A pesar de que Madeline se sorprendió, por el pronto regreso de Jeremy, ella mantuvo la calma. Incluso tenía una sonrisa que invitaba a la reflexión, en su rostro.

El hombre se acercó a ella, el aura helada a su alrededor lo hacía parecer tan dominante como un tirano. Todo lo que le rodeaba ahora, solo servía de apoyo.

Él miraba al frente, como si no pudiera ver a las otras personas en la habitación. Sus ojos oscuros solo reflejaban el hermoso rostro de Madeline.

Caminó hacia adelante y, con cada paso, los latidos de su corazón se aceleraban, hasta que se puso frente a Madeline.

Después de que uno de los accionistas recobró la razón, dijo: "Ha vuelto justo a tiempo, Sr. Whitman. Su esposa dijo...”.

"Todos ustedes, salgan".

Jeremy lo interrumpió con frialdad, con los ojos todavía fijados al rostro de Madeline.

Los accionistas se miraban, confundidos. Sin embargo, aun así, se marcharon.

Madeline y Jeremy eran los únicos que quedaban en la gran sala de reuniones, ahora.

Madeline