Comienza a repetir la misma danza, pero con más intensidad y propiedad, como si estuviera diciendo a todos que yo era suya. Cada uno de sus movimientos está meticulosamente planeado y calculado; me presiona en los lugares adecuados, acumulando el deseo de su toque.

Estoy completamente absorta, sin darme cuenta de que estamos en un lugar público, en ese momento, somos solo él y yo, entregándonos a una danza altamente sensual y llena de deseo.

Nos envuelve la lujuria, y nos entregamos a ella de manera apasionada. Cierro los ojos para absorber cada detalle, cada sentimiento, cada sensación, cada movimiento. Continuamos así hasta que los últimos acordes de la música suenan y, cuando vuelvo en mí, estoy sola... él se ha ido.

¡Dios mío! ¿Qué ha sido eso?

Miro a mi alrededor y no lo encuentro, lo busco frenéticamente sin éxito.

¿Será que lo soñé? No, no puede ser.

Las personas a mi alrededor siguen bailando, mientras yo estoy petrificada en la pista de baile, pero ¿dónde está él? ¿Dónde se ha ido? ¿Por qué se fue así?

Sin tener mucha consciencia de lo que he vivido, regreso a la mesa con mis amigos, y las chicas notan que estoy diferente.

"¿Qué te pasa, Stela?", pregunta Sheila.

Tomo una botella de la mesa y bebo todo el líquido de un solo trago, tratando de encontrar alguna respuesta a lo que he vivido, a solo unos metros de la mesa donde estamos. Encogí los hombros y digo:

"No fue nada, solo pensé que vi a alguien... pero no sé si realmente lo vi."

"¿Algún chico nuevo?", Isa dice con una sonrisa burlona en los labios.

Niego con la cabeza.

"No, pensé que vi a alguien que conocía... al menos eso creí."

Cambiamos de tema, siguen conversando y yo sigo callada, perdida en mis pensamientos, tratando de encontrar respuestas a lo que acaba de suceder, pero no las encuentro.

Y así, la noche continúa como si nada hubiera ocurrido.

No vuelvo a ver a mis "LOE" (Lindos Ojos Esmeralda). Di vueltas por la discoteca, pero nada, ni una señal de él en ningún lugar, ni siquiera vi al grupo que lo acompañaba.

La duda sigue rondando mi mente. ¿Cómo me encontró aquí? ¿Cómo me reconoció entre tanta gente? Además, estaba bien acompañado, ¿acaso se fue con ella para terminar la noche?

Siento una extraña sensación en el estómago al pensar en eso y hago lo posible por ignorarlo.

Después de todo, dado el éxito de esta discoteca, no sería tan difícil encontrarlo, estaba con amigos, al igual que yo.

Me encojo de hombros ante ese pensamiento. Después de todo, fue solo un baile, ¡y vaya baile!

Ya nos estamos yendo, después de todo, faltan pocas horas para el amanecer. Mis pies están pidiendo descanso y mi cuerpo está deseando una cama cómoda y perfumada. En el camino hacia la salida, una camarera me aborda.

"Señorita, me pidieron que le entregara esto", dice mientras me entrega una tarjeta.

La tomé, agradecí y la guardé en mi bolso antes de seguir caminando hacia la salida.

Qué noche tan diferente, llena de encuentros y desencuentros.

Menos mal que ya estoy volviendo a casa.

El fin de semana fue muy divertido. Además de salir a bailar el viernes por la noche, fuimos al cine a ver una película que estaba deseando ver. Solo Eduard no pudo acompañarnos porque tenía que prepararse para una reunión de trabajo la próxima semana.

Después del cine, fuimos a comer a Natho's, uno de nuestros restaurantes mexicanos favoritos.

El domingo me quedé en casa mientras Isa salía con Dougue a una exposición de arte. Estos dos no se despegan, ¿verdad? Tratan de ocultarlo, pero no pueden evitar intercambiar miradas constantes. Sería genial si empezaran una relación, porque, entre nosotros, hacen una pareja perfecta.

Me doy cuenta de que podría ser la única que se queda soltera, y eso no me agrada en absoluto. ¡Nada en absoluto!

La semana está pasando, estoy trabajando mucho, y a pesar de todo, no puedo dejar de recordar ninguno de nuestros últimos encuentros.

Me estremezco al recordar cada detalle... ¡uf! ¡Fue increíble!

Fue más que increíble, fue intenso, emocionante, único.

Cierro los ojos y puedo sentir su olor, su sabor... parece que me estoy volviendo loca. No recuerdo a ningún hombre provocándome estas sensaciones, ¿cómo alguien que no conozco puede hacer esto, dejándome confundida, sin poder entenderlo?

Hasta ahora no he comprendido nada y creo que no lo haré. Después de todo, viene y va tan rápido, y apenas me da la oportunidad de hablar, de razonar, de preguntarle algo... ¡uff!

Volviendo al trabajo, hoy es jueves y necesito organizarme para mañana. Recuerdo que tengo que tomar algunas notas en mi agenda, así que cojo mi bolso para buscarla. Al sacarla, cae un tarjeta al suelo. La recojo, pensando que es de algún cliente, la volteo para ver a quién pertenece y leo:

"Gracias por el baile... y todo lo demás."

¡Para mis neuronas!! ¡No puede ser! Creo que estoy leyendo cosas, la releo varias veces y recuerdo que el tarjeta que me entregaron en la discoteca era de él.

Me pregunto qué puede significar todo esto, no logro entender nada. Si su objetivo es confundirme, ¡está haciendo un gran trabajo! Por ahora, creo que es mejor olvidarlo, al menos intentar concentrarme en el trabajo.

Salgo a almorzar, necesito ser rápida, tengo mucho por hacer y poco tiempo, como siempre.

Un rato después, estoy de vuelta en mi escritorio y encuentro un sobre dorado dirigido a mí. Busco el remitente, pero no lo hay. Abro el sobre y encuentro una invitación.

"Grupo C&M Rym S/A

Nos sentimos felices y honrados de invitarte a nuestro Baile de Máscaras Anual de Otoño, que se llevará a cabo el 3 de octubre a las 19:00 horas en el salón de fiestas del Hotel Germany Center.

Por favor, honra este evento con tu presencia."