"Está bien, vamos a intentarlo una vez más".Acerco la cuchara a la boca de Alaia y le doy la mezcla de verduras. Se le agria la cara y lo escupe con un escalofrío. "Realmente no te gusta, ¿eh?", exclamo, dejando el plato en el suelo con un suspiro, y Alaia parpadea y sonríe mostrando un dientecito que le salió repentinamente. "No me sonrías así. Tienes que comerte las verduras, jovencita"."¿Por qué regañas a mi hija?". Escucho a Cole decir detrás de mí mientras entra en la cocina. Se inclina y deja caer un beso sobre mi cuello y otro en la cabeza de Alaia antes de dirigirse a la cafetera."Está siendo testaruda y no quiere comerse su comida". Le acerco la cuchara a la boca y ella gira la cabeza, evitándola. Cole da un sorbo a su café y se apoya en la encimera de la cocina, observándonos con una sonrisa."Me pregunto de quién sacaría eso", murmura, mirándome por encima del borde de su taza de café."A mí me encanta la comida", le digo, lanzándole una mirada juguetona, y él me dev
Cole me pasa los dedos por el pelo. "Bueno, quieres volver a trabajar, ¿no? No creo que seas el tipo de chica que quiere dejar su carrera para ser ama de casa". Me explica, y me muerdo el labio inferior. Eso nunca se me cruzó por la cabeza. Cole nota la expresión entristecida de mi cara y me levanta la cabeza para que pueda mirarlo. "Oye, ¿y esa cara triste?"."Cole, no quiero que otra mujer críe a nuestros hijos", le digo apenada, y él me roza la mandíbula con el pulgar, sus labios apretados en una línea delgada."Claro que no, cariño, pero ¿y tu carrera? Trabajaste muy duro para conseguir tu título. Lo último que quiero es que seas infeliz", Cole expresa pensativo, y yo suspiro, con los hombros caídos. "Cariño, a mí me crió una niñera y resulté bien". Específica con una sonrisa tranquilizadora. "Te quiero a mi lado en Culto. Tenemos un imperio que dirigir, cariño"."Lo sé, pero no quiero a una niñera en casa", le digo, mirándolo entre mis pestañas, y él sonríe de forma cariñosa. "
Las siguientes dos semanas las pasé empacando cosas de la vieja casa para la mudanza. Cole estaba en el trabajo, así que las chicas vinieron a ayudarme a empacar."Cristo, pensé que yo tenía demasiada basura". Aimee resopla, deja una caja en el suelo y hace una mueca de dolor.Sonrío tímidamente. "Casi todo es de Cole. Todas mis cosas caben en cuatro cajas. El resto es todo de él, de Alaia y las cosas de la cocina". Suspiro, mirando la casa tristemente. "No puedo creer que nos vamos a mudar otra vez. Siento que eso es todo lo que hago últimamente, empacando y mudándome de un lugar a otro. Me mudé del apartamento de Cole, luego de vuelta a nuestro apartamento, luego de vuelta al apartamento de Cole, luego aquí, luego de vuelta a nuestro apartamento, luego de vuelta aquí otra vez y ahora a un sitio completamente nuevo".Aimee parpadea y suspira. "Estoy agotada solo de escucharte, chica". Refunfuña sentándose en el suelo, y sonríe cuando Jo se acerca con su pancita. "Más vale que haya
"¡Dios mío!". Jo se levanta de la cama. "Me están matando. ¿Por qué no lo hacen al mismo tiempo? Aimee, usa el otro baño, Shayla ve a ese. ¡Vayan!". Aimee y yo saltamos y me apresuro a entrar en el baño mientras Aimee sale de la habitación para ir al baño de invitados. Me tiemblan los dedos al abrir la prueba. No puedo estar embarazada otra vez, no es posible. Orino en el palito, me lavo las manos y salgo del baño. Coloco la prueba sobre mi mesita de noche y Aimee pone la suya junto a la mía. Nos miramos. Le tiendo la mano y ella la toma. Aimee también está temblando. Esperamos ansiosamente durante tres minutos."Ya es la hora", dice Jo, mirando el reloj de su muñeca. Aimee y yo nos acercamos a la mesita de noche."¿A las tres?", susurra, y yo asiento. Exhalamos y nos inclinamos para mirar la prueba. Miro entumecida la palabra "Embarazada". Mierda. Miro a Aimee, que tiene la misma expresión en la cara."Estoy embarazada", ella susurra."Yo también"."¡Chicas! ¡Esto es genial! ¿Por
