Realmente estaba cansada del día de ayer.

En la noche Lisa me habló y me preguntó cómo era mi nueva escuela, quería decirle la verdad, realmente necesitaba hablar con ella sobre lo que estaba pasando, pero no salieron las palabras, lo único que fui capaz de decir era que había hecho una amiga y que la escuela era muy bonita, le platiqué sobre mi habitación y el tedioso cambio de horario.

En otras circunstancias ella habría notado que estaba evadiendo temas, pero por el simple hecho de haber llegado un domingo a la escuela, no había nada interesante que contar.

Después mi madre, mi padre y mi nana me hablaron, pero a ninguno les respondí, no estoy interesada en escuchar y mucho menos en hablar con ninguno de ellos y así será en mucho tiempo.

Hoy inicio clases en esta escuela y espero que todo sea tranquilo, como lo era ayer, hasta que los vi.

Cris me dijo que las clases inician a las 8 y terminan a las 3, también mencionó que todos los alumnos toman talleres deportivos como tenis, natación, fútbol, etc., y culturales baile, teatro, canto, etc., y que todos eran obligatorios, así que oficialmente mi día escolar termina a las 7 de la noche.

Los talleres deportivos no me agradaron mucho porque hace años que no practico ninguno por cuestiones de salud, pero los culturales si, realmente me emociona empezar de cero donde nadie me conozca, bueno casí nadie.

Apenas son las 6:20 y yo ya estoy lista, Cris también mencionó que el desayuno era a entre 6:30 y 7:45 y me sugirió que fuéramos de las primeras para encontrar buena comida.

Nos encontramos en la entrada de los ascensores vestidas con el uniforme el cuál es una conjunto de una falda de cuadros negros, grises y azules, junto a una camisa blanca, una corbata gris claro y un sacó azul con blanco.

Es lindo, mi anterior uniforme era café con gris y rojo y no me gustaba para nada.

Caminamos al comedor y ya habían personas, pero no demasiadas afortunadamente, Cris se fue a hacer fila y yo fui al baño.

Cuando regresé Cris estaba a punto de pasar así que me apresure y elegimos la comida de un inmenso bufete.

-Mira hay ensalada de manzana, quieres?- me dijo muy feliz pero...

-No gracias, soy alérgica a las manzanas- resulta que soy muy delicada.

-¿Enserio?- yo asentí- ¡Qué raro!- ella se quedo pensando, pero yo no quise seguir con esa conversación, mis alergias no son tan importantes.

Terminamos de servir nuestro desayuno y nos fuimos a sentar a una mesa cerca de las inmensas ventanas y a un costado de la entrada del comedor, Cris quedo de frente a la puerta y yo de perfil.

Comíamos en silencio, pero yo noté que Cris veía muy constantemente su teléfono.

-¿Esperas un mensaje de tu enamorado?- ella se removió en su lugar un poco incomoda.

- No nada de eso, ya son las 7.- dijo volviendo su vista a la entrada del comedor

Iba a preguntar que pasaba a las 7, pero de repente se escucharon demasiadas voces y murmullos.

-¡Aquí viene la élite!- una chica de cabello obscuro entró casi gritando y corriendo al comedor y la mayoría de los que estaban parados o caminando se sentaron muy rápido, fue algo que si alguien me lo hubiera contado jamás le hubiera creído.

-En tres- empezó a contar Cris- dos- volvió su atención a su comida- uno- señalo la entrada y aparecieron.

Era un espectáculo impresionante y digno de fotografías.

Entraron mis 9 compañeros del piso 6.

Los chicos realmente se veían muy bien con el uniforme que es un poco diferente por la parte de abajo, su pantalón es gris obscuro y la chicas lucian muy bien, parecía que estaban en pasarela.

Enfrente venían cinco, tres mujeres y dos hombres, la pelirroja, la rubia y la de cabello castaño y en medio de ellas venían dos chicos de los que recuerdo su nombre más no se distinguir cual es cual, Diego y Daniel.

