Las imágenes de lo ocurrido anoche están presentes la mañana siguiente. Mantengo mis ojos cerrados tratando de calibrar como afrontar un nuevo día.Anoche, después de que Cillian nos sacara de la ducha.Fue muy paciente.Me ayudo a cambiar la ropa y me metió a la cama antes de darme un calmante. Lo último que recuerdo, fue a él sentado junto a mí, mientras el sueño me vencía.Me muevo un poco y siento un brazo que me tiene rodeada.Abro los ojos y me doy la vuelta para encontrarme a Cillian dormido.Acaricio su rostro. Con los ojos cerrados, levanta su mano y toma la mía, que está en su mejilla. Antes de llevársela a los labios y dejar un beso, al tiempo que abre los ojos.—Buenos, días— susurra en voz suave.—¿Son realmente buenos? —replico en voz baja.—Despertar cada día viendo tu rostro. Para mí, no tiene precio.Una suave sonrisa tira de mis labios.—Gracias —murmuro en voz baja.—Estaba pensando—dice—que, podrías llamar al trabajo y reportarte enferma—me sugiere—Nos vamos a la m
Ha sido un día extraño. Intento por todos los medios no pensar mucho en lo que está sucediendo a mi alrededor peor es imposible.Cillian está encerrado en su oficina. Ares ha ido y venido, incontables veces.Por mi parte, he pasado el día tratando de ocupar mi mente en el trabajo.Obviamente, no lo he conseguido.Cuando el sol se pone, estoy más ansiosa que nunca.Dejo lo que estoy haciendo en el salón y me pongo de pie.Camino por el ligar hasta llegar a la oficina de Cillian.Abro la puerta y entro.Lo encuentro al teléfono.Frunce el ceño ante la intromisión, pero su gesto se suaviza un poco cuando ve que, soy yo la intrusa.—No me importa—dice—El acuerdo, no está sujeto a cambios—gruñe. Avanzo hasta él. Este, me hace un espacio y me siento en su regazo—¡Me importa una mierda lo que sucedió! Dile que, si no cumple con el plazo, no podrá gastar más, su dinero con putas porque, tendrá una bala en medio de la frente.Le miro mal.Este no se inmuta.—Eso está mejor—dice relajándose—Mi
Camino de un lado al otro en la habitación—¿Podrías estarte quieta?, ¿Me estás mareando?Me detengo y miro a mi esposo con un gesto asesino.—Entonces, ¿¡vas a responder la maldita pregunta!?—¡Esa boca!—Responde, ¿Por qué no me dijiste eso antes?—No lo creí necesario.Mi risa histérica llena el lugar—De verdad, ¿acabas de decir eso?Está sentado en la cama y me ve.—Cillian, es mi segundo nombre armenio—comienza. Le hago un gesto para que prosiga—Mi nombre lo uso para efectos legales como los clubs. No es un secreto como me llamo—gruñe.—Para mí, ¡Sí! —exclamo—Para tu esposa, la que comparte su vida contigo. ¡Si lo es!—Esa bocona de Scarlett—gruñe.—¿De verdad, va a culparla a ella?Hace una mueca.—Por cierto, que bueno que lo sabe—Mi voz desborda ironía.Este, resopla enojado.—Lo sabe, porque es una cotilla—gruñe—Nunca se lo he dicho. Ustedes las mujeres, tiene que averiguarlos todo.—Cillian—Digo entono seco.—Jace —dice—Mi nombre de pila es, Jace—abro la boca, pero levanta
POV CILLIAN.*Eres un cerdo. ¿Los sabías? *Me entra la risa al leer la respuesta de Helena.Debo dar gracias, que no se encabronó más, debido a la omisión de mi nombre. No le dije, porque hace mucho que dejé a un lado ese nombre.Cillian nació, cuando puse un pie en Estados Unidos. Desde ese momento, Jace paso ser solo un nombre.Un ligero golpe en la puerta me hace desviar la mirada y mirar a la persona que entra.Scarlett.La fulmino con la mirada para hacerle saber que se ha pasado.—¿No me digas que estás molesto conmigo? —el tono de Scarlett, me dice que le hace gracia lo que ha sucedido.—Tenías que abrir la boca—la miro mal.—¿Vas a hacer drama como una niña de escuela? —cuestiona.Levanto mi dedo y le hago una señal de advertencia.Su expresión se vuelve fastidiosa.Se sienta del otro lado del escritorio de manera despreocupada. Sin embargo, no me engaña. Ella, está pasando por una situación similar en su ciudad.—Mejor dejemos ese tema un lado—gruño—Mejor dime, ¿Cómo vas a c
