más, ve con cuidado y mantente en contacto con tu familia, quiero saber a donde te vas. 

-Me voy aun internado en New York- ella abrió tanto los ojos que creí que se le iban a salir

-¿Qué? a ¿Cuál?- su vista se movió hacia mi nana y creo que ella le hizo señas o algo así. 

-United States Elite Academy

Juraría que la señora vío a un fantasma, se puso casi transparente. 

-¿Esta bien?

Iba a bajarme del carro, pero ella me detuvo, me dijo que estaba bien y me deseo un buen viaje seguido camino a toda prisa.

El chófer se arranco y nos llevo al aeropuerto, su actitud me preocupó mucho pero mi nana me dijo que posiblemente recordó algún pendiente por la forma en que se fue, así que trate de estar más tranquila. 

Bajamos mi equipaje, lo documente y me dirigí a la sala de abordar.

Abracé a mi nana y le pedí que cuidara mucho a mi madre, a Lisa y ahora a la madre de Dylan

Permanecimos juntas hasta que por los altavoces dijeron. 

-Pasajero del vuelo 1306 con destino a New York, Estados Unidos favor de abordar el avión.

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