Capítulo 26Violeta San MarinoAgarro los pelos de la maldita zorra y comienzo a tirar de estos sin contemplaciones, además; que también ocasionalmente le doy sus buenas bofetadas porque me apetece.A estas alturas ya hemos caído en la arena y estoy golpeando su operado rostro por mis santos ovarios, a ver si así después le apetece meterse con el hombre de otra.Siento unas manos que me sostienen por la cintura con fuerza y me separan de zorra a la que le estoy pegando. Sin embargo, aunque sé perfectamente que es Ades el que me sostiene; aun así, intento soltarme para continuar con lo que estaba.– Suéltame Ades, suéltame que voy a acabar con esa zorra – digo enojada y removiéndome entre sus brazos mientras veo como otras mujeres la ayudan a levantarse.– Cálmate Violeta por Dios, ya le pegaste suficiente – dice Ades tratando de aplacar mi fiera interior.– ¿Suficiente? ¿Te parece suficiente? Esa estúpida te besó una vez e intento hacerlo una segunda, lo mínimo que se merece es que le
Capítulo 27 Violeta San MarinoSin decir una sola palabra, me acerco hasta él y acaricio su pecho por encima de su ropa. Ya que desde mi baja estatura, miro sus hermosos ojos grises con algo de azul y creo que ya entendió perfectamente lo que estoy buscando. Lleva sus manos a mi cintura, la cual acaricia suavemente y me pega hacia él. Haciéndome sentir el calor de su pecho y no hay nada que me cause más ternura en estos momentos. Para mí; Ades es como un niño grande, el cual tiene mucho amor y cariño para repartir. Algo que no estoy dispuesta a compartir con nadie y lo desean, pueden llamarme egoísta porque eso soy. Una egoísta que no quiere compartir el cariño y el amor de Ades con nadie. – ¿Dime por qué no te conocí antes Ades? ¿Por qué el destino no te puso a ti antes en mi camino? – le pregunto a él en un susurro.– Tal vez porque no estábamos destinados a conocernos hasta ahora, Violeta. Como dirían algunos, el destino no quiso reunirnos hasta ahora.– Pues entonces el destino
Capítulo 28Ades ZisisNunca había sentido una piel tan suave como la de Violeta, esta era sumamente hermosa y delicada. Haciéndome recordar perfectamente cuando la tuve por primera vez entre mis brazos y pensé exactamente lo mismo, es imposible no apreciar tanta belleza.Con mis besos, había recorrido todos su cuello hasta llegar al valle de sus senos y con mis labios había erizado cada minúsculo centímetro de su piel.A estas alturas en la que estábamos, ya me había deshecho de casi toda su lencería. Solamente le había dejado las medias porque en verdad me gustaba como le quedaban.La primera vez cuando la hice mía, no es que estuviera tan borracho como ella; pero no estaba tan claro como ahora, ni tan respectivo.Cuando Violeta me pidió que mirase a mi alrededor para que viera todo lo que había preparado para nosotros, me di cuenta de que había algo de chocolate y eso hizo volar mi imaginación por completo. Como el chocolate por suerte estaba en un recipiente, al parecer de alumi
Capítulo 29Violeta San MarinoSuspiro toda relajada por el delicioso masaje que me está dando Ades en este momento y nada mejor que un rico baño en la bañera, con el hombre que te hizo el amor como un salvaje.Juego con espuma entre mis brazos y siento como Ades ha comenzado a repartir besos húmedos por mi cuello.- ¿En qué piensa mi bella flor? - me pregunta en un tono cariñoso mientras me abraza y me ponga a su cuerpo.- La verdad es que no estoy pensando en nada, solo estoy disfrutando del delicioso mensaje que me estás dando.- A bueno, eso quiere decir que soy un buen masajista - dice en tono divertido.- No eres buen masajista, eres el mejor masajista y además; también muy buen amante.- ¿A sí? ¿Qué tan buen amante soy? - me pregunta mientras se recuesta sobre mí dentro de la bañera.- ¿Pero qué haces Ades? - pregunto entre risas porque me hace algo de cosquillas.- Bueno, me han dicho por ahí que soy muy buen amante; no creo que querer comprobarlo sea malo - dice con una sonri
Capítulo 30Violeta San MarinoAdes se fue antes del amanecer y yo estaba agotada, pero para que mentir; estaba muy feliz. Hacía mucho tiempo que no me regocijaba de tanta felicidad junta.Luego de haber tomado un baño, me acosté un rato en la cama para dormir, aunque sea unas horas, sin embargo; por más que lo intenté. No podía borrar la sonrisa de felicidad de mi rostro y mucho menos la sensación de haber estado con Ades. Todavía no había pasado el mediodía y mi teléfono comenzó a sonar insistentemente, dejándome ver el nombre de Ades en la pantalla. Me doy vuelta en la cama quedando boca abajo y contesto con una sonrisa.– Hola, amor – digo feliz.– Hola, mi hermosa flor ¿Ya llegó tu familia? – me pregunta y yo miro el reloj.– No mi amor, aún es temprano. Solamente son las 11:00 de la mañana, ni siquiera pasa del medio día.– Entonces, eso quiere decir que puedo subir por unos minutos a darte un beso antes de que lleguen – dice este y yo me incorporo rápidamente en la cama.– ¿Va
Capítulo 31Violeta San MarinoLimpio con cuidado las lágrimas de sus ojos y le regaló una sonrisa reconfortante. No sé qué tiempo habrá pasado desde que mi familia llegó, pero al sentir unos suaves golpes en la puerta; todos los bellos de mi cuerpo se erizaron. Había olvidado por completo que Ades venía para aquí y en vez de pasarle un mensaje para que no viniera, no lo hice. Siento los nervios a flor de piel y todos me miran atentamente esperando a que yo abra la puerta, solamente espero que Ades no me bese en cuanto abra o se pondrá tenso el ambiente.Tomo el pómulo para abrir y rezo desde lo más profundo de mí, para qué Ades se dé cuenta de las personas atrás de mí, sin embargo; todos mis rezos se fueron a la basura en cuanto sentí sus cálidos labios sobre los míos. Eso sin contar sus manos; rodeando mi cintura, atrayéndome a su cuerpo.Contra todo pronóstico, me olvidó por completo de los todos los presentes y correspondo gustosa ante eso maravilloso beso. Sin embargo, la magia
Capítulo 32Ades Zisis Había pasado la mejor noche de muchas de las que me esperan junto a Violeta, pero tuve que dejarla bien temprano al amanecer para poder ir a impartir mis clases, además; de que su familia llegaba hoy.Con respecto a las cuales que imparto con mi hermano, estaba a punto de dejarlas porque al fin encontré a la mujer de mi vida. Sin embargo, Apolo me pidió que no lo hiciera para ver si él corría con la misma suerte que yo.Toda la mañana me la pasé con la cabeza en las nubes, solamente podía acordarme de mi Violeta y de todo lo ocurrido anoche. Tanto así, que ni siquiera los comentarios con doble sentido de mi hermano me molestaban. Solo contaba los minutos y las horas para poder verla de nuevo, sin embargo; no me aguante las ganas. Terminé llamándola y diciendo que iría para haya en este momento, solo que antes de hacerlo pase por la florería de la playa. No quería llegar con las manos vacías igual que ayer, así que compre sus favoritas. Mientras me dirigía a ve
Capítulo 33Ades ZisisDespués de haber dejado a Violeta en la puerta de su habitación, fui a hablar con el gerente del hotel. Al cual le dije que la familia San Marino y su acompañante, tenían prohibido cobrarles su estancia en el hotel. Que yo personalmente me hacía cargo de todo y que quería que el hotel les proporcionarán lo que pidieran.Luego de eso, me fui directo a la casa en donde comencé a preparar todo para ir después por Violeta. Cuando estaba prácticamente terminando la cena, siento unos golpes en la puerta y me pregunto quién será; ya que obviamente Apolo no es. Voy hacia la puerta de inmediato y al abrir, me encuentro con el mismísimo Víctor en persona; creí que hablaríamos después. No obstante, al parecer no será así. – Tu hermano Apolo me dijo donde encontrarte y cuando me contó lo que estaban haciendo aquí, no me lo podía creer – dijo este con sus manos en los bolsillos.– ¿Quieres pasar? – le pregunto y este asiente.Me hago a un lado para que Víctor pase y una ve