Ya pudo acostar a Hannah al fin en su cuarto, en su propia camita, arropándola, comenzó a cantar la dulce melodía que su madre alguna vez cantó para Harper.Duerme mi niña, duerme para mí, duerme que yo velaré por tus sueños hasta que el amanecer esté en la ventana, eres mi abejita, mi luciérnaga en la oscuridad, te amo y siempre lo haré.—Duerme amor mío. Mañana será un mejor y nuevo día.Se levantó para apagar la luz pero la voz de Hannah la detuvo.—Mami, ¿Te duele?Harper se estremeció con la pregunta. Y sonrió hacia su hija, que la miraba con ojos enormes e inocentes, ojos grises, ojos como un día nublado antes del cielo despejado, hermosa como su sonrisa.—No me duele nada, abejita, no tienes que temer, mami te escuchará si tienes alguna pesadilla.La niña negó suavemente.—Te ví cojear un poco cuando fuiste a buscarme a la escuela. ¿Te duele mucho?Harper entonces supo que no iba a poder mentirle a su muy astuta hija.—Solo un poco, abejita. Hoy salvé a un niño de un accidente,
—¡Lo siento, lo siento! ¡De verdad! ¡No fue mi intención! ¡No veía mi camino porque ando un poco apurada!—Está bien, está bien—recogió sus papeles y se levantó, sin embargo, cuando quiso ayudar a la castaña de melena larga a levantarse también, ya la vio de pie, mirándolo ansiosa, como esperando algún tipo de regaño de su parte. Por el aspecto pálido y con algo de terror en su rostro ya algo hinchado, decidió tranquilizarla—. Estamos bien todos ¿Ves? No tengo nada lastimado. ¿Qué haces corriendo por los pasillos de esa manera?—Lo siento—se disculpó por enésima vez desde que chocaron, mientras se balanceaba imperceptiblemente sobre sus pies—. Estoy buscando al CEO, es muy importante porque…—¿Por qué estás queriendo hablar con el CEO, tanto que chocas contra las personas?El CEO subió ambas cejas y sonrió con diversión. ¿Y esta simpática mujer de dónde apareció? Es solamente algo triste que tenga algo que estropee sus bonitas facciones.—No, lo que pasa es que es una emergencia, ayer
—Campeón, ¿Por qué estás tan temprano por aquí? ¿Y la escuela? ¿Pasó algo?Edu, quién estaba jugando con los colores, hojas con brillos y tarareando, contestó sin prestarle toda su atención.—La profesora dijo que hubo algún tipo de accidente y…—¿Accidente? ¿Alguien se lastimó?El niño bajó el color azul con el que estaba pintando el cielo y lo miró con las cejas fruncidas.—No, títo, ya sabes, un accidente en el que no puedes hacer nada y…Black sonrió.—Querrás decir un incidente.—¡Eso, eso!Siguió dibujando como si esa conversación jamás hubiera ocurrido y menos hace máximo diez segundos atrás, dejando a su tío algo confundido por la falta de una conclusión. El CEO se golpeó la frente y giró los ojos. Al final su sobrino no le dijo lo que ocurrió en la escuela.—¿Entonces?—¿Entonces qué?—seguía sin mirarlo, pero aún así contestando a sus preguntas. Black admiraba la capacidad de los jóvenes de hoy en día de poder enfocar sus atenciones o concentraciones en varias tareas a la ve
Después de que el niño gritara de esa forma y se soltara de la mano del apuesto hombre, hubo una conmoción en general, ya que detrás de ellos, aparecieron unos hombres trajeados que venían directamente corriendo hacia Harper y su hija.Por inercia agarró a su hija y la protegió con su cuerpo, mientras se agachaba sobre ella y los hombres la tironeaban de un lado a otro.—¡Basta! ¡Sueltenme! ¡No hice nada!—chillaba mientras luchaba—. ¡Suelten a mi hija!Su hija de repente comenzó a llorar y a ella le entró una rabia tan grande que le dio un codazo tan grande en la nariz a uno de los mastodontes que sujetaba a su abejita, que la soltó y maldijo mientras su nariz comenzaba a sangrar.Su hija seguía llorando y los hombres no dejaban de tirar, Harper se preparaba para tirar más golpes, como toda una mamá leona incluso obviando todo el dolor que esas manos le estaban causando por las heridas en su espalda, hasta que oyó un rugido enorme que llenó prácticamente el vestíbulo e hizo que los ho
