Pablo El impulso de idiotez se hizo presente de inmediato cuando Jey llegó a mi casa devastado, claramente le ofrecí mi casa, le ofrecí hasta la casa de mi papá, sé que a él no le importaría recibirlos, sobra espacio allí y mi papá puede ser de todo pero es una persona muy humana, con muchos valores.Me duele ver a mi gran amigo así, Jey es más que un amigo, es mi hermano del alma y siempre he intentado ayudarle, me afecta que ahora deben irse. Por más que le ofrecí alternativas, él solo quiere endeudarse y no me gusta que viva así. También me afecta ver qué Hanna esté en lo mismo y ni siquiera me lo haya dicho, eso me afecta, no es que me sienta con derechos sobre ella, se supone que debe confiar en mí. Mire la hora y afortunadamente aplazaron el juicio porque no me siento muy bien viendo los pasar necesidades y no puedo hacer nada. Le dije a Jey que le daría todo el dinero que necesitará, solo que no se lo pienso dar hoy, necesito poder mirar una opción incluso para que los dos ac
Hanna Miro a Pablo como se va al closet, seguro está drogado. Lo que hizo me dejó fuera de mí razonamiento, de verdad es muy poco creíble que él sienta algo por mi, después de todo lo que me ha dicho y he visto, es poco probable que él pueda sentir eso por alguien diferente, una mujer como la chica del club, a que pueda sencillamente sentir eso por mi, si lo que él quiere es que sea una de sus conquistas y caiga ante sus encantos, debo decir que está equivocado. Es obvio que su beso, movió algo en mí, no voy a negar que su cercanía ha hecho que en mi haya cierto sentimiento por él, pero es claro que es algo que no es significante. Le abro la ventana a Roy y trae una botella de tequila en su mano, me da un beso en la frente y entra, para luego acostarse en mi cama. —Sabías que hoy tenemos clase, no deberías beber tan temprano. —Me senté a su lado y él me abrazó. —Estoy triste, necesito de ti, necesito un consejo. —Él me pasa la botella y restriega sus ojos—. Estoy desesperado. —Ey,
Hanna Roy estaba allí parado observándonos con su ropa mojada, nos mira y entra.—¿Por qué lloras Hanna? —Mira a Pablo ¿Te hizo algo? —Mira a Pablo con rabia. —No es nada, solo una pequeña discusión, Pablo ya se va —dije mirándolo. —No, necesito hablar contigo primero, no me iré hasta que hablemos —Pablo aprieta sus manos. —Eso es muy infantil de tu parte hermano, vete. Ella no quiere que estés acá. —Roy se hace frente a él, provocando algo allí. —¿Qué te sucede? a mi no me vienes a dar órdenes, ella es mi prometida y tengo todo el derecho de estar acá. —Pero no en contra de su voluntad, —Roy lo empuja. Abro los ojos al ver eso, él está un poco agresivo—. Vete Pablo, y haznos un favor, vete de nuestras vidas —Ya no más. Ustedes dos se calman, son hermanos. No los quiero ver peleando —les grite. Pablo se sentó sobre la cama, de verdad lo desconozco.—Roy por favor, cambiate. Ya casi nos debemos ir, mientras tanto hablo con tu hermano, —él beso mi frente. —Lo siento por lo de a
HannaEllos salieron corriendo, se subieron al carro y arrancaron, corrí hacia donde mi tía e hice presión en su pierna. Ella estaba llorando, supongo que con una mezcla de sentimientos, el dinero, su herida, el carro… Todo. Me siento fatal, fui yo quien la trajo a este lugar, hubiéramos podido ir a un lugar más seguro, uno que al menos tuviera un policía cerca. Debí aprender artes marciales a los diez años como mi papá me dijo, en estos momentos sería diferente la película.Tomé mi teléfono y llamé una ambulancia, también le avisé a mi hermano, el cual respondió que iría al hospital, lamento haberle dañado la noche, tengo entendido que estaba en una fiesta con sus compañeros del bufete. La ambulancia tarda en llegar, a nuestro alrededor ahora si aparecen personas, no hacen nada más, tan solo murmuran sobre lo que sucedió. —Tranquila tía, estarás bien —dije tranquilizandola, mientras tanto, hacia permanente presión en su pierna. —Mi amor, ese dinero no lo voy a recuperar tan fácil.
