—Vaya, te veo flojito y tembloroso.Ares le enseña el dedo a Cillian que sonríe con suficiencia cuando nos ve a ambos entrar a la mansión un par de días después.Sí, Ares y yo hemos decidido recuperar el tiempo perdido y estuvimos en casa haciendo cosas más productivas.Tomo asiento frente a Helena que me da una amplia sonrisa.—Me alegra que todo se solucionara entre ustedes.—Yo soy el más feliz, créeme —espeta Ares.—Bueno, espero que esta vez sí sea la definitiva —Cillian nos mira con atención —Estoy feliz por verles. Pero, mientras tú estabas de luna de miel, yo estuve trabajando.—¿Supongo que has encontrado algo? —inquiero.Asiente.—La chica es escurridiza pero no indetectable para mí.Cillian habla con suficiencia.—Se cambió el nombre así que era casi imposible de detectar, pero la hemos rastreado por sus huellas e increíblemente llego al país hace cuatro años.Ares y yo nos miramos antes de verle.—Trabaja en un bar de las vegas y se llama Becca.La información se filtra en
Miro a Ares y mantengo mi postura mientras este me mira con seriedad.—No es un lugar para ti.—¿Por qué? —Pongo las manos en las caderas —no iras a un club de stripper sin mí.Resopla.—Doc.—No, estás jodidamente equivocado si lo piensas, yo iré contigo.Maldice largo y tendido, pero no me amilano.—Estarás más cómoda aquí, en el hotel.Cruzo los brazos.—En tus sueños.—¡Dios! Eres terca —gruñe.—Lo sé, y amas que lo sea, ahora abre esa puerta que Cillian nos debe de estar esperando en el vestíbulo.Abre la puerta de la habitación de un tirón y oculto mi sonrisa.Hemos llegado a las Vegas esta tarde y cuando nos dijeron donde trabajaba la chica, no dude en unirme al encuentro.No pienso dejar a Ares en un club de stripper.Cuando llegamos al vestíbulo mantengo mi mirada seria, pero no tarda en aparecer una sonrisa divertida al ver a Helena junto a Cillian.—Tampoco pudiste con ella.Cillian mira de mí a Ares.Se encoge de hombros.—¿Dónde está Caroline?—La ha dejado con Fran.—¿En
—Lo que hacen se llama secuestro y puedo tener sus traseros una cárcel.Son las palabras de Becca cuando la meto a la parte trasera de la camioneta antes de salir de ese maldito club.Cillian y Helena suben a la otra y emprendemos el camino lomas lejos de ese lugar.La chica claramente no tiene sentido de preservación y se fue a meter a la boca del lobo.Por suerte para ella, el lobo no será ms un problema.—Déjame irPongo los ojos en blanco.—Stefan, abre la guantera.La doc. me mira sin entender mientras Lord conduce por las calles.Stefan saca lo que le di a guardar.—¡No señor! A mí no me callas —chilla más enojada.—Ares…—Déjame hacerlo, Doc. —espeto en tono seco antes de poner cinta en la boca de la chica que podría ser mi propia hermana.Lo único cierto es que es una pequeña cosita terca.Miro a Becca que me fulmina con la mirada cuando estacionamos en la parte trasera del hotel.Bajo y la miro al tiempo que Cillian baja del todoterreno de atrás.Le tiene un abrigo largo a es
Convencer a Becca que se quedara a descansar fue una tarea titánica.Tanto así que decidimos poner a unos de los hombres en la puerta de su habitación.Me remuevo cuando el sol de la mañana se filtra por las cortinas de la habitación y una sonrisa se extiende por mis labios cundo siento los besos húmedos que Ares deja sobre mi vientre y sus manos se posan en mis muslos abriéndome para él.Lo miro aún soñolienta.—Buenos días para mí —susurro cuando su boca cae entre mis piernas y me come con verdadero deleite.Es definitivamente el mejor despertarNo pasa mucho tiempo antes de que me vuelva líquida abajo las atenciones de mi marido que es un amante muy atento.Se arrastra por mi cuerpo y me penetra al tiempo que su boca cubre la mía.Sus manos me toman y me lleva consigo hasta tenerme encima de su cuerpo.—Cristo, Ares—digo en voz baja mientras me muerde la barbilla y desciende por mi clavícula. —Perdón por perturbar tu sueño, pero te veías muy apetitosa sin nada y restregando tu coñ