Soy consciente de que, el sol se filtra por la ventana de la habitación. Sin embargo, no quiero abrir los ojos. No quiero ver la realidad. Prefiero quedarme con los ojos cerrados y pensar que mi madre aún está con vida. Que Louis y ella están bien. Aprieto los ojos y retengo las lágrimas que quieren salir. Una mano acaricia el rostro con delicadeza. Pero, no abro los ojos. En cambio, me entrego de nuevo al sueño y ruego no despertar. —Helena—el susurro suave se filtra en mi sueño—Abre los ojos. Jojo. Por inercia los cierro con fuerza y niego. —Vamos, cariño. —No quiero—susurro con voz ronca. —Sé que estás pasando un momento difícil. Pero tienes que abrir los ojos y mirar a tu alrededor. Eso te ayudará a sanar más rápido. Me siento en la cama como impulsada por un resorte y la miro. —¡No puedo! —grito—No puedo abrir los ojos y darme cuenta de que, mate a mi madre —sollozo—Porque estoy segura de que no fue un accidente. Las lágrimas bajan por mis mejillas. No me preocupo
CILLIAN POV.—¿Dónde está? —gruño al hombre que tengo a mis pies.Grita y lloriquea como un cerdo, al tiempo que sangra.Hemos dado con una segunda casa, que sirve de laboratorio y logramos atrapar a uno de sus principales encargados.Me inclino y lo tomo del rostro.—Habla o te corto la lengua—siseo. Miro su mano con diversión—Ya tengo dos de tus dedos, no querrás también perder otra parte de tu cuerpo. ¿¡Donde está!?—¡No lo sé! —dice.—Rick.Este, da un paso al frente.—¡Espere! —dice levantado la mano—El puente de Brooklyn—murmura—Escuche que iría a reunirse con alguno de sus hombres.—¿Hora?—A las ocho—suelta.Miro a Ares, que asiente en silencio.Sabe lo que vamos a hacer.Miro de regreso al hombre.—Gracias por tu información—sonrió—Rick se va a encargar de ti.—¡No! —grita, pero no le prestó atención.—Cillian.—¿Qué?—¿Estás seguro de ir?No le prestó atención.—¿Qué puedo perder?—Piensa en Helena.Me detengo en seco.—¿Qué quieres que opine? —digo en voz baja—Helena no me
—¿Qué piensas hacer?La pregunta viene de Jojo, que me mira mientras está sentada en la esquina de la cama.—Ayer hablé con Cillian.—¿Y?Ella abre los ojos.—Tengo que reconocer que, ambos estamos mal—digo—siento que todo se escapa como agua entre nuestros dedos.—Entiendo—asiente—la pregunta es, ¿Qué vas a hacer?¡Entonces, lárgate! ¡Lárgate de una puta vez! Y, deja de alargar esta maldita agonía en la que estoy.Las palabras de Cillian se repitan en mi cabeza una y otra vez.¿De verdad soy capaz de irme?Me meso el cabello mientras estoy sentada en el sofá junto a la ventana. Anoche, cuando llego. Me di cuenta de que no soy la única que la está mal con la situación.Una parte de mí, quiere mandar todo a la mierda. Sin embargo, no quiero. Debo aprender a lidiar con la culpa que siento. Necesito recuperar mi vida.—¿Desde cuándo soy un cobarde? —susurro.Mi rabia está mal canalizada.—¿Perdón? —Jojo habla haciéndome recordar que no estoy sola.Suspiro. Dejo caer mis manos en el regaz
Sentada, dentro de la bañera vistiendo todavía mi pijama. Espero a que pasen los minuto, para saber si estoy embarazada o simplemente, Jojo está paranoica. Espero que Jojo esté paranoica. Miro a mi amiga y la atravieso con la mirada. Está sentada sobre el lavado y me regala una sonrisa de dientes. —No me mires así—dice—Si estás embarazada, debes culpar al hombre que se encuentra en su oficina. De seguro, feliz como un crío porque piensas quedarte. —Jódete—digo. Pero una sonrisa débil tira de mis labios. —¿Qué vas a hacer, si estás embarazada? —No lo sé —murmuro. Descanso mi rostro entre mis manos. Cillian siempre ha dejado claro que quiere hijos. Yo hubiese preferido esperar. Pero, ¿Es buen momento? Con todo lo que ha pasado con London, creer en un bebé me aterra. Porque sería un blanco más para ese hijo de puta. —¿No estás pensando en…? —¡No! —levanto el rostro y niego—No haría eso que supones—suspiro—Es que, todo lo que está pasando, es algo estresante. Sin embargo,