Roxy quien miró todo el drama desde su lugar de trabajo, masticó pensativamente sus palomitas luego de que su jefe y su nueva esposa se retiraron al despacho.—¿Por qué Harper se veía tan sorprendida por el hecho de conocer a su esposo?Rumió la respuesta mientras observaba el constante ir y venir de las personas dentro del vestíbulo.—Pero los gritos de Harper se oían realmente histéricos, como si tuviera un miedo enorme a que los guardias hicieran algo a su hija—entrecerró los ojos mirando una mancha en la alfombra—. ¿Por qué? ¿Tendrá algo que ver sus muecas de dolor? ¿Su cara medio hinchada?Roxy sonrió. Es hora de investigar. Y generalmente siempre se quejaba por hacer trabajo de campo de su jefe, pero, el chisme es chisme y chisme sagrado se respeta.Se tronó los huesos del cuello y de las manos mientras encendía un apartado especial de la computadora.—Bien, Harper Meyers, veamos qué puedo averiguar sobre ti.(...)—¿Entonces es por esto?El CEO estaba semi sentado en una de las
Decir que Brake estaba sorprendido, era el eufemismo del año.—Es mi hermana menor, sin embargo, soy la única madre que conoce y que siempre estará a su lado.Sintió la mirada amenazante de Harper incluso antes de devolverle la mirada.—No me mires así, no soy quién para juzgar y tampoco me meto en problemas familiares ajenos.Aunque algo le decía, que ese problema en específico, requería de su inmediata atención.—Bien, porque soy la madre de Hannah, pese a quien le pese y le duela a quien le duela.—Como digas—asintió al espacio que los separaba—. Pero eso no cambia el hecho de que ya estamos casados.Esta vez fue el turno de Harper de gemir.—Dios mío, firmaste también el papel. ¿Y no esperaste a confirmar con tu esposa alquilada?—¿Por qué?—Brake casi se puso a la defensiva, hasta que recordó que ella era alguien que no estaba allí de buena voluntad—. Generalmente las mujeres que vienen aquí a postularse para ser esposas, no tienen ningún inconveniente y como estaba tan emocionado
Maldición y más maldición. Al final no pudo salir esa noche, no pudo escaparse de la casa con Hannah, ya que Mark estaba allí, esperándolas cuando llegaron. Se puso histérico cuando las vio bajar de un auto super lujoso y a Harper no se le ocurrió mejor idea que decir que era un Uber.¿En serio Harper? ¿Un Uber? Incluso la voz interior de su cabeza, le reprochaba semejante tontería dicha.Tuvo que armarse de valor para mirarlo a la cara luego de que la noche anterior le pegara con tanta fuerza.Sin embargo, lo que más le sorprendió fue el hecho de que al entrar en la casa, vio que todo estaba ordenado, inclusive más reluciente de lo que dejó al salir esa misma mañana. ¿Mark lo hizo?Con una mano en su cintura el hombre la guió hasta el comedor en donde efectivamente, la mesa ya estaba preparada, con comida deliciosa que Harper no había probado en muchísimo tiempo, velas aromáticas encima de la mesa, porcelana nueva y lujosa, adornos lujosos y delicados en medio, con un pequeño cuad
—¿Entonces podemos sentarnos en la mesa contigo?—la mujer se fijó que solo había una mesa y alrededor tres sillas.Hannah se sacudió imperceptiblemente como también Harper. Nunca habían excepciones, primero él comía y luego ellas cuando el hombre de la casa terminaba de comer. O caso contrario, se preparaban dos mesas, en la mesa más grande comía él y en la mesa a un lado, la más pequeña, comían las mujeres que tenían que terminar de comer justo cuando él lo hacía. Ni antes, ni después, respetando la jerarquía de la casa. Así que… ¿Por qué está siendo amable ahora?—Hoy tengo ganas de que mi familia coma conmigo, disfrutando de estar cenando en la misma mesa que yo y escuche las buenas nuevas que traigo hoy.Ambas mujeres tragaron saliva, no sonaba tan atractivo para ellas como para el abogado quien no se dio cuenta de la tensión de las mujeres de la casa.—Está bien, cariño, agradecemos con el corazón tu amabilidad—Harper sonrió intentando ser cálida y recordar que su Mark, su novio