Harrison Lawrence no hizo aparición en su mansión hasta que la hora del almuerzo llegó, y para esa hora James ya tenía su maleta preparada, al igual que Ryan. Lo único que quedaba por hacer era realizar el encaro. James estaba preparado para encarar a su "padre", ahora más que nunca, ahora sabiendo la verdad las cosas serian mucho más fáciles. A Lawrence no le quedaría de otra que dejar ir a su único hijo.
Caminando fuera de su habitación, James se encontró yendo hacia el despacho del hombre, claro él estaba siendo seguido por Ryan. Le dio una mirada antes de tocar la puerta, James también le dio un beso a su guardaespaldas, uno fugaz. Entonces un adelante se escuchó del otro lado de las puertas. Bien.
La puerta fue abierta, James ingresó y borró inmediatamente su sonrisa, tenía que ser serio ahora, deján
Matt no tenía una buena cara luego de haber escuchado lo que paso hace apenas una hora y media atrás en casa de Harrison. Porque,—¡Pudiste salir lastimado, no debiste tomar ese arma!— Por dios, aquello había sido una locura.James sonrió un poco, tratando de verse inocente, lastima, solo recibió otro fuerte piquete en su mejilla. Pero agregó,—Se manejar un arma, y si alguien iba a salir lastimado ese solo iba a ser Harrison——Aun así estuvo mal que hicieras eso— Este fue Ryan, interrumpiendo su seria conversación con Hiddleston, pero volvió con su mirada al hombre sentado en su sillón para repetirle:—Nada de armas en esta casa, al menos no al alcance de cualquiera—Hiddleston le dio un tragó a su copa de vino, sonriendo ladino con sorna—Lo siento, pero esto no es una guarder&i
Dos días habían pasado de la escandalosa mudanza de James a la mansión de Oliver Hiddleston, y las cosas estaban bastante tranquilas. La convivencia era buena, además Hiddleston no pasaba mucho tiempo en su mansión, y era entendible, era un hombre ocupado que manejaba una muy importante y poderosa empresa, entre otras cosas. Pero no era el único en estar ocupado, Ryan se desaparecía por algunas horas sin decir mucho. Y James no preguntaba de más, simplemente sabía de lo que se trataba, aun así estaba tan curioso, pero en fin, entendió que Ryan se lo diría cuando fuera el momento. Y bien, estos dos no eran los únicos en desaparecer, Matthew también lo hacia, pero este era porque tenía que asistir a la universidad.Entonces si, James estaba solo en una gran mansión, y no era que fuera algo nuevo para él, por dios, esto era a lo
James había sido alejado, Ryan lo había puesto detrás suyo, cubriéndole por completo. Claramente estaba defendiendo lo que era suyo, he iba a dejárselo claro a todo idiota que intentase propasarse con su chico. Por lo que dio un paso más hacia delante, hacia el tipo que no desconocía del todo. En ese momento Ryan sintió manos aferrándose detrás suyo, en su camisa, y James ya estaba dejando ver su cabeza a su derecha.—No voy a golpearlo, amenos que te haya hecho algo, ¿lo hizo?— Sus puños se apretaron, y su semblante se vio mucho más violento.James negó, luego lo hizo en palabras claras,—Él solo se acerco demasiado y me llamó puta unas tres o cuatro veces— Resopló, y volvió a hacerlo cuando recibió una mirada de Ryan,—Idiota, dijo que era la puta de Oliver—
Una voz ahora reconocible se escuchó,—Tranquilo Leo—Ceños fruncidos, Ryan fue el que habló primero, siendo tosco y rudo—¿Qué haces aun aquí?—El hombre rubio, conocido ahora como Christopher, mostró algo en su mano, eran papeles.—Ya tengo lo que vine a buscar, hora de irme. Vamos Leo— Cuando su perro gigante comenzó a seguirlo, él caminó hacia la puerta de entrada. Estaba yendo de una buena vez, aunque se detuvo le dio una última mirada al chico más joven, al chico que le pareció bonito y un poco encantador.—Recibirá otra golpiza si no te vas ya— James le advirtió.—Una última cosa, ¿Cuál es tu nombre?— Él era un hombre terco, un hombre terco y apuesto de unos treinta y ocho años.—No pi
Las cosas habían terminado de la siguiente manera; Un almuerzo estaba ocurriendo, pero no como lo esperado, o como se habituaba en la mansión Hiddleston. Pues ahora no solo estaban siendo James, Ryan y Matt, sino que Oliver y su socia se habían sumado. Pero bien, no había ningún problema con ello, a menos que se lo preguntasen a Matt, él de alguna forma no se sentía para nada cómodo, y era raro no saber el porque, o tal vez si lo sabía y no quería admitirlo.Una patada, James logró llamar la atención de su amigo, le susurró —¿Todo en orden?—Matt asintió, pero fue tosco, volviendo a picar su carne con brutalidad. Él ahora mismo había retrocedido como homosapiens. Estaba siendo gro
Oliver permaneció calma, manteniendo sus ojos sobre el chico frente suyo, el cual estaba un tanto alejado. Una sonrisa ladina muy altanera se visualizó,—No voy a hacerte nada, no hay necesidad de estar tan lejos y mucho menos en alerta— Aunque no estaba seguro de esto último, Matt no parecía estar en guardia, más bien, parecía estar conteniéndose; Era como si el chico estuviera luchando consigo mismo para no hacer algo estúpido, otra vez.—Solo dime lo que tienes que decirme, y si, tal vez estuve mal, pero- Se encogió de hombros, manteniendo sus brazos cruzados. Actuando como si realmente no le importara nada.—Tu medio hermano es agradable, mucho más que tu, no pude dejarlo ir— Y ahí estaba de nuevo, él y su boca floja, él y su estupidez.Oliver dio un paso hacia delante, luego otro y cuando de dio cuenta
Dentro de todo, el domingo había sido un día tranquilo, y muy por la noche James había recibido un mensaje de Matt, y bueno, no dijo mucho, solo que hablaría con él cuando este instalado. Y bien, aquello solo dejo confundido a James, pues... ¿cuándo este instalado?, ¿por qué lo necesitaria si solo iba a volver a su departamento? Pero bien, James no mensajeó a su amigo de vuelta pidiendo respuestas, él solo le dio unas buenas noches y ya.Fue recien al día siguiente que James si le mando mensajes a Matt, ahora si preguntando todo, además estaba aburrido y nuevamente estaba solo en la mansión, y en ello cayó en cuenta de que él aun no le había dicho nada a su amigo con respecto a que Harrison no era su padre y que este había asesinando a su madre. Solo recordar eso hacia a James sentirse horrible, sentía el bilis subien
Ryan había estado esperando un buen rato afuera de la oficina de Zev Dawson, lo cual si, era jodidamente molesto, él pudo ser citado mucho más tarde y así no esperar. A Ryan no le gustaba la impuntualidad, además él pudo quedarse mucho más tiempo con James por la mañana. Pero al menos Ryan esperaba que este encuentro fuera el último para ellos, hablando de jefe y "empleado", subordinado mejor dicho.—Hace tanto tiempo que no te vemos por aquí— Comentó la secretaria de Zev mientras se cruzaba de piernas y jugaba con un mechón de su lago cabello rubio, —El jefe tuvo que haberte dado un gran trabajo, ¿estas volviendo ya?—. Fue lenta en deslizar su saco por sus brazos, dejando ver sus pechos, porque si, se tenía unos tres botones desabrochados