Observa en su rostro un gesto de dolor, lo ayude a levantarse para caminar lo más rápido posible. Nos ocultamos detrás de un automóvil, salieron unos cuantos más a la puerta y al enterarse de lo que había pasado tocaron su cabeza y salieron corriendo a buscarnos. Pablo busca con su mirada la forma de salir de este lugar, al menos estamos por fuera. —Tranquila ya todo acabará pronto. —Sentir sus manos apoyando las mías, genera en mí una descarga de tranquilizantes para mi corazón y cerebro. No sé cuánto tiempo más pasamos allí, nos damos cuenta que aquellos sujetos vuelven a la casa con sus armas en la mano. Entran a la casa dándonos una oportunidad para poder escapar. Gateamos hasta llegar a unos arbustos, allí nos pusimos de pie. Con cada paso que daba Pablo su rostro lleno de dolor se hacía presente, la noche iba cayendo y no teníamos idea de donde estábamos. Caminamos unos cuantos kilómetros más, y nos detuvimos al notar un carro abandonado. Nos acercamos lentamente, estaba vac
Pablo Arrugó las cejas por el dolor que me provoca el golpe en las costillas, sin contar como me tronche el pie, estar en casa me hace sentir más tranquilo, sin embargo, siento que esos hombres no se van a quedar tranquilos hasta que su jefe quede libre. Lo que me hace replantear a las personas que estamos atendiendo en el despacho no entiendo bien la relación que mi papá tiene con ellos o porque tocaba darles un trato preferencial, lo único que sé es que no voy a exponer más mi vida ni la de nadie más. Por defender vándalos y personas que solo piensan hacerle mal a los demás. Procuro no mirarlos, tengo mucha rabia y desconfianza con Juan, no puedo creer que Hanna sea tan confiada con él, ella piensa que esto es un maldito juego. Está claro que solo él la está utilizando, no tiene la más mínima educación, piensa solo en cumplir sus metas en el despacho sin importar pasar por encima de los demás «en cierto modo tenemos mucho en común »Soy muy idiota, lo sé. No tengo idea como Hanna
PabloCreo que ya estuvo bueno de tanto molestar, supongo que nos faltaba está charla, me considero bastante maduro y creo que soy el indicado para aterrizarlo, «Tal vez así puedo ir eliminando la competencia indirectamente»—No lo sé. Lo único que tengo claro es que estoy confundido, pensé que podía replantearme estando lejos, creo que solo aumente la confusión en mi cabeza. Sin embargo, Pablo prefiero mil veces que ella esté contigo, a que esté con él, Juan nunca me ha dado buena espina. —Pienso lo mismo, pero ella es una mujer terca —dije sin quitar mi mirada a la puerta. Es increíble que dure tanto tiempo despidiéndose de él, se nota que lo extraño mucho. —¿Pablo en verdad la quieres? —Sí, estoy realmente enamorado de ella. —Roy suspiro, tampoco es que me guste ver a mi hermano mal—. Por lo que veo, ella tardará allí afuera. Iré a mi habitación, si puedes pedirle que la veo allí, te lo agradeceré. Roy se levanta para irse a su habitación con Luisa, admiro mucho la valentía de
Pablo Nos separamos cuando el aire nos faltó, ella sacudió su cabeza y se bajó de encima mío. Sentí de inmediato como la tensión y mi mal genio crecía, seguro es por ese imbécil. —¿Es por él? —dije sin pensarlo. —No puedes simplemente decir cosas y luego hacer como si nada pasara. Lo siento, no quiero caer. Baja tu ego, no eres indispensable para nadie, no permaneces en mi mente mientras estoy con él o con otras personas —ella aseguró como si fuera verdad. Eso es algo que no es muy fácil de creer, porque sencillamente yo lo sentí, sentí como sus labios danzaban con los míos, como su cuerpo me pedía que la acercará más a mí, sentí como me entregaba todo con sus suspiros. —Demuéstrame que no vas a caer ante mi. —Moví mi toalla para retirarla, ella desvió su mirada de nuevo. Claramente no me iba a desnudar y más de esa forma. Camine hacia adelante haciéndola retroceder, paso tras paso mi respiración se iba tornando más pesada, el ambiente se sentía cargado de deseo. Ella cayó en la
