La mansión en la que vivíamos a veces parecía más un palacio que cualquier otra cosa, ya que en el subsuelo había un gran salón, tal vez de un tamaño como para 500 personas o más. Supongo que el dueño original de esta casa tenía muchos “bailes” en su hogar, por eso había tantos salones de té o para bailar, es una pena que a diferencia de él Aaron y yo no podamos hacer nada divertido en esta mansión que en sus buenos tiempos debió estar llena de luz y vida.No suelo bajar al salón del subsuelo a menudo, ya que es un sitio tan grande y vacío, suele ser muy frío también. Sin embargo hoy mientras bajaba las escaleras, me sorprendí al ver una gran cantidad de luces en el lugar, al igual que un ambiente cálido y agradable.—¿Qué es todo esto? —pregunto muy sorprendida.—Es tu sorpresa de aniversario —respondió Aaron de forma misteriosa.Riendo ligeramente, antes de que pueda preguntarle una vez más qué demonios está ocurriendo, él abre la puerta principal del salón, dejando a la vista todo
Al ver a ese grupo de personas entrando en el salón de improviso, Aaron y yo nos separamos de golpe, mientras yo cubro mi cuerpo con mis manos, y Aaron se sube rápidamente los pantalones.—¿Qué mierda es esto? —grito furiosa, mirando a ese grupo de personas a nuestro alrededor.—Vaya, así que no perdiste el tiempo, querida —comenta Fred, acercándose a nosotros con paso calmado— ¿Tan fácil me olvidaste?Me muero de vergüenza, yo siempre supe que estos tipos tan desagradables estaban detrás de nosotros, pero no esperaba que ellos se presentaran aquí justo en nuestro momento más íntimo, ¿Por qué tuvieron que vernos siendo tan románticos entre nosotros?—¿Qué rayos les ocurre? —pregunto furiosa, volviendo a vestirme lo más rápido que puedo.—¿No debería ser yo quien pregunte eso? —cuestiona Fred, con un obvio toque de ironía en su voz— Eres tu quien estaba interesada en salir conmigo, y ahora te encuentro al lado de otro hombre, ¿No debería ser yo quien este molesto?Obviamente esa pregun
Me cuesta un poco incorporarme, pero al ver a Fred gritando de dolor y alejándose de mi al ser alcanzado por la bala de la pistola de mi padre, me arrastro por el suelo, alejándome lo más que puedo del demente de Fred.Me siento aterrada, es la primera vez en toda mi vida que alguien estuvo realmente cerca de matarme, en serio… Casi muero.Así que sintiéndome cada vez más asustada, me cubro los oídos con las manos y me apoyo contra una de las paredes del pasillo, solamente pudiendo temblar, y mirando lo que ocurría a mi alrededor.—Sophie, cariño, ¿Te encuentras bien? —preguntó mi padre asustado, acercándose a mi prácticamente corriendo.Comprendo su preocupación, ya que yo sé que mi aspecto ahora mismo no es el mejor sin lugar a dudas. Pero aun cuando él se pone frente a mí de rodillas, y suavemente acaricia mi rostro, no puedo reaccionar, aun temblando y sintiendo dolor.—Sophie… —mi preocupado padre vuelve a llamar mi nombre, acariciando suavemente mi rostro con sus dedos.Creo que
Camino dentro del hotel tras mi emotiva pero linda despedida con mi padre, corriendo a los brazos de Aaron, el cual me había estado esperando con una sonrisa en el lobby.—¿Todo bien? —pregunta él con una sonrisa.—Perfectamente bien —respondo sintiéndome emocionada.Aaron obviamente estaba preocupado por el asunto de mi padre y todo lo que pasó en la mansión. Pero siendo sincera, más allá del susto inicial, yo estoy perfectamente bien. Ahora soy yo la que está preocupada por Aaron, ya que mi esposo recibió varios golpes y heridas peligrosas en todo su cuerpo, por lo que no puedo evitar angustiarme por su estado, solo quiero que Aaron esté a salvo…Sosteniéndome fuertemente de uno de sus brazos, caminamos juntos hacia uno de los ascensores del hotel, el cual nos lleva hasta la suite más grande del lugar, que me deja maravillada por su magnificencia.En el pasado yo nunca pude quedarme en un hotel. Si bien hice varios viajes en compañía de mi padre, solíamos quedarnos en residencias de