HannaNos fuimos a la casa luego de esta noche tan fuerte, la adrenalina corría por nuestras venas y era muy complejo poder saber en que momento todo esto va a explotar como una olla a presión. Mi tía solo tuvo una pequeña curación, todo fue muy superficial y debo admitir que me sorprendió bastante ver al señor Domingo por acá, el soporte de una manera tan curiosa con mi tía que podría asegurar que puede estar enamorado, bueno que pueden estar enamorados. La semana estuvo muy apretada y sobre todo muy ajetreada, ensayos en la mañana, tarde y noche, sin contar con las clases que teníamos y los momentos de esparcimiento que no pueden faltar. Roy aparentemente había calmado rabia con su hermano, o eso es lo que hacía ver, aunque debo decir qué no tengo muy claro lo que opina Pablo porque por cosas de la vida esta semana no me llamó para nada, no me molestó para nada y debo agradecer porque estoy súper saturada de cosas. Por más que me sé los diálogos de memoria, ese momento de estar sob
HannaLlegamos a una enorme mansión, en estos momentos quedo sorprendida del tamaño de este lugar, hay muchas personas con varios letreros de felicitaciones y cosas así sin sentido. —¿De qué acusaban a tu cliente? porque se nota que tiene mucha plata —Pablo cierra los ojos y me hace un gesto para que no diga nada.Pablo saludaba y saludaba. Todas las personas son elegantes y sofisticadas. La fiesta como tal, es muy entretenida una gran cantidad de licor y sobre todo una gran cantidad de comida disponible para todos los invitados. Veo como él coquetea de forma descarada con una de las mujeres allí presente, le pide el número y es prudente al momento de decir que solo estabas conmigo porque no es capaz de dejar a su hermana menor aburrida en la casa, que lo hace prácticamente de caridad, . Debo admitir qué utiliza todas sus estrategias para poder conquistar, es bastante cautivador, halagos constantemente y con sus palabras baratas de caballero deja a más de una embobada. Me aburrí de
HannaMe separé de él y me di media vuelta para salir de allí, «Eres una imbécil Hanna» salgo de allí y me voy al patio trasero. En el camino agarré una copa y me tomé todo de una. ¿Cómo me voy a interesar en él? preciso en él, habiendo tantos hombres y me fijo en él. Siento como se ubica al lado mío, suspira y baja la cabeza. —Lo siento, me deje llevar —dice y mis manos comienzan a sudar.—Nos dejamos llevar Pablo. ¿Por qué me haces esto? me confundes con tu actitud. Tus cambios son muy drásticos. —Él sonríe como si acabara de contar un chiste. —Acabas de decir que te confundo. —Ruedo los ojos, ¿Por qué debo darle la razón? —Mira Pablo, lo relevante acá es que esto no puede seguir así. —Él me hace mirarlo.—Dime algo Hanna ¿También sientes algo por mí? —Mire al cielo, me cuesta aceptarlo, es más, no quiero aceptarlo—. Eres una niña obstinada. ¿Tanto te cuesta entender que te conquiste? —Todo esto pasó pero no porque me conquistaste, es más, hiciste todo lo contrario. —Él me tom
Pablo Ella me miró como si le fuera a hacer algo, carraspeo con mi garganta y me levantó. No voy a parecer un depravado. Ella no se siente cómoda con todo esto, mucho menos yo, pero bueno me quise meter en todo esto y pues acá estoy, nada que hacer. —No me mires de esa forma, no te pienso hacer nada Hanna. —Ella suelta una risa, me quedé embobado observando, es perfecta. —No pienso eso, Pablo. No quiero ir a comer algo, quiero ir a mi casa, he tenido una semana bastante ajetreada —ella habla, mientras se pone de pie—. Quiero irme a descansar. Su actitud me hace molestar claramente, ella me está esquivando. —¿Esto es lo qué quieres? estás tan molesta por esto que está sucediendo que te tornas en una actitud indiferente —dije molesto, ella mueve su cabeza y se levantó. —Esto es fácil de asimilar para mí, eres un arrogante, petulante. —Sonrió por los gestos que hace.—Soy culpable de todo eso, quedate esta noche. Charlamos y mañana te llevo a la universidad.¿Qué dices? —Ella hace