Miro los documentos que tengo en frente y repaso los puntos a tratar. La primera audiencia debe ser perfecta y clara.Pero, mis pensamientos siguen yendo a Cillian, y los problemas que tenemos en este momento con London.—Puedo escuchar tus pensamientos desde aquí.Levanto la cabeza y miro a Cillian en su silla, detrás escritorio de su oficina.Sí. Me adueñe de la mitad de su oficina y parece no molestarle. De hecho, es reconfortante pasar tiempo juntos mientras atendemos nuestras responsabilidades.Generalmente, me pongo mis audífonos y me sumerjo en el trabajo. Además, de darle a Cillian la privacidad si la necesita para alguno de sus asuntos.Él, se divierte cuando me escucha cantar. Lo hago de manera inconsciente, cuando me doy cuenta lo que estoy haciendo es muy tarde.Me reclino en el sofá y le veo.—Pensaba en todo y nada—suspiro.Él se pone de pie y camina hasta mí a paso lento.—Sé que estás nerviosa y, es lo último que quiero—murmura tomando asiento junto a mí.Me recuesto c
—Pero, si es la Sheriff de mi cuñada.Pongo los ojos en blanco, cuando entro al comedor la mañana siguiente lista para irme al trabajo.Le doy una mirada Cillian, que oculta una sonrisa detrás de su taza de café.—Buenos días, para ti también—murmuro.—Pienso, que mi hermano no te mantiene lo suficientemente ocupada—se mofa.—Ares —digo con una sonrisa—Vete a la mierda.—Está bien—interviene Cillian—Ares, no es gracioso lo que hicieron en el club.—En eso estoy de acuerdo—dice asintiendo—Se supone que la seguridad está para proteger a las chicas.Asiento.Mientras ellos hablan de otros asuntos, desayuno lo que Laura ha preparado esta mañana. Lo hago más rápido que de costumbre porque, hoy en mi primera reunión con los demás abogados de la firma.Roger acostumbra reunirlos al inicio de la semana para hablar sobre el avance de sus casos y de informar posibles nuevos casos.Termino mi café y me levanto de la mesa.—Debo irme a la oficina—anuncio.—Fran está mejor y te llevará.—Vale—sonr
Después de mi encuentro con el espeluznante desconocido, me sumerjo en el trabajo, pero me encuentro regresando al episodio. A mediodía llamo a Cillian y le digo lo de esta noche. —Pensé que tendríamos más tiempo. —Ves que no—replico reclinándome en mi silla—Entiendo su punto, cariño. Suspira. —Bien. Pero, podemos llevar a Laura y que haga la cena. —Eso es mucho mejor que pedir a domicilio—murmuro. —Todo estará perfecto para esta noche—me dice tranquilizándome—¿Cómo va el trabajo? —se interesa —Bien, pero me gusta más, trabajar en tu oficina. Su risa me relaja. —A mí también me gusta. —Cariño… ¿Has sabido algo de los hombres de London? — inquiero. —No—dice en tono seco—Se han escondido como unas ratas y no hemos dado con ellos, ¿Por qué? —Solo curiosidad—miento. —¿Te pasa algo? —Solamente cansada— miento a medias—tuve una mañana complicada—tomo mi pluma y juego con ella— En cuanto a la cena, invita a Ares. Quiero que mamá le conozca. —Bien. Yo preferiría esconderlo. —C
Siento la mirada de Cillian sobre mí, mientras estoy en la cocina llevando todo al comedor. Louis está con mientras mi madre ríe de lo que sea que le esté contando Ares.¿A quién le parece inverosímil que, mi mamá caería rendida ante Ares?A mí, sí. Dado lo cuadrada que es al ver la vida y la sociedad.En principio, fue notorio la sorpresa de ver a los hermanos mostrando tinta. Pero creo que se la ganaron con sus atenciones y sonrisas radiantes.Par de embaucadores.Resoplo.Estoy poniendo la ensalada en la mesa cuando siento que se acercan.Me volteo y encuentro a Cillian recostado en la encimera de la cocina.—¿sucede algo?—Ares solo lo dijo sin pensar.Ladeo la cabeza.—Fingir que antes de mí no hubo otras, es algo que, no podemos hacer. Pero, puedo sobrevivir—me enderezo— Yo no era virgen cuando nos conocimos.Pone mala cara.—¿Qué?—No me gusta pensar en ti, con otros hombres—ruedo los ojos.—Es parte del pasado y si bien, no me hace gracia que veas a una mujer, la cual te ha vi
Estoy en el baño principal, sentada bajo la regadera mientras el agua cae sobre mí. Después de que Ares me dijera que el hombre había muerto, no pude soportarlo. Me derrumbé. Ares me ayudo a subir hasta la habitación y una vez ahí pedí estar a solas. Miro a un lado y veo el jersey manchado de sangre. Aún llevo el resto de la ropa. Me pregunto si, así se siente Cillian cuando acaba con una vida. Me abrazo más a las piernas y dejo que mis lágrimas se confundan con el agua. Escucho un ruido en la habitación y me sobresalto cuando la puerta sé del baño se abre. Cillian se detiene en la puerta. Nuestras miradas se cruzan y sé que puede calibrar mi estado emocional en este momento. Su mirada se desvía al jersey antes cerrar detrás de sí la puerta. —¿Cariño? —inquiere en voz baja. En silencio niego. Da un par de pasos más y se mete a la ducha conmigo. —¿Estás bien? —pregunta, y noto el remordimiento en reflejado en sus ojos. Odio ver ese sentimiento reflejado en sus ojos grises.
Las imágenes de lo ocurrido anoche están presentes la mañana siguiente. Mantengo mis ojos cerrados tratando de calibrar como afrontar un nuevo día.Anoche, después de que Cillian nos sacara de la ducha.Fue muy paciente.Me ayudo a cambiar la ropa y me metió a la cama antes de darme un calmante. Lo último que recuerdo, fue a él sentado junto a mí, mientras el sueño me vencía.Me muevo un poco y siento un brazo que me tiene rodeada.Abro los ojos y me doy la vuelta para encontrarme a Cillian dormido.Acaricio su rostro. Con los ojos cerrados, levanta su mano y toma la mía, que está en su mejilla. Antes de llevársela a los labios y dejar un beso, al tiempo que abre los ojos.—Buenos, días— susurra en voz suave.—¿Son realmente buenos? —replico en voz baja.—Despertar cada día viendo tu rostro. Para mí, no tiene precio.Una suave sonrisa tira de mis labios.—Gracias —murmuro en voz baja.—Estaba pensando—dice—que, podrías llamar al trabajo y reportarte enferma—me sugiere—Nos vamos a la m
Ha sido un día extraño. Intento por todos los medios no pensar mucho en lo que está sucediendo a mi alrededor peor es imposible.Cillian está encerrado en su oficina. Ares ha ido y venido, incontables veces.Por mi parte, he pasado el día tratando de ocupar mi mente en el trabajo.Obviamente, no lo he conseguido.Cuando el sol se pone, estoy más ansiosa que nunca.Dejo lo que estoy haciendo en el salón y me pongo de pie.Camino por el ligar hasta llegar a la oficina de Cillian.Abro la puerta y entro.Lo encuentro al teléfono.Frunce el ceño ante la intromisión, pero su gesto se suaviza un poco cuando ve que, soy yo la intrusa.—No me importa—dice—El acuerdo, no está sujeto a cambios—gruñe. Avanzo hasta él. Este, me hace un espacio y me siento en su regazo—¡Me importa una mierda lo que sucedió! Dile que, si no cumple con el plazo, no podrá gastar más, su dinero con putas porque, tendrá una bala en medio de la frente.Le miro mal.Este no se inmuta.—Eso está mejor—dice relajándose—Mi
Camino de un lado al otro en la habitación—¿Podrías estarte quieta?, ¿Me estás mareando?Me detengo y miro a mi esposo con un gesto asesino.—Entonces, ¿¡vas a responder la maldita pregunta!?—¡Esa boca!—Responde, ¿Por qué no me dijiste eso antes?—No lo creí necesario.Mi risa histérica llena el lugar—De verdad, ¿acabas de decir eso?Está sentado en la cama y me ve.—Cillian, es mi segundo nombre armenio—comienza. Le hago un gesto para que prosiga—Mi nombre lo uso para efectos legales como los clubs. No es un secreto como me llamo—gruñe.—Para mí, ¡Sí! —exclamo—Para tu esposa, la que comparte su vida contigo. ¡Si lo es!—Esa bocona de Scarlett—gruñe.—¿De verdad, va a culparla a ella?Hace una mueca.—Por cierto, que bueno que lo sabe—Mi voz desborda ironía.Este, resopla enojado.—Lo sabe, porque es una cotilla—gruñe—Nunca se lo he dicho. Ustedes las mujeres, tiene que averiguarlos todo.—Cillian—Digo entono seco.—Jace —dice—Mi nombre de pila es, Jace—abro la boca, pero levanta