Otra vez estoy aquí, caminando silenciosamente por las calles de Nueva York mientras arrastro mi pequeña maleta rosa y sujeto la mano de mi pequeña hija, esperando que mi teléfono suene para regresar a casa.Mi novio volvió a echarme de su departamento por una pelea, y como no tengo ningún otro lugar a donde ir, solo debo callarme y esperar que me perdone para poder regresar, lo cual a veces termina siendo algo problemático, porque Nathan suele enfadarse por varios días antes de llamarme y permitirme volver, y yo tengo que dormir en las calles junto a mi bebé.Mis amigos siempre me dicen: ¿Summer, porque aguantas a ese idiota? Y yo siempre respondo lo mismo: No tengo otra opción.El peor enemigo que he tenido toda mi vida es la pobreza, soy hija de una familia problemática, y el dinero siempre faltó en casa. Viniendo de un ambiente tan terrible, era obvio que yo iba a terminar mal, así que cuando aún estaba en la preparatoria y tenía 16 años, me embaracé de un tipo que no vale la pena
Recibiendo las disculpas y agradecimientos de todos los hombres vestidos con traje, camino hasta uno de los coches negros que estaban parados en medio de la calle, dejando que ellos me ayuden a subir y carguen mi maleta por mí. Subo en el coche aun con David en mis brazos, y con mi hija sentada a mi lado, mirando todo con una expresión confusa.—Mama te extrañé… —susurra el pequeño David aun entre sollozos, sin dejar de abrazarme.—Lo siento mucho David, pero no volveré a dejarte. Ahora se un buen niño y déjame ayudarte a soplarte la nariz.Tomando un pañuelo de papel de uno de mis bolsillos, me separo un poco del pequeño para ayudarlo a soplarse la nariz y limpiar algunas lágrimas de sus mejillas, mientras el coche arrancaba nuevamente y avanzaba por las calles de la ciudad.—Gracias mamá —dice David después de que lo ayudara, regresando a apoyarse en mi pecho.—Eres muy lindo David —respondo yo con una sonrisa, revolviendo su corto y claro cabello castaño al acariciar su cabeza.Si
De esa forma pasa la tarde y llega la noche. David se cansa de jugar, así que lo llevo a su habitación para que tome una siesta antes de la cena, aunque él no luce tan convencido de soltarme.—Vamos David, tienes que dormir un poco —le pido intentando que suelte mi cuello para acostarlo en la cama.—No quiero… Duerme aquí.—Vendré en un minuto, tengo que hablar con tu papá un instante.—No…—¿No confías en mamá? Volveré antes de que te des cuenta.—¿Prometes que estarás aquí cuando despierte? —me pregunta David con inocencia.Es doloroso mentirle a un niño pequeño, especialmente uno como David, que necesita tanto una madre. Pero no tengo opción, tengo que dejarlo.—Sí, lo prometo —le miento por última vez, besando suavemente su frente.David suelta mi cuello, y yo lo acuesto bien en su cama, cubriéndolo con sus frazadas antes de ponerme de pie. Rodeando la cama hacia el otro lado, me acerco a mi pequeña hija, la cual luciendo muy somnolienta ya se ha acomodado en la cama de David, más
Casi un mes pasó desde que me volví la madre sustituta del pequeño David.Como suponía, Nathan me llamó y después de discutir un rato, regresé con él a su departamento. No le dije de que se trataba mi nuevo empleo, no creía que pudiera comprenderlo, y prefería evitarme problemas con él, así que por ahora mantenía todo como un secreto.—Te levantas muy temprano para ir al trabajo —Nathan se queja abrazándome por la espalda en el baño.—Sí, este nuevo trabajo es importante.Tengo que llegar al departamento del señor Conrrad antes de que el pequeño David despierte, así que debo salir muy temprano para que Roy me recoja del aeropuerto. Sí, es complicado, pero para mantener el secreto de mi empleo, mentí diciendo que vivía cerca del aeropuerto, y me encuentro ahí con Roy cada mañana para que lleve al Pent-house de la familia Conrrad.—Te has vuelto toda una mujer de negocios, ¿Debería sentirme celoso?—No seas tonto —con una risa algo incomoda, escapo de sus brazos, lista para irme.Sé que