4

                                         Capítulo 4

Salí de casa de Sofí muy molesto. Después de como se comportó anoche e incluso de cómo se derritió en mis brazos cuando la bese, como me va a decir que soy uno más del montón. Me sentía frustrado con ella y con su lengua viperina. Pero también salí decidido a mostrarle que no era simplemente uno más.

Fui de su casa a un bar y bebí hasta casi olvidarme de mi nombre para calmar mi furia. Gracias a Dios no la vi más por unos días hasta que nos reunimos para buscarle un doctor a Ana. Estábamos esperando fuera de casa de Sofí a que ella llegará para ir al hospital. Como ella no quería que sus padres lo supieran esta fue la solución que encontramos

- ¿ya decidieron algo?- le pregunté para entablar algún tema y porque savia que ella y Ana ya habían estado mirando clínicas

- así es. No como algo definitivo; pero encontramos un lugar que para las revisiones y por el momento está bien. Ya cuando avance más el embarazo queremos buscar un lugar con más prestigio. Si puedes pagarlo claro. No todos pueden esperar por ti para cualquier cosa.

- no creo que pagar una clínica sea un problema, incluso podría comprarle un hospital si ella quiere. ¿A qué te refieres con eso de esperar?

- ya sabes, cómo la pelirroja que se quedó hasta quien sabe que hora

En seguida supe a lo que se refería. Yo no la vi, pero era obvio que estuvo en la misma fiesta que yo anoche. Recordaba el incidente con Kimberly. Ella es fanática a perseguirme, pero lo hace por mi dinero no porque le guste realmente, yo me aprovecho, nunca dije que era un santo, y la chica es sexi. Cuando quiero sexo voy por Kim y es seguro que voy a conseguirlo

- celosa?- me pegué a su oído para preguntarle. La sentí estremecerse

- ya quisieras. Lo que pasa es que esas cosas dan vergüenza ajena

- a ella no le da vergüenza. Además créeme que la recompensa le mereció la pena - puse cara pícara y subí y baje mis cejas. No había pasado nada con Kim, pero ella no lo sabía y yo estaba disfrutando como loco está situación

- eso son problemas de ustedes. Yo estaba ocupada en mis propios asuntos

Definitivamente uno tiene lo que se busca. Cuando dijo lo de sus asuntos miro a un chico rubio que venía caminando hacia donde estábamos esperando a Ana. Fue a él y le dio un beso, mi estómago se contrajo en una sensación que jamás había sentido en mi vida. Estoy seguro de que esto son celos, pero por nada del mundo se lo voy a demostrar

- hola hermano. Cuidado con ella sabes. Tiene malos sentimientos 

Me estaba haciendo el chistoso para que ella no notará nada. Gracias a Dios vi a Ana llegando a donde estábamos. Porque si no estoy seguro de que ella me hubiera dicho algo y no quería entablar una discusión frente a este tipo.

- hola, gente. Siento la demora, pero no podía salir de casa

- hola Ana. Te presento a kile. Es mi nuevo amigo

- hola kile. Adiós kile. Lo siento, pero debemos irnos si no queremos llegar tarde

- así se habla ana- lo dije bien bajito

- ¿qué dices?- me pregunto ella

- que tienes razón ya vámonos. Adiós kile - dije imitando a Ana-nos vamos Sofía

- te llamas Sofía. Siempre pensé que era solo sofí- pregunto el tonto, dudo realmente alguien se llame Sofí

- es que es solo Sofí. Este imbécil tiene un problema de comprensión. Creo que debo mostrarle mi cédula de identificación- me estaba mirando con una cara que me hubiera asustado hasta el demonio si me hubiera importado lo más mínimo su molestia

- ya dejen todo esto y vámonos. Se comportan como niños pequeños. Perdónalos kile, no siempre son así- puso cara de pensar - o si, pero al menos no son mala gente

Me dio gracia lo que dijo así que me reí mientras entraba en el auto. Sofí entró de última y no dijo nada en todo el trayecto a la clínica. Ana y yo íbamos hablando de cosas sin importancia, pero a cada rato la miraba a ella por el retrovisor y estaba muy enfurruñada. No sé si conmigo o con Ana. No dije nada para no empeorar la situación.

Llegamos al lugar y cuando entramos todo decía a gritos embarazadas. Típica clínica ginecológica con anuncios sobre lactancia paredes color salmón consejos alimenticios. Cristian puede estar seguro de que cuando aparezca me va a tener que pagar con creces por todo lo que me está haciendo pasar.

- te sientes incómodo macho alfa

- no estoy para bromas Sofía

- no me vas a molestar hoy querido Marc. Estoy de muy buen humor- eso es una provocación en la que no pienso caer.

- me avisan si van a comenzar para dejarlos e irme sola a ver al doctor

Los dos nos callamos y ella sonrió en mi dirección. Estaba provocándome, era obvio, pero por Ana no iba a caer en sus provocaciones.

- ese chico. Kile, ¿de dónde lo sacaste?- le preguntó Ana mientras devoraba un paquete de papas que tomó en la máquina del pasillo.  Literalmente lo estaba devorando. La verdad no me interesaba saber la respuesta de Sofí así que me alejé un poco, cosa que fue inútil porque le respondió en voz bastante alta. Estoy seguro de que lo hizo a propósito

- de la fiesta a la que fui anoche. Una muy interesante, fui buscando una cosa y encontré otra

- ¿qué fuiste buscando?

- eso no importa. Lo que estaba buscando perdió interés para mí

No sé nada más de lo que dijo. Yo me quedé en la parte de buscar algo, porque estaba seguro de que ese algo era yo y me iba a asegurar de que su interés volviera. Estaba maquinado mis ideas cuando sentí que llamaron a Ana 

- van a entrar conmigo?

- yo me sentiría más cómodo si las espero aquí

- si Ana déjalo que únicamente sería un estorbo

Sonreí para no darle importancia a su insulto y las vi alejarse. Salieron media hora después con caras de tontas viendo una imagen de ultrasonido en la que yo en lo personal lo único que distinguía era nada. Pero ellas estaban muy seguras de verle la cara al bebé. Algo prácticamente imposible teniendo en cuenta que solo tenía dos meses de embarazo.

Las llevé a casa y me fui a hacer ejercicios y a pensar. Tenía que buscar la forma de hacer a Sofí tragarse sus palabras. No estuve mucho tiempo, cerca de una hora después ya sabía lo que tenía que hacer, me bañé y me cambie. En vez de ir a mi casa fui a la suya.

Toque a la puerta con un discurso de disculpas preparado y se me fue a los pies cuando vi a kile envuelto en una toalla abriéndome la puerta

-¿dónde está Sofía?- le pregunté escupiendo las palabras

- ella se está bañando hermano

- no soy tu hermano

- hey que pasa. ¿Tú y Sofía tienen algo?

- para nada. Ya te dije que no tiene sentimientos. Nunca hemos tenido ni vamos a poder tener algo.

La vi mirándome en la escalera y me pareció ver una sombra de dolor, pero no me quede lo suficiente para comprobarlo. A mí también me dolió que no me tuviera en cuenta antes de restregarse con cualquiera.

- Kimberly. ¿Tienes tiempo para verme?- la llamé desde el manos libres del auto. La elegí a ella porque jamás me diría que no. En menos de una hora estábamos sudando en mi cama. 

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo