Me doy la vuelta en la cama y me encuentro con el rostro de Cillian. Está dormido y tiene una de sus manos sobre mí.

La tomo y la dejo a un lado. Se remueve, pero no abre los ojos.

No me di cuenta a qué hora se metió a la cama.

Después de mi explosión en el salón me dejaron en paz. Me entretuve con Olivia en la cocina y la pasé bien. Solo salí de allí cuando todo estuvo listo para servirse.

En mitad de la cena, Cillian saco un sobre y lo dejo sobre la mesa. Me dijo que lo abriera y cuando lo hice encontré tarjetas de crédito a mi nombre. Me dijo que comprará todo lo que necesitará. Eso significa que podré salir de aquí.

¡Al fin!

Sin embargo, solo asentí y seguí con la comida. He aprendido que Cillian odia que le haga la ley del hielo.

Así que, es los que pienso hacer de ahora en adelante. Obviamente después de decir lo que pienso.

Me cubro con la sábana poniéndome boca arriba y estoy cerrando los ojos cuando su mano vuelve a buscarme. Está vez se acerca descansando su cabeza en mi hom