Y atrás venían tres hombres y una mujer en medio de ellos, el de las manos en los pantalones, la chica de la cual no había notado su presencia ni siquiera ayer, Dylan y Dominic.

Me giré para qué no notarán que los estaba observando.

-¡Vaya espectáculo!- le dije a Cris que supongo también los había visto.

- Y aun nos has visto nada- dijo ella con voz muy suave- su entrada es lo menos interesante.

¿Su entrada es lo menos interesante?

¿A qué se refería Cris con eso?

Iba a preguntarle de que estaba hablando cuando escuché el golpe de una bandeja caer al suelo.

Me giré y noté que se habían separado y ahora estaban los cinco hombres en una mensa junto a dos chicos más y en otra las mujeres con una chica, Dominic, Dylan y él de las manos en los bolsillos estaban comiendo, otro estaba con una pierna sobre la silla agarrando la cabeza de un chico mientras que otro había tirado el piso la bandeja de comida y en cuanto a las mujeres dos estaban sentadas a los lados de la chica, una parada a tras de ella y la otra comiendo sin prestarles atención.

-Lo siento Will, ¿tire tu comida?-el que tiro la bandeja al piso se acerco a un chico de pelo oscuro- no dejes que se enfríe.

Se pudieron escuchar sus palabras tan claras ya que había un gran silencio en el comedor.

-¿Qué quiere que haga?- le dijo el con la cabeza agachada.

-Come la del suelo, aquí hasta la ultima migaja cuesta para nosotros, así que no me parece justo que se desperdicie lo que tanto trabajo nos costo, ¿no crees?

Otro golpe de plato contra el suelo.

-Tu has lo mismo Wendy, ya escuchaste aquí no se desperdicia nada- La rubia fue la que hablo con la chica.

Ambos se levantaron y se agacharon.

Yo intente levantarme pero Cris me tomo del brazo.

-Si no quieres tener problemas, no te muevas- me lo dijo tan quedito que casi no lo escuche, pero aproveche eso y me levante de golpe.

La silla hizo un ruido tan fuerte que todos en el comedor voltearon a verme.

Los ojos de Dylan y Dominic se abrieron tanto que casi se les salen, los otros dos chicos en su mesa hicieron gestos ya que supongo no me conocían y el de los brazos en los pantalones, seguía comiendo de espaldas a mi.

Gire mi vista para ver a las mujeres y las tres que estaban al rededor de la chica llamada Wendy cruzaron los brazos y la otra estaba en su celular.

-¡No lo hagas!- escuché que Cris susurró y voltee a verla, su mirada estaba fija en su plato y sus manos temblaban.

¿Realmente todos le tenían miedo a estas personas?

-¡Por favor!- el suplico de Cris fue casi un lamento, por lo que decidí no hacer nada, pero realmente no podía seguir viendo esta escena así que lo único que hice fue salir de ahí.

Me dirigí como alma que lleva el diablo hacía los ascensores y presione con mucha desesperación el botón, las puertas no se abrían así que decidí subir por las escaleras.

Llegue al piso 1 y realmente no lo podía creer, había bastantes puertas, el pasillo tenía muy poca luz y no tenía aire acondicionado, ver esta escena y la del comerdor hizo que me hirviera la sangre del coraje. 

¿Qué clase de escuela es está? 

Llegue al piso algo agitada, corrí a mi puerta y la abrí muy fácilmente por lo que hice una nota mental de cerrar con llave siempre que salga.

Tome una almohada, la puse en mi boca y comencé a gritar.

Cuando termine de sacar todo me tumbe en la cama.

¡No puedo creer que exista esa clase de abuso!

Yo molestaba a mis compañeras pero lo que yo hacía era muy inofensivo a comparación de lo que ellos hacen, yo les escondía las mochilas, no los obligaba a comer del suelo.

