—Maya, ¿Dónde están los niños? — Cuestionó Jacob buscando a los dos pequeños con la mirada apenas se acercó a ella. —Ellos están con su papá, ya lo saben y con él van a estar mejor protegidos que aquí, ¿Cómo está papá? — Preguntó Maya y el ceño de Jacob de inmediato se frunció, no le agradaba para nada esto, se sentía furioso de que ella confiara tanto en Victor a pesar de lo que le hizo y si no fuera porque ahorita habían cosas más urgentes, él iría a buscar a sus sobrinos. —Maya no debiste hacer eso, tenemos mucho que discutir sobre eso, vamos al auto. — Espetó Jacob y la tomó de la mano, para empezar a caminar rápidamente hacía donde estaba su auto. Después de que se subieron, Jacob comenzó a manejar, apretando tan fuerte el volante que sus nudillos se habían vuelto blancos y todo su cuerpo estaba tenso, no solo por lo que estaba pasando con su padre y sus negocios, si no también porque sus adorados sobrinos estaban con Víctor, esto significaba que entre Maya y él podría esta
— Creo que lo mejor será que me vaya. — Suspiró Maya, ya no podía seguir ignorando la mirada de desaprobación que le daba su madre cada vez que podía, haciendo que su corazón se volviera más incómodo. Desde ayer que volvió, Meryl siempre la veía con molestia. Seguía sin entender como la habían dejado de amar tan rápido, porque ella seguía amando a sus padres mucho a pesar de todo y estaba segura que sin importar lo que sus hijos hicieran, ella nunca podría dejar de amarlos. — Maya ya no puedes volver, cuando papá este un poco mejor hablaré con él, lo convenceré de que te acepte nuevamente, todo va a estar bien, mamá solo está preocupada por la reacción de él, pero yo arreglaré todo. — Prometió Jacob, estaba decidido a hacer que Jerome la aceptará de nuevo, ya no quería que ella estuviera lejos, no soportaba el hecho de que ella tuviera que vivir en otro país con sus sobrinos, además sabía que a Maya le dolía estar lejos de sus padres y de él. — Si vuelves con Víctor como tienes plan
Cuando Maya fue recuperando la conciencia percibió que algo le estaba lastimando sus muñecas y al abrir los ojos, pudo darse cuenta que un hombre la observaba desde la oscuridad mientras fumaba un cigarrillo no dejaba de mirarla y aunque no podía mirar su rostro, porque dónde estaba sentado él todo parecía ser más oscuro, un escalofrío recorrió su espalda. — No te molestes en gritar, odio los gritos e igual nadie va a poder escucharte, está habitación está insonorizada, no pierdas el tiempo con eso. — Advirtió él hombre al darse cuenta que ella estaba despierta. — ¿Por qué estás haciendo esto? ¿Qué es lo que quieres? — Cuestionó Maya intentando mantenerse calmada, aunque todo su cuerpo estaba temblando por el miedo. — Venganza, es una lastima que volvieras aquí antes, porque no creo que debas ser tú quien pague los platos rotos, pero tengo que terminar lo que mi suegro comenzó hace muchas años, ojo por ojo. — Explicó él hombre sonando un poco melancólico y le dio otra jalada al cig
— ¿Por qué mamá aún no llama? Ya es nuestra hora de dormir. — Dijo Jake frunciendo el ceño, no quería acostarse sin hablar con Maya antes. — Si, ya es hora, por favor llámala. — Pidió Marcus mirando a Víctor. — Está bien. — Aceptó Victor y de inmediato marcó su número. A él también se le había hecho extraño que ella aún no lo hubiese llamado, solo se había abstenido de no llamarla antes, porque pensó que podría estar ocupada, pero los niños ya habían cenado, se habían puesto sus pijamas y estaban listos para dormir, no podía esperar más. Después de insistir varias veces y no recibir respuesta, Victor empezó a sentirse realmente preocupado, le parecía raro que ella siguiera sin contestar luego de varios intentos, pero frente a sus hijos, debía mantener la calma para que ellos no se preocuparan. — Niños, su mamá está ocupada en este momento, mañana la llamaremos, creo que hoy tendrán que conformarse con que solo yo les de las buenas noches. — Suspiró Victor intentando parecer tranq
— Maya deja de llorar, come algo por favor. — Pidió Killian acercándole un poco de comida, desde ayer ella no había comido ni tomado nada y había perdido la calma que tuvo en un inicio, ahora no dejaba de llorar, lo que a él no le gustaba ni un poco, se veía demasiado frágil y eso comenzaba a incomodarlo mucho. — Por favor déjame ir, cuando mi hermano se enteré de lo que hiciste las cosas van a ponerse muy feas para ti, comenzarán a buscarme y cuando me encuentren te harán pagar esto, si me dejas ir ahora, ambos podemos tener una buena vida, no arruines todo. — Sollozó Maya, aún no sabía lo que él hombre frente a ella tenía planeado, pero al no saber nada, esto solo hacía que estuviese mucho más aterrorizada, su actitud la tenía totalmente confundida, porque él estaba siendo amable, no había intentado hacerle daño ni nada parecido, no lo entendía y no dejaba de imaginar los peores escenarios ante tanto desconcierto, tampoco podía dejar de pensar en sus pequeños, en que no quería deja
— Que bueno que ya despertaste. — Dijo Victor al notar el movimiento de Jerome y cuando esté escuchó su voz, se sobresaltó abriendo los ojos de par en par. — ¿Qué… que hago aquí? — Preguntó confundido al darse cuenta de que estaban en una habitación que no podía reconocer, estaba amarrado, aún con su bata de hospital y frente a él estaba Victor, mirándolo fijamente. Lo miró sin entender nada, con su cuerpo temblando ligeramente, aún le dolía su herida del disparo, esta aún no cicatrizaba bien y al estar amarrado en una posición incómoda, le causaba dolor. — Vas a hacer algo bueno con tu vida finalmente, tu hija en este momento está secuestrada por tu culpa y la persona que la tiene quiere hacer un intercambio, te entregaré a ti y me la devolverán a ella. — Respondió Victor con una sonrisa maliciosa y la cara de Jerome perdió todo el color. — No, no puedes hacer esto, seguro me matarán, si te importa mi hija más vale que no lo hagas, Jacob la encontrará, pero si tú me entregas y me
— No, no hagas esto, no me entregues, si lo haces te vas a arrepentir, Maya no estará de acuerdo con esto. — Gritó Jerome mientras Victor se estacionaba. Ya habían unos cuantos hombres esperándolos, con sus rostros tapados con pasamontañas y apuntándolos con armas, también quien parecía haber dirigido todo, un hombre con su rostro expuesto y que parecía ser bastante fuerte, de su misma complexión, pero no podía ver a Maya por ningún lado. — Cállate. — Masculló Victor y bajo del auto, con sus manos en alto, para que vieran que no era una amenaza. — ¿Dónde está ella? — Sácalo del auto y te la daré, ella está en la camioneta. — Respondió Killian y Victor asintió antes de acercarse a dónde estaba Jerome. — No hagas esto, él no te la dará, es una trampa. — Gritó Jerome mientras forcejeaba contra el agarre de Victor, pero este último aún así lo bajo y lo tiró al piso. Jerome se quedó mirando a Killian confuso, no lo recordaba, no podía identificarlo como ninguno de sus enemigos, ni siqu
— Lo es, es muy real mi cielo. — Aseguró Victor tomando su carita entre sus manos para darle un beso en la frente. — ¿Él no te hizo ningún daño verdad? ¿No te lastimó de ninguna forma? — Preguntó frunciendo el ceño y observándola con cuidado, porque ahora que lo pensaba mejor, se había dado cuenta que había confiado demasiado en la palabra de un hombre que ni siquiera conocía, solo esperaba que realmente él no le hubiese hecho nada o se volvería loco. — No, fue extraño, pero no me lastimó ni intentó hacerme daño de ninguna manera, podría decir que incluso fue amable, solo que me contó algo que rompió mi corazón, mi papá hizo algo muy malo. — Respondió Maya al mismo tiempo que sus ojos se comenzaban a cristalizar al recordar lo que le había contado su captor acerca de lo que hizo su padre, todavía le costaba creer que él pudiera ser tan cruel, de solo pensar en eso se sentía demasiado triste y también le daban ganas de vomitar, estaba decidida a pedir a la policía que investigara sobr