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 Capítulo 9

Entre en casa y fui directo a mi habitación a recoger mis cosas. Mis padres estaban en casa, por lo menos en teoría porque no los veía por ninguna parte. Baje al salón y me senté a esperar que aparecieran, no llevaba ni cinco minutos cuando entraron los dos muy risueños, supuse que venían de casa de Adam, ya que sus padres son iguales que los míos y se llevan a la perfección y era obvio que no venían de muy lejos por sus vestimentas. Ambos se quedaron viendo mi maleta

-¿crees que vas a algún lugar Sofía?

- me voy de casa

- no sé donde crees que vas. Pero la verdad no vas a ningún sitio. Devuelve las cosas a tu habitación y ya déjate de payasadas.

- eso no va a pasar. Me voy y solo los esperé para decírselos

- no te puedes ir. Eres menor de edad aún. Que yo recuerde

Tenía que ser el superabogado

- solo me queda un mes para cumplir mi mayoría de edad. Lo siento, pero si quieren que me quedé van a tener que llamar a la policía. Lo que van a lograr es solo atrasar lo inevitable porque luego de eso me voy a ir

- deja a esta mal agradecida que se largue-mi madre estaba perdiendo la paciencia

- no sé que crees que te debo, pero como yo lo veo no es así

- te tuvimos y te mantuvimos todos estos años. ¿Cómo que no tienes nada que agradecernos?

- yo no les pedí nacer. Me tuvieron porque era el complemento que le faltaba a su familia de revista. Mantenerme era su responsabilidad además. Nunca en 18 años me dieron lo que es más importante para un niño

- ¿qué crees que es más importante que lo que te dimos Sofía?

- cariño madre. Nunca en toda mi vida me dijiste te quiero y no tengo ni un recuerdo de ti cuidándome cuando estaba enferma. Siempre le pagabas a alguien para que cuidara de tu molesto problema.

- sabes que. Lárgate, y piensa como vas a pagar la universidad y como vas a mantenerte. Porque no pienso darte ni un solo medio en lo que me queda de vida. Incluso cuando muera se lo voy a donar todo a la iglesia. Para que veas que tan importante es el dinero.

- adiós

Salí de casa con una sensación de dolor y libertad que provocaba unos sentimientos encontrados que me volvían loca. Pero al final ganó el alivio de saber que no me controlarían más. Ahora encontraría un trabajo para pagar mi universidad y mis otros gastos. Pero lejos de estos monstruos que nunca fueron mis padres. Llegue al piso de Marc y mi primer recuerdo al tocar el timbre fue el de la última vez que estuve aquí. Como aquella vez él fue quien me abrió, solo que ahora se quitó y me dejó pasar dentro. Además estaba segura de que la arpía de Kim no estaría aquí.

- bienvenida a tu nuevo hogar

- tienes una cara que asusta. ¿Está todo bien?

- va a estarlo

Se acercó a mí y me tocó el rostro

-¿qué te sucede? No me gusta verte así- cuando me hablaba así no podría no responderle 

- solo que discutí con mis padres

- mírame sofí- levanté mi vista a la suya - ya no los necesitas, yo estoy aquí para ti- sin darme tiempo a reaccionar se acercó y me beso. Lo disfruté por bastante tiempo hasta que recordé que esto no podía pasar. Habíamos dicho que esto no se iba a repetir

- no lo hagas. Dijimos que esto no podía volver a suceder

- si mal no recuerdo. Tú lo dijiste y yo nunca estuve de acuerdo con eso

Puso sus labios sobre los míos de forma ligera

Me alejé de él antes de ser yo la que profundizará el beso, y pensé que no era momento para discusiones. Mi ánimo estaba por el piso así que solamente lo dejé pasar.

-¿dónde está Ana?- él sonrió y me señaló el camino

- así que ya te instalaste- le dije cuándo la vi. Estaba rezando para que no se diera cuenta de que estaba acalorada. De seguro mi cara estaba roja

- así es, Marc me ayudó así que acabe antes. Te demoraste bastante

- mis padres no me lo pusieron fácil. Incluso me dijeron que no volviera

- ¿tuviste problemas con tus padres?

- así es. No quisieron entender de razones

- ¿y entonces?

- nada. Igual vine solo que ahora me tendré que buscar un trabajo para pagar lo que no paga mi beca 

- no debiste haber hecho eso por mí

- ¡si lo hice por ti! Pero no fue el único motivo. Estoy arte de que me estén manipulando con su dinero. Para tener padres ausentes da igual no tener ninguno

- Marc se puso feliz de que aceptarás venir con nosotros- eso fue un claro intento porque le dijera que pasaba entre nosotros

- de verdad?- me hice la desentendida

- así es- sonreí para no crear una atmósfera extraña

- no es tan mala persona como pensaba. Solo un poco desastroso

- eso también lo voy a corregir- dijo Marc entrando en la conversación

- no te enseñaron que escuchar conversaciones ajenas es de mala educación- salí al pasillo para no tener que estar junto a él después del beso- voy a escoger habitación

- puedes tomar la del final del pasillo si quieres- fui allí creyendo que era en serio la que podía tomar y en cuanto entre me di cuenta de que era la suya. Olía a él, e incluso se parecía a él. Era un total desastre. Él se me quedó viendo y yo me hice la desentendida y entré para husmear un poco. Salí molesta porque encontré lencería cerca de su cama. De seguro era de Kimberly. Pero no le dije nada. En cambio entre en otra de las habitaciones y tire mis cosas sobre la cama. Lo sentí gritarme y salí al pasillo

- Sofía

- ¿eres imbécil o retardado? Es Sofí no Sofía

- tienes licencia de conducir?- odio cuando me ignora de ese modo

-¿tú al menos me escuchas cuándo hablo?

- la verdad es; que aunque aveces lastimas mis oídos, soy totalmente capaz de escucharte. Ahora respóndeme

- sí, tengo licencia Marc

- ¿puedes por favor venir conmigo para enseñarte el auto que vas a conducir para que lleves a Sofí mañana al hospital?

- dame un Momento para ordenar mis cosas y ahora voy

- te espero en el salón

Se fue dejándonos solas

- él es genial- ya se ganó a mi mejor amiga. Ahora si estoy jodida

- yo no lo creo es un subnormal

Entre en mi habitación enfurruñada como una adolescente

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