Y Dominic y Dylan que siempre me regañaban por las tonterías que hacia, simplemente estaban comiendo tan tranquilos mientras que los otros molestaban a esos chicos que simplemente estaban desayunando en paz hasta que ellos llegaron. 

¿Qué aquí nadie tiene derechos?

Mi madre tenía razón, no voy a ser feliz en esta escuela, aquí no hay paz.

Mi celular vibro recordándome que eran 7:40 y que tenia que ir a clases.

Pero con los sucesos de esta mañana, ya no me emociona mucho la idea de ir a clases.

Cepille mi boca, tome mi bolsa y mis llaves y me dirigí a la puerta, entonces lo noté, un pedazo de hoja blanca con un mensaje escrito estaba en el suelo de mi habitación.

"Las cosas aquí son muy diferentes, no te alteres por lo que vas a ver, mantente callada y no te metas en problemas"

Sabía perfecto que esto era de Dylan, es su letra, supongo que pensó que llegaría más tarde al comedor y quiso ponerme sobre aviso.

Ahora entiendo porque se sorprendieron al verme ahí.

"No te metas en problemas"

Vaya parece que me conoce muy bien para saber que yo si los hubiera defendido, no como ellos.

Hice el bolas el pedazo de papel y lo tire al suelo, abrí la puerta y salí.

Solo que no esperaba que ciertas personas me estuvieran esperando.

-Vaya vaya, ¡miren lo que tenemos aquí!- el chico de cabello castaño me sonrió como si hubiera encontrado un gran tesoro.

-Tengo vecina nueva al parecer- el chico de cabello casi rubio hizo una especie de sonrisa o mueca, no se muy bien como describirlo- ¿cómo te llamas lindura? - estaba a punto de responder cuando alguien me interrumpio

-Si este es su intento de seducir la, pierden su tiempo- la voz de Dylan hizo que los tres volteáramos a verlo, el estaba recargado en la pared a lado de su puerta con un pie arriba, pero sin ver hacia nuestra dirección.

-¿Y tu como sabes que ella no quedo encantada con mi belleza?- dijo el primero en interceptarme en mi puerta- no creó que sea casualidad que desde ayer se este haciendo notar por nosotros.

-Digamos que no eres su tipo Diego- el volteo a ver lo- además, después de su extravagante reacción en el comedor, supongo que te odia por lo que hiciste.

El chico cuyo nombre me aclaró Dylan puso su brazo en mi hombro y me uso como re cargadera, otra cosa que odio- ¿Eso es cierto lindura? ¿No te pareció que pusiera en su lugar a ese necesitado que estaba desperdiciando la comida que nuestros padres con mucho esfuerzo pagan por nuestra educación?

-Yo no haría eso si fuera tu- ahora Dominic apareció detrás de ellos, con su mochila en mano.

-Vaya, parece que la nueva tiene niñeros.- dijo el otro que por deducción propia se que es Daniel.

Dominic estaba apunto de decir algo pero yo sé defenderme sola.

-En primera- interrumpí el discurso de mi hermano, tome el brazo de Diego y lo aventé para que quedara claro mi punto- odio que se recarguen en mi- dije con voz firme y dirigiéndome a Diego- en segunda yo no tengo niñeros, yo puedo cuidarme sola- le dije a mi vecino del 4- además- puse mi atención en Dominic- creí que habíamos acordado no notar la presencia del otro- Dominic alzo las cejas en señal de confusión y sorpresa- y en tercera ellos estaban desayunando muy tranquilamente-dije hacia Diego y Daniel- desde mi punto de vista ustedes son unos acosadores de lo peor y si deberías de estar preocupado por el dinero que invierten tus padres en tu educación- lo vi de arriba a abajo- porque no ha servido de nada.

Caminé hacia el ascensor sin voltear a verlos, sé que se merecían palabras más duras y algunos golpes, pero prefiero no hacer enemigos tan pronto, además estamos en el mismo piso y no quiero que se venguen de mi.