"¿Vamos a ir a la iglesia?", escuchó a Shayla preguntar con escepticismo desde el interior de su vestidor."Sí, así es", respondo, poniéndome unos calzoncillos. Shayla asoma la cabeza y me mira desconcertada."¿Desde cuándo vas a la iglesia? Ni siquiera crees en Dios". Me acerco a su vestidor y me apoyo contra la puerta, observándola, ella estaba de espaldas a mí, mientras busca entre su selección de vestidos un sujetador candente y bragas de encaje negro a juego."Ahora sí". Declaro, y ella me devuelve la mirada por encima del hombro."¿Ah, sí?".Asiento y me acerco a ella. Shayla se gira y me mira mientras yo le pongo las manos en la cintura y la acerco a mí. "La única vez que he ido a una iglesia fue después de que te secuestraron", le explico mirándola a los ojos. A Shay se le cae la cara de vergüenza al mencionar el incidente. Me humedezco los labios y le paso los dedos por el pelo largo y oscuro. "Encontraron un cadáver que coincidía con tu descripción y tuve que ir a...". V
"¿Y si tenemos otra niña?", pregunta Shayla, apoyando la barbilla en la mano mientras nos mira jugar a Alaia y a mí."Bien, espero que la tengamos. Me encantaría otra niña", le digo seriamente, y Shayla parpadea. Una expresión de sorpresa recorre su hermoso rostro."¿De verdad? Pensé que querrías un niño". Sacudo la cabeza, mirándola sobre la cabeza de Alaia."No me importa lo que tengamos mientras el bebé esté sano, pero me encanta la idea de ser papá de niñas", le explico, y Shayla me sonríe con adoración. "Un niño no necesita mucho a su Papá, pero una hija siempre necesitará a su padre"."¿Por qué eres tan adorable?", pregunta Shayla con un suspiro, y yo sonrío, apoyando la barbilla sobre el hombro de Alaia, mirándola a los ojos."Podría preguntarte lo mismo, Bellota", bromeo, y Shayla pone los ojos en blanco."No vas a dejar pasar ese apodo, ¿verdad?". Resopla y se sienta en la silla. Me río y sacudó la cabeza."Nunca"."¿Disculpen?". Shayla y yo miramos a la joven de pelo
Cuando llegamos a casa, Shayla va a cambiarse y a acostar a Alaia para una siesta, y yo me tiro en el sofá con un suspiro. Tengo tantas reuniones programadas para el lunes y, sinceramente, es agotador solo pensar en tener que ir a la oficina. Me suelto la corbata, que me cuelga del cuello, y me desabrocho la camisa, porque me da pereza levantarme y cambiarme. Mientras ojeo sin pensar los canales de la tele, veo a Shayla bajando las escaleras. Se puso unos pantalones grises, cortos, y ajustados y una camisa blanca. Le sonrío y tiro el control remoto a un lado cuando se sienta a horcajadas sobre mí y me besa el pecho. Levanto la cabeza, le rodeo la nuca con los dedos y traigo su boca hacia la mía ávidamente."Cariño, ¿podemos hablar un momento?", murmura Shayla entre besos. "Con lo increíblemente sensual que te ves ahora mismo...". Gime cuando paso mi lengua sobre la suya, sus manos recorren mi pecho."Mmm, habla. Te escucho". Gimo, agarro sus caderas y me rozo contra su núcleo calient
"¿Vas a averiguar el sexo del bebé?", Aimee pregunta mientras toma un trozo de tarta de chocolate y se lo come, seguido de un gemido de satisfacción. Doy un sorbo a mi batido de bayas y asiento."Mmm, seguro. ¿Y tú?", le pregunto, y ella asiente con entusiasmo, masticando una bocanada llena de tarta. "¿Josh tiene alguna preferencia?", le pregunto con curiosidad, y ella asiente, mirándolo."Dice que no le importa mientras esté sano, pero que le gustaría un niño". Sonrío y asiento dando un sorbo a mi batido. Estábamos almorzando antes de nuestras citas. "¿Te puedes creer lo retrasada que está Jo? Ya tiene ocho días de retraso".Hago una mueca y asiento. "Hablé hace un rato con ella y está irritada. Sam dice que no para de hablarle bruscamente. Los dos están ansiosos, esperando la llegada del bebé. Hasta yo me estoy poniendo nerviosa esperando la llamada", explico, jugueteando con mi pajita, y Aimee se sienta en su silla y se frota la barriguita."Espero no retrasarme. Literalmente le