Naya.

Además de Daniel, Naya también había ido a visitarla a su apartamento.

Ava se incorporó de repente y abrió la computadora portátil. Echó un vistazo más de cerca mientras olfateaba y detectó el tenue aroma de té negro en el teclado.

El olor de ese té negro era el del té negro que había preparado para Ava.

Ava se dio cuenta de inmediato.

¡Naya había dañado a propósito su computadora portátil!

Sin embargo, no tenía pruebas.

En ese momento, el jefe de Ava volvió a llamar.

“Ava, han pasado dos horas. ¿Cómo va el diseño? Envíamelo por correo de inmediato cuando lo termines”.

Ava se armó de valor y le aseguró diciendo, “Bill, he tenido un invitado en casa hace un momento y el trabajo se ha retrasado un poco. No te preocupes, Te daré el boceto cuando vaya mañana a trabajar”.

“¿Un invitado? ¿Te refieres a tu novio? No pienses solo en enamorarte, muchacha. Ganar dinero es lo más importante”, bromeó su jefe. “Está bien, no te molestaré más. Esperaré tus buenas noticias mañana”.