Casi llegaba al ascensor cuando note que el chico de las manos en los bolsillos estaba parado frente a su puerta.

Lo miré por un instante y el a mi, pero quito la vista muy rápido.

-¿Ya terminaron de jugar?- su voz es muy fuerte, supongo que él es el más maduro de ellos, aunque también lo odio por no hacer nada por los podres chicos en el comedor- ¡Vamos a llegar tarde!

Presioné el botón del ascensor y las puertas se abrieron, entre y vi como los cinco se encaminaban hacía el, así que rápidamente presione el botón para que se cerraran las puertas, al ver esto Daniel y Diego corrieron, pero no llegaron a tiempo, solo alcanzaron a ver mi sonrisa antes de que se cerraran las puertas.

Camine hacia los edificios y muy cerca de ellos me encontré con Cris, supongo que le debo una disculpa por mis arranques.

-Hola- la salude con un poco de pena.

-Hola- ella me respondió con una media sonrisa.

-Lo siento

-Lo siento

Ambas hablamos al mismo tiempo y eso nos causo un poco de gracia.

-Perdón por mi arranque, solo que no me parecía nada justo lo que estaban haciendo y quería hacer algo.

-Lo se, muchos al principio lo intentaron, pero resultaba peor- ella agacho la cabeza- perdóname por no haberte advertido antes, supongo que si hubieras sabido, no le hubieras tomado importancia, aunque realmente la tenga.

-¿Quienes lo intentaron?

-Esta división de becados y herederos no existía antes, todo cambio cuando llego el nieto de la directora, no se muy bien la historia, pero parece que por ordenes de su padre esto es así actualmente, al principio a nadie le parecía justo e intentaron defender a los becados, pero no tuvieron éxito, al contrario, salían perjudicados, así que se acordó que nadie de los pisos del 2 al 5 se iba a meter y ellos nos les harían nada. 

-Osea que antes de que ese tipo llegara todos se llevaban bien con todos.

-Si algo así, Diego y los que estaban se creían mucho y hacían bromas, pero lo hacían mas general, se molestaban entre ellos, incluso los dormitorios eran compartidos, había alrededor de 20 habitaciones por piso, pero eran bastante grandes, lo suficiente para que vivieran bien cuatro alumnos por cuarto, pero hace tres años que lo re modelaron y ahora es así.

-Dividiendo a los alumnos.

-Poniendo a cada quien en el lugar que le corresponde, según los del piso 6

No se porque pero esas palabras me recuerdan a las frases que le decía mi padre a mi madre cuando se peleaban por qué Lisa iba a ver a mi hermano o a mi y él la corría de las peores maneras.

-Pero no te preocupes, eso solo se ve durante el desayuno y aveces en la cena, ya que son las veces que ocupamos el comedor de los dormitorios, a menos de que quieras cenar en el comedor de la escuela, es muy raro que ellos lo frecuenten a esa hora, ya que ahí no pueden molestar a nadie, en cambio en los dormitorios solo están los guardias y como son parte de la nomina, por miedo a su poder no dicen nada.

-¿Y no puedo desayunar también en la escuela?- realmente no quería volver a ver sus escenas

-Para el desayuno solo esta el comedor de los dormitorios y el de los universitarios- hizo una mueca

-Pero no podemos ir a desayunar ahí ¿o si?

-Yo no, pero tu si, solo les permiten el paso a los del piso 6

-Vaya así que por el hecho de tener una habitación arriba puedo hacer lo que me venga en gana.

-Mmmm, no todo pero si muchas cosas que los de abajo quisiéramos.

"Los de abajo"

Esas palabras se quedaron en mi cabeza y me hacían sentir culpable

-Recuerda que tienes la entrevista con la directora- me dijo señalando el edificio de las oficinas.

-¡Claro!- momento de ver a la bruja que hizo esto-  Nos vemos más tarde- me despedí de ella y me dirigí a la oficina principal.

