Naya parecía sincera, y la forma en que hablaba la hacía parecer que estaba del lado de Ava y Daniel. Era como si estuviera tomando en cuenta sus deseos.

Al ver que Ava no hablaba, Naya continuó.

“Ava, este es el mejor camino por ahora. No creo que quieras que Danny esté atrapado en un dilema entre su familia y tú, ¿cierto?”.

Luego de permanecer en silencio durante un rato, Ava levantó las comisuras de su boca en una ligera sonrisa y elogió a Naya.

“Señorita Méndez, no pensaba que usted fuera tan considerada y magnánima. Creo que si fuera cualquier otra mujer, no estaría dispuesta a hacer esto”.

Naya mostró una sonrisa amable y sumisa al escuchar esto. “Danny y yo somos un amor de la infancia y somos buenos amigos. Aunque no seamos parientes de sangre, siempre he pensado en él como mi hermano biológico. Además, también veo al abuelo de Danny como si fuera mi propio abuelo. Realmente no quiero que nada malo le suceda al abuelo, y tampoco quiero ver a Danny tan impotente”.

El tono