Estoy acostada en el sofá del salón revisando mi móvil la mañana siguiente. Oculto la sonrisa que se quiere escapar al recordar la noche y la mañana que hemos tenido. Cillian y yo hemos hablado poco, pero si hemos hecho mucho.Miro hacia al patio trasero dónde está hablando por teléfono con Ares. Está descalzo y solo lleva pantalones oscuros dejándome apreciar su torso.Me concentro en mi móvil y escribo a mi Jojo para saber cómo está. Según sus respuestas, está feliz y todo con Lord está viento en popa.—Mantenme informado—escucho que Cillian habla entrando a la casa—Al club tengo pensado ir el martes —me mira un Momento algo inseguro. Eso sí es muy extraño en él. —Pensaré si la llevo—dice al fin —Bien. Te dejo.—¿Sucede algo? — Interrogo desde mi lugar. Solo llevo un top negro y pantalones cortos.—Tengoque ir a uno de mis clubs el martes—comenta. ¿Un martes?Quiero preguntar, pero no me atrevo.Cillian suspira y se deja caer a mi lado en al sofá. Toma mis pies desnudos y lo po
Después de nuestra caminata por el paseo marítimo subimos a la moto, es más de las cuatro cuando emprendemos el viaje de regreso. Estamos a unas calles de la casa cuando Cillian se detienen.—¿Qué ocurre? —inquiero desde atrás.Levanta su mano para que guarde silencio. Saca su móvil del bolsillo del pantalón.Escucha atentamente lo que dicen.—Vamos para allá ¿Por qué? —dice antes de mirar alrededor—Si fue a verme, es porque tiene lo que le pedí—escucha—De acuerdo, voy a dejar a Helena y nos vemos en veinte.Cuelga.—Tengo que ir un rato a la mansión—anuncia antes—voy a dejarte en casa.—Preferiría ir contigo—comento.—Te dejaré en la casa del vecindario y volveré más tarde—su tono admite discusión.Cuando me bajo frente a la casa me quieto en casco. Este me tiende una llave.—La clave es; tres, ocho, cinco, uno—anuncia.Tomo la llave.—¿Quién es esa persona que tienes que ver? —no pudo evitarlo. Cillian levanta la parte de delante del casco.—No es asunto tuyo. —¡Que te jodan! — di
POV CILLIAN.Ares conduce como un demente por las calles. Esquivamos el trafico gracias a las clases de evasión que hemos tomamos hace años. Además del conocimiento que tenemos de cada calle, cada atajo que nos de la oportunidad de tener ventaja sobre alguna situación.Helena esta encerrada en la habitación y puedo sentir el pánico en su voz.Le doy instrucciones para que saque una de las armas dispuestas en la casa.Cuando metí a Helena en este mundo me prometí cuidarla, lo convertí en una promesa autoimpuesta.Su seguridad lo es todo.No estoy dispuesto a perderla así, sin más.Corto la llamada.—Tu. Sácala por el patio trasero. Yo entrare a la casa.—¿Estás seguro? —Ares me mira un momento antes de volver a prestar atención al camino.Asiento.Meto la mano debajo del asiento y saco una de las armas de su compartimiento.Reviso las municiones antes de volver a rebuscar debajo del auto y sacar un silenciador.Ares estaciona y baja corriendo para entrar a su casa mientras yo voy detrá
Estacionamos frente a la mansión y Cillian baja junto a los hombres de la camioneta que nos sigue. Abre mi puerta y me baja de la misma manera que me subió. Mis pies descalzos no tocan el suelo. Una vez adentro, creo que va a dejarme, pero no es así. Sin mirar atrás, hace su camino y nos lleva a la habitación donde me deja en la cama antes de alejarse. Escucho cuando la puerta del baño se cierra de un portazo. Me pongo de pie y con algo de precaución. Sin saber el porque ahora de su actitud, me acerco al baño y escucho. —Cillian—murmuro dando un ligero golpe a la puerta. No tengo respuesta. Abro la puerta y lo encuentro frente al lavado sin camisa mientras lava sus manos de manera frenética. Una parte de mi se rompe al verlo así. Cuando nuestros ojos se encuentran a través del espejo del baño, detiene lo que está haciendo. —Déjame solo Helena—ladra con ira —No—deja caer las manos sobre el lavamanos de un golpe seco. —¿Ves estas manos? —las levanta mirándome ahora de frente