Por dentro el edificio era igual de admirable que por fuera, los muebles son de madera, hay sillones y lamparas muy bellas.

Me acerque a la una de las secretarias y le dije que era nueva, ella buscó algo en su computadora y me dijo que fuera al ultimo piso que la directora me estaba esperando.

Llegue al ultimo piso y otra secretaria me indicó que la directora me atendería en breve y ella se dirigió adentro de la oficina.

Esta parte del edificio es mas moderna y tiene una vista hacía la preparatoria y la universidad, ambas paredes son de cristal, es muy espacioso y muy iluminado.

-La directora la espera.

-Gracias.

Me dirigí muy ansiosa a la oficina principal.

Al entrar me maravilló el color, es blanco e igual que afuera las paredes son de cristal por lo que se ve todas las instalaciones.

Estaba tan maravillada con la vista que no vi unamesita del centro con la que recibí un gran golpe.

-¡Ah! ¡Carajo!- dolió horrible, la mesa es de vidrio y me pegue justo con la esquina en mi pierna.

-Siempre has sido muy despistada- esa voz- veo que no has cambiado nada niña.

Levante la vista y ahí estaba tras su escritorio con una mueca de indiferencia.

Los años han dejado su marca en ella, pero no aparenta su edad, posiblemente se hizo una cirugía.

-¿Qué haces aquí?- le dije en un tono molesto.

-Soy la directora de esta institución, ¿qué acaso no te lo dijo tu padre?

Ese...

-Si me hubiera dicho quienes estaban aquí yo ni de loca hubiera acpetado venir aquí.

-Pues era aquí o un reformatorio, por todo lo que hiciste era lo menos que merecias

-Preferiría eso que estar aquí.

- Así me saludas después de tantos años separadas sin verme, relamente si que eres una malagradecida

-Hola

Ella alzo una ceja por lo que tuve que saludarla de la manera que ella quería.

-¡Hola querida abuela!- le di mi sonrisa más falsa que pude hacer.

Mi abuela nunca quiso a mi madre, ella decía que el matrimonio de mis padres era un gran error, es por ello que su relación se mantiene en secreto.

-Bienvenida a esta institución- dijo acomodándose en su silla- supongo que mi presentación esta demás en estas circunstancias- me señalo la silla frente a ella así que camine, con dolor por el golpe

-Si, supongo que si- me senté

-Supongo que has leído sobre nosotros.

-Solo el folleto que me dio mi madre, pero no necesito un cuento de la historia de este internado.- ella me dio una hoja de papel.

-Es el reglamento de la escuela- me extendió otro- y este es el de los dormitorios, aunque en tu caso no es tan necesario que los leas, gozas de privilegios que otros no.- dijo eso tan tranquila que me causo malestar.

-La idea de esta separación económica fue de tu hijo ¿cierto?

-Esa es información confidencial, así que te quedaras con la duda mi querida niña.

-Por favor no me llame así señora directora, mi nombre es Antonella Stone, por lo tanto no tengo ninguna relación con usted.

-¡Ah cierto! Al parecer tu padre no quería verse como el malo al enviarte aquí, donde perteneces- iba a protestar pero ella no me dejo- Solo tengo algunas dudas mi querida, perdón señorita Stone.

Su mirada no me gustaba para nada.

-Podría explicarme, ¿cómo es que usted que no tiene ninguna relación con mi nieto Dominic Astori resulta que tiene las mismas alergias que el?- ¿qué?- por favor acláreme ¿por qué los dos cumplen años el mismo día?-diablos- podría por favor decirme ¿por qué si busco Antonella Stone y Antonella Astori tienen cierto parecido- carajo- por favor informe me ¿por qué tiene le mismo nombre que mi nieta?-maldición- o lo más importante, ¿por qué de la nada desaparecé Antonella Astori de Italia y de repente aparece Antonella Stone en Estados Unidos? Justo en el mismo internado donde esta su hermano y su abuela.