Pablo Bajé las escaleras luego de terminar de bañarnos, ella se fue a vestir. No tengo idea a donde irá porque está de vacaciones de la universidad. Debo decir que si las cosas se siguen dando así, me doy bien servido. Al llegar a la sala, están unos detectives. Me acerqué y les di la mano, para luego sentarme para contarles todo y darles la ubicación de donde estaban aquellos hombres, mi padre tan solo movía su cabeza negando, mostré evidencia y dije todo lo que sabía, tampoco quería exponer a Hanna ante él o cualquier otro. Nos despedimos del detective y él salió. Mi papá me dio un abrazo. —Lo siento hijo, jamás llegué a pensar que esa familia podría ser tan peligrosa. La verdad confíe en Juan, él fue quien los recomendó, —Acomodo las mangas de mi saco mientras mi mente procesa lo que acaba de decir. —Era algo tan obvio, él recomendar a los delincuentes. Papá ¿por qué no te das cuenta la clase de persona que es él?, no está al lado de nosotros, del despacho por simple gusto. Es
Pablo En realidad es muy estúpido que ella diga eso, no puedo creer lo arpía que es. Y lo que no entiendes es que está buscando, porque busca la forma de alejarme de la única persona que he amado en mi vida. No quiero tener que discutir con Karina, ella es lo opuesto a su hija que es una persona degradante, sin escrúpulos y ambiciosa…—Estás equivocada, estoy más que seguro que yo no tome la fuerza a tu hija y eso no tiene nada que ver de mi relación con Hanna —dije bastante serio y convincente—. Aceptó que a Hanna no le ha agradado muy bien la noticia, pero también te puedo asegurar que ella me ama tanto o igual como yo la amo a ella. —Eso no lo dudo, estoy muy segura que ustedes dos se quieren como nadie, es algo que se les nota en los ojos. Sin embargo, siento que mi sobrina merece más, no tengo claro los sentimientos que tengas con mi hija, lo que quiero es evitar que ellas sufran. —Eso es demasiado injusto y lo sabes —dije ofendido.—Puede ser, pero ya no tienes mi bendición,
HannaVoy camino con Juan para su casa, decidí que le haré caso a mi tía, ella junto Domingo me ofrecieron quedarme un tiempo acá para poder estar más segura y la verdad, lo reconsideré y claramente voy a estar más segura y tranquila aquí, excepto por mi tranquilidad emocional que se va a ver afectado aquí, si de pronto Pablo llegar también a tomar la decisión de vivir en este lugar me voy a sentir pérdida. Esa noche que vivimos ayer fue demasiado excitante, es increíble lo que su presencia hace en mí, el descontrol que siento, en su totalidad me cuesta admitirlo pero es por su frialdad, todo eso de él llama mi atención. Creo que la noche hubiese sido mejor, pero ese cosquilleo que sus palabras generaban en mí y que sus acciones no tienen comparación. También es un hecho que me atrae física y sexualmente. Algo que con nadie había pasado anteriormente y, eso en el fondo me genera una situación complicada dentro de mí. No puedo ser capaz decir que voy a estar libremente con él, y quit
Hanna—¿Quieres tomar algo aquí o prefieres que nos vayamos hasta algún otro lugar a comer? —dice acercándose y ayudando a cerrar la maleta más grande. —Creo que por fuera, así evitamos que alguno de los dos cocine. —Él levanta su pulgar. Salimos y fuimos de nuevo en su carro, la idea era estar cerca al restaurante donde iba a trabajar. En el camino Juan me contaba lo que tenía que hacer con unos clientes que estaban peleando por un perro, me parecía algo gracioso porque claramente sonaba como yo, peleando con los demás por cualquier cosa, mirando por la ventana me sentía en paz, tranquila conmigo misma, eso en cierto modo es lo que más genera seguridad ahora, el saber que no me voy a “morir de amor” por el contrario, puedo sacarle mucho provecho a eso. Nos estacionamos en uno de los cafés, vendían unos postres sumamente buenos, lo recordé de inmediato al llegar allí, una vez Jey me trajo cuando era pequeña. Pedí un mocaccino y él pidió un café negro, él no quiso postre solo yo pe