—Abre las piernas— instruye Cillian detrás de mí.—Eso me sonó a propuesta indecente— me burlo. Este, posa sus manos en mi trasero riendo.Estamos en una especie de almacén. Esto después de aventurarnos en los túneles. El lugar es grande y tiene un área de tiro al blanco. Además de un gimnasio con todos los juguetes, incluidos un rin de boxeo.Es divertido hacer algo diferente, para variar.Cillian me ha dado una charla sobre lo básico. Como tomarla, quitarle el seguro y como cambiar un cargador.—Está bien—habla en voz baja detrás de mí —Controla tu respiración —Levanto los brazos como me enseño y abro las piernas en la postura correcta.Ajusto en la mira mi objetivo y controlo mi respiración.—Aprieta el gatillo —dice antes de alejarse un poco.—Lo hago —El sonido de las detonaciones resuena en el lugar y trae a mi rostro una sonrisa de satisfacción. Cuando acabo me doy la vuelta saltando feliz.—¡Lo hice!—Mierda. ¡Helena! —Cillian se aparta, toma mi mano con el arma y la apunta a
Estoy sentada en el sofá cerca del pequeño balcón. Tengo en mi regazo el IPad de Cillian, el mismo por el cual se molestó la primera vez que lo tome. Pero estoy aburrida, así que se joda.Leo los avances de la investigación referente a de la explosión del almacén. Era un almacén adscripto a la fiscalía y según la información, era un laboratorio de investigación.—Por supuesto— bufo.También extraoficialmente, se conoció que han detenido a varios implicados en el hecho. Algo que me pone algo nerviosa, pero puede ser una tapadera para así no desviar la atención a los secretos sucios de Canon.Han pasado dos días desde que Dominic vino de visita. Cuando Arlan entro a la habitación después de eso, supe la cosa no mejoro. No lo veo durante el día. Sin embargo, cada noche viene a mí. Es como si quisiera olvidar lo que está pasando.Su toque es codicioso y sensual.Por las mañanas cuando despierto ya no está en la cama. Una parte de mi solo quiere decirle que puede confiar en mí. Que puede c
Todo el camino, lo hago tratando de no pensar tanto en lo que Cillian tiene en mente. Él se ve despreocupado. La camioneta se detiene frente a un edificio. El lugar no tiene aspecto de ser un club de hecho hay un anfitrión y un guardia de seguridad. Parece más un restaurante. Una vez fuera de la camioneta, Cillian me guía hasta la entrada. No sin antes mirar alrededor donde se posiciona la seguridad de Cillian. Entramos obviando a todos. El lugar está lejos de ser lo que espere. Tiene el aspecto de un bar. La decoración en estilo años dorados de Hollywood. Las personas conversan de forma amena. Cillian toma mi mano y nos guía por la sala. Me fijo en que nos miran con interés, unos saludan a Cillian y este les corresponde en saludo con un asentamiento se cabeza. —Es interesante —murmuro cuando tomo asiento —No es como lo imagine. Este ríe entre diente. —Pensante que encontrarías la versión más moderna de Sodoma y Gomorra. No respondo. Llegamos a una mesa al fondo, donde hay un
Sentada en la mesa del comedor, remuevo mi desayuno ignorando la conversación de Cillian y Ares. Anoche después de llegar del club Cillian desapareció por horas.Lo espere hasta que darme dormida, pero no llego. Esta mañana apareció como si nada y solo me dio un frio saludo. Es como si el hombre con el que Salí ayer hubiera desaparecido.—Si todos sale bien, celebraremos esta noche —dice con entusiasmo Ares dando un golpe a la mesa sobresaltándome.Levanto la vista y me encuentro con los ojos grises de Cillian que me estudian—Lo más probable es que esta noche tengamos visitas.—¿Quieres que haga cocteles para tus amigos los mafiosos? —inquiero con acritud. Ambos se quedan en silencio.Dejo el cubierto a un lado y me pongo de pie. Sencillamente no puedo verlo y saber que todo está a punto de terminar, salgo del comedor si mirar atrás.—¡Helena! —escucho el grito de Cillian, pero no me detengo. Cuando entro a la habitación, este entra seguidos después tirando la puerta con fuerza.—No e