La llegada de Becca a Nueva York ha supuesto un antes y un después. Ya se han hecho las pruebas de ADN y solo queda esperar los resultados que les darán esta tarde. Mientras ella intenta cabrear a Cillian y Ares. Sonrío porque es lo que ellos aseveran. Solo porque Becca no dudo en salir a buscar un trabajo a escondidas de todos. Y lo encontró en una cafetería. Algo que horrorizo a ambos hombres. Pero a Helena y a mí me demuestra que la chica no espera nada de ellos. Es terca y determinada. Y, es otra más que ha caído en las redes de Caroline. Becca les ha dado un nuevo respiro a Cilliany Helena como pareja. Cosa que ella agradece ayudándole a ponerse al día con algunos asuntos. Por mi parte, Ares y yo estamos más unidos que nunca. Queremos más de lo que tenemos y no tememos afrontarlo. Pero no sé si estará listo para afrontar el test de embarazo que tengo sobre el lavado. Su resultado es directo. Embarazada. Me siento sobre la tina de nuestra casa en el vecindario. Resp
—Creo que esto merece una celebración —espeta Helena. Se va a la cocina y yo aprovecho el momento para sentarme junto a Becca que aún parece sin poder creer la noticia. —¿Estás bien? Esta me mira y me regala una sonrisa. —Sí. Algo sorprendida para ser sincera. Mira la gente dónde Ares y Cillian hablan. —¿Qué te preocupa? —¿Con sinceridad? —asiento —no encajar en este lugar. Mírales a ellos, se conocen de toda la vida, yo me siento como una recién llegada —se ríe un poco —bueno, lo soy. —Becca. —El punto es, que temo decepcionarlos o decepcionarme al no sentirme cómoda. —Entiendo. Pero mejor puedes ver qué estás ganado una familia, porque lo siento, pero venimos en el paquete—le guiño. Ella me regala una sonrisa de agradecimiento. —Tú y Helena han sido muy receptivas conmigo y eso lo agradezco. Aun sabiendo que podría ser una loca que estuvo en el lugar y momento equivocado. —Pues, Helena no tenía dudas de que eres familia de ese par —me rio entre dientes. Ares llega hast
—Ustedes me están asustando. Reprimo mi sonrisa ante las palabras de Jared. Estamos en el salón de la mansión Harrison y esperamos darle la buena nueva él. —No es nada de qué preocuparnos—. Me mira expectante —bueno, no de mala manera. Ares habla haciéndome reír un poco. —La verdad es que te queremos contar algo, algo que de seguro te va a hacer feliz. —Bueno, eso esperamos —replica Ares con mofa. —¡Ares! —Golpeo ligeramente su brazo. —A ver, ¿entonces es algo bueno? —Muy bueno. Asiento. —Entonces díganlo de una vez que estoy pensando muchas cosas. —Bien, Ares y yo… —Jared arquea la ceja —Ares y yo vamos a tener un bebé. Al principio parece como si no le acabáramos de decir que va a ser abuelo. De pronto su cara se va tornando pálida. —Jared —Ares da un paso adelante. Segundos antes de que su cara vuelva sorprendida y sus ojos comiencen a humedecerse. —¿Estás bien? —pregunto en un susurro. Asiente. —¡Sí! —me exalto ante su grito. Se acerca a mí, me rodeo con sus br
Cuatro meses después.—Esto debe ser una maldita broma —susurro mentira lucho contra mi sujetador que al parecer ya no me queda.Maldigo y con resignación lo hago a un lado.Mi vientre está más abultado y estoy en la semana veinte. Así que aún tenemos un camino que recorrer.Los mareos han cesado, pero apareció la acidez y mis pechos comenzaron a crecer y al parecer les faltan un poco más, además de otras dolencias.Resoplo.Con resignación voy al cajón, tomo un sostén deportivo y una de las camisetas de Ares.Bajo las escaleras y me encuentro a Ares en la cocina preparando el desayuno.Ambos pasamos más tiempo en la casa del vecindario y el hombre se ha propuesto a estar al pendiente de mis malestares y aguantarse mi mal humor.—Buenos días, doc. —espeta cuando me mira.—¿Qué tienen de buenos?Me siento en el taburete de la cocina y él enarca la ceja.Tomo un trozo de manzana.La doy un mordisco y él espera pacientemente a que suelte mi diatriba.Lo amo.—¿Sabes que